Warner Bros hace público un secreto a voces: lanzará todas sus películas de 2021 en HBO Max y en cines simultáneamente, lo que incluye títulos tan esperados como Matrix 4 y el remake que ha preparado Dennis Vileneuve de Dune. Lo ha anunciado el propio estudio este jueves, alegando –en palabras de su directora ejecutiva, Ann Sarnoff– que «estos tiempos sin precedentes» requieren «soluciones creativas».
En contexto: los grandes estudios están tomando medidas de emergencia para no perder los cientos de millones de dólares invertidos en sus producciones, puesto que hay pocas salas abiertas en Estados Unidos –el principal mercado– en estos momentos. Al mismo tiempo, estas agonizan y su pulso no mejora con las noticias que leemos. Por ejemplo, el anuncio de Warner ha tenido como consecuencia inmediata el desplome de AMC –la mayor cadena de cines de Estados Unidos– en bolsa; también el de su principal competidora, Cinemark.
La presidenta del estudio sostiene que «nadie quiere» más que ellos que las películas vuelvan a la pantalla grande: «Sabemos que el nuevo contenido es vital para las salas de proyección, pero tenemos que equilibrar esto con la realidad de que la mayoría de los cines de Estados Unidos probablemente funcionarán con una capacidad reducida durante 2021». Hemos mencionado los casos muy sonados de Dune o el nuevo Matrix, pero esta decisión afecta igualmente a la secuela de El escuadrón suicida y otros 16 títulos –la lista, presumiblemente, irá en aumento– y avecina una revolución en la industria del séptimo arte.
Con todo, y como avisábamos, el comunicado no es sorprendente. Ya contamos que era el plan trazado para Wonder Woman 1984, un superestreno que fueron aplazando y aplazando hasta confirmar la fecha de Navidad, que se podrá ver en Estados Unidos tanto en streaming como en algunas salas. El estudio tomó una decisión arriesgada al confiar en que Tenet se convirtiera en la primera película cara en desembarcar en los cines tras el confinamiento y hacer buenos números.
Si bien la taquilla extranjera respondió, la norteamericana no correspondió. Los ingresos apenas dieron para recuperar los gastos, cuando estas producciones de 200 millones suelen recaudar –como mínimo– el doble o el triple de lo que cuestan. Esta razón acobardó en su día a Disney, que dio la espalda a los exhibidores y subió Mulan directamente a su plataforma a un precio sin precedentes. Está por ver el impacto que tendrá en las salas españolas la estrategia de Warner; hay que tener en cuenta que los cines de nuestros país, a finales de agosto, lamentaron una caída interanual de los ingresos del 70%.
