Los directores Aitor Arregi, Jon Garaño y Joxemari Goenaga pensaban que este año «no les tocaba» que La trinchera infinita fuera seleccionada para la carrera por el Oscar, pero este 2020 tan raro aún les deparaba una sorpresa: la cinta se estrena ya en Netflix y la plataforma está por apoyarles a muerte.
Qué cuenta la película: protagonizada por Belén Cuesta y Antonio de la Torre, recorre treinta años de vida de un topo, un republicano que se escondió en su propia casa al comienzo de la Guerra Civil española y que pasó oculto, por miedo a ser asesinado, casi 40 años.
«Qué subidón», ha dicho a Efe Goenaga, tras conocer la decisión de los académicos españoles, porque, confiesa, «estábamos un poco negativos. Estamos supercontentos, y eso que suele ser a la tercera la vencida», se ríe el coautor también de Handia, rodada en euskera, y preseleccionada en 2015 para los Óscar. «Es un misterio», dice Goenaga en conversación telefónica con Efe, el recorrido que le espera a La trinchera infinita, que intentará llegar a competir por el Óscar a mejor película internacional en representación de España en la edición 93 de los premios de Hollywood el 25 de abril de 2021.
El vasco sabe que se abre ahora «un escenario nuevo», pero están esperanzados porque cuentan con el estreno, el 6 de noviembre, en EEUU en Netflix, y ellos «están con la vista puesta en apoyar la promoción y que la película llegue; esto va a ser imprescindible», ha considerado. Al margen de eso, es consciente de que «hay que empezar todo el camino».
«La incógnita es ver cómo se va a desarrollar todo, porque otros años te ibas para allá para hacer la promoción y estabas con los académicos; supongo que este año se hará todo a distancia, iremos viendo poco a poco. Lo bueno es que Netflix está con el chip de que la película puede hacer ese camino y están dispuestos a ayudarnos», ha añadido.
Aunque habla de la Guerra Civil, de la postguerra y de los años del franquismo, señala Goenaga, «hemos intentado hacer una alegoría bastante universal que aunque sea testimonio de algo que pasó en España, cualquier espectador pueda encontrar su identificación». «Hemos incidido mucho en el aspecto psicológico de esta situación y en ese sentido, entendemos que puede conectar con el espectador de allí«, y, en realidad, dadas las circunstancias por la pandemia, de cualquier parte del mundo.