Muere el director de teatro Salvador Távora a los 88 años
El dramaturgo y director de teatro Salvador Távora ha muerto esta noche a los 88 años en Sevilla, su ciudad natal. Torero y flamenco, Távora revolucionó las artes escénicas con su visión comprometida con la sociedad que plasmó en sus obras.
El dramaturgo y director de teatro Salvador Távora ha muerto esta noche a los 88 años en Sevilla, su ciudad natal. Torero y flamenco, Távora revolucionó las artes escénicas con una visión comprometida con la sociedad, que plasmó en sus obras.
«Távora abría caminos insospechados e inexplorados hasta el momento y difundió por Europa y por España una Andalucía que conmovía, sorprendía y mostraba su cara más combativa y comprometida a través del Arte y de un lenguaje propio, distinto, alejado del lenguaje teatral al uso y utilizando, además, elementos como el cante y bailes flamencos en una vertiente hasta el momento inexplorada». Así se describe el trabajo del artista en su página web.
Autor de Quejío, la obra se presentó en Madrid por mediación de José Monleón en 1971, y fue tal su éxito que se presentó en la Sorbona gracias a Jack Lang, director y fundador del Festival de Nancy, que posteriormente fue ministro de cultura Francés.
El espectáculo sorprendió por el «compromiso social y su singular lenguaje teatral y una visión nunca vista hasta el momento del flamenco«. A partir de ese momento, la vida y el nombre de Salvador Távora quedan íntimamente ligados a ‘La Cuadra de Sevilla’.
Sus obras se comparaban con las grandes obras europeas del teatro independiente llegándose a equiparar con el Proletkult ruso como sucedió con Herramientas.
En 1989 monta la coreografía de la opera La Traviata, dirigida por Nuria Espert. También creó y dirigió Pasionaria (No pasarán) en 1993 sobre un texto de Ignacio Amestoy, para el Teatro Gasteiz-Antzerki; y para José Antonio y los Ballets Españoles, en 1993, una novedosa coreografía dramática a la que tituló Cachorro. También creó seis espectáculos específicos para la Feria del Toro de Sevilla.
Aficionado al toro, en su juventud saltaba por las noches las tapias del matadero municipal para torear a las vaquillas y los toros que allí llegaban. Apadrinado por Rafael Gómez “El Gallo”, Távora adquiere cierto prestigio en las plazas de toros de Ubrique, Utrera, y la Maestranza sevillana, entre otras. En esa época vive experiencias de comunión entre el riesgo y el arte que, más tarde se reflejarán con claridad en su perspectiva teatral.
A los 14 años ingresa como aprendiz en los talleres mecánicos de HYTASA una fábrica de tejidos, en la que aprende y ejercita el oficio de soldador eléctrico, al tiempo que amplia sus estudios en las clases nocturnas impartidas en la misma fábrica. Salvador en aquellos años frecuentaba por las tardes estas reuniones que le hicieron tomar conciencia de clase trabajadora. Como él mismo contaba “en Hytasa los jefes eran catalanes, los cocineros vascos y los trabajadores andaluces”.
Salvador Távora recibió entre otros galardones el Premio de Honor de los Max en 2017. Medalla de Andalucía y Medalla de Oro a las Bellas Artes e Hijo Predilecto de Sevilla.
La expresidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha sido una de las primeras en lamentar la muerte de Távora, al que se refiere como «un genio que escarbó en nuestras raíces para hacer más grande y universal a Andalucía». «Nos queda su arte, renovador del teatro anclado en el flamenco, auténtico e imperecedero. Mi pesar por la muerte de Salvador Távora, medalla de nuestra tierra, que nunca lo olvidará», ha escrito en su cuenta de Twitter.
Nos deja un genio que escarbó en nuestras raíces para hacer más grande y universal a #Andalucía. Nos queda su arte, renovador del teatro anclado en el flamenco, auténtico e imperecedero. Mi pesar por la muerte de Salvador Távora, medalla de nuestra tierra, que nunca lo olvidará. https://t.co/cP3ha3TqYs
— Susana Díaz Pacheco (@susanadiaz) 8 de febrero de 2019
