THE OBJECTIVE
Arte

Innovación en los museos españoles: ¿el modelo híbrido sobrevivirá tras la pandemia?

Veinte profesionales del sector cultural reflexionan sobre la innovación museística a partir de la emergencia sanitaria

Innovación en los museos españoles: ¿el modelo híbrido sobrevivirá tras la pandemia?

Imagen de la fachada del Museo Guggenheim de Bilbao. | David Vives (Unplash)

El siglo XXI ha tenido la particularidad de ser subversivo, o por lo menos, lo que llevamos en él. En la primera década vivimos una crisis económica que dejó entrever lo vulnerable y corrupto que podía ser el sector financiero y mientras aun estábamos reincorporándonos de esa debacle llegó el coronavirus a nuestras vidas. Otra crisis, otra emergencia. Pero, ¿cómo hemos evolucionado a partir de estos embates? ¿Lo hemos hecho?

Uno de los sectores más golpeados durante el confinamiento en 2020, y más allá del sanitario por razones obvias, fue el cultural; no es de extrañar que sea la fracción de la sociedad que más ha indagado sobre cómo sobreponerse a la emergencia.

Desde el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana (CMCV) y desde el Centro del Carme Cultura Contemporània (CCCC), han querido tratar cómo la innovación dentro de los museos ha sido fundamental para compensar la emergencia cultural vivida en 2020 y 2021.

Una de las críticas y comisarias artísticas, Marisol Salanova y, José Luis Pérez Pont, director general del CCCC, indagaron junto a otros reputados agentes y críticos culturales sobre la innovación y ruptura de los discursos hegemónicos en los formatos e instituciones culturales, en especial, los museos, para poder sobrellevar la situación.

Innovación desde el museo. Ensayos sobre emergencia cultural es el primer título de una nueva colección de pensamiento contemporáneo impulsada por el CCCC, donde se indaga en la respuesta del museo ante la crisis de la covid-19. Varios colaboradores, críticos y artistas se interrogan «¿qué hacer cuando los museos y los centros de arte se ven obligados a cerrar sus puertas? o, ¿cómo, sin la presencia del público, se reorienta la actividad cultural a través de nuevos medios?» Dos son las preguntas centrales que tanto Salanova como Pérez Pont dirigen a los colaboradores de la compilación: repensar estrategias y crear contenidos que se adapten tanto al confinamiento como a la desescalada.

Sin embargo, no solo el virus es el eje central de este libro para entender lo que sucede en el mundo cultural y museístico. También se tratan otros aspectos: los vínculos entre los museos y la sostenibilidad, el cine o la arquitectura, el museo como espacio para visibilizar la voz de colectivos en riesgo de exclusión o de lo cotidiano dentro del centro de arte, las narrativas transmedia y la interdisciplinariedad. Si el modelo híbrido entre lo digital y lo presencial es la nueva moneda de cambio, ¿cómo ayuda al ámbito cultural?

En conversación con THE OBJECTIVE Marisol Salanova comenta que gran parte del problema de innovación en el sector se debe a que en España hay una mirada muy centralizada en los museos más grandes o con mayores presupuestos. «Lo que sucede lejos de los museos principales acapara menos miradas. Por eso parece que suframos de falta de innovación». Para la comisaria hay muchas personas e instituciones «generando alternativas y nuevos formatos con éxito». Un caso importante es el del CCCC en Valencia porque es una institución «que se adelanta –a las emergencias culturales- con propuestas transgresoras, atrevidas y adaptadas al presente inmediato». El mercado español no es innovador en galerías tradicionales, pero afirma que, si el mercado vuelve a despegar, «será gracias a los nuevos modelos de galería de arte como, por ejemplo, Ineditad o Galería Beatriz Pereira, que conectan con las inquietudes de la sociedad y emplean canales virtuales y físicos indistintamente combinados», así como las «galerías jóvenes para las que no todo se reduce a su presencia en ferias».

Innovación desde el museo
Esta es una publicación del Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC), editado por la Generalitat Valenciana y distribuida por LLIG en países de Europa y Latinoamérica

Para Salanova ese es el futuro, el que comienza «con un proceso de hibridación entre la experiencia virtual y presencial que ha venido para quedarse ya que ahora –con el virus- nos movemos mucho menos».

Una de las voces que integran la compilación es la de la filósofa y editora catalana Magda Polo Pujadas, quien explica que gran parte de lo que conocemos hoy en día en los museos se debe a la gran eclosión que se vivió en los años 50 y 60 con la performance, género artístico  que «abonó el terreno para que la interdisciplinariedad rompiera con los moldes del arte». ¿No será la covid-19 ese factor externo necesario para abonar la experimentación artística y cultural en lo digital?

Ejemplos de innovación cultural

Para Regina Pérez Castillo, crítica y comisaria granadina, hay que revisar las buenas prácticas que ya existen en los museos, por ello aboga por la mediación, por la ruptura de las prácticas que no visibilicen grupos minoritarios y de los espacios no utilizados dentro de los museos; pero, sobre todo, con una ruptura del relato oficial: «las instituciones deben estar abiertas a sufrir las tensiones derivadas de dicha ruptura» afirma en su ensayo Convocatorias públicas. Más allá del “curator máximus”.

En la misma línea, el crítico cultural, comisario y escritor, Jorge Carrión, afirma que el cambio de siglo ha cambiado el relato, «tanto las grandes instituciones estatales como las fundaciones privadas o los pequeños museos de provincias se han puesto de acuerdo en que era imperativo reconsiderar y reordenar sus colecciones», cuestionando las viejas formas y transformando a los museos en relatores de la historia de las obras, en «espacios cuentacuentos». Para el autor, está claro que la innovación pasa por los comisariados que incluyen historias personales en sus proyectos ya que activan la empatía del visitante.

A partir de esa premisa el escritor encuentra que estas ideas comenzaron a visibilizarse desde los estudios de los años 90 cuando no solo se creía en la exposición como forma de autorretrato, sino en el curador como artista. Es por ello que no es de extrañar que en los primeros 20 años del siglo XXI – incluyendo la experiencia covid- la naturaleza de las exposiciones ahora sea híbrida: física y digital, rompiendo con la hegemonía del museo como institución física.

Entendiendo esa naturaleza híbrida, la traductora y crítica literaria Marilena de Chiara comenta en su ensayo cómo podemos expandir y traducir los espacios, así como se centra en el catálogo expositivo «una imagen-texto» que explora «el limen» entre la realidad y su representación, convirtiéndose en un écfrasis, ese eco visible de una imagen visual. A su vez, De Chiara se pregunta ¿cómo se puede traducir el arte en el espacio expositivo? Y es a partir del ejemplo de Translation is a mode, una exposición del Museo Kunstraum Niederoesterreich de Viena, donde esa misma pregunta abría espacios para el diálogo entre las prácticas artísticas, textuales y expositivas en las diferentes salas del museo. De esta forma la autora explica cómo la traducción, eso a lo que quizás no le prestamos atención a diario, también es innovación cultural.

Ejemplos para innovar hay muchos, pero ¿y España?

Para José Luis Pérez Pont, coordinador del libro y director gerente del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, lo más importante es hacer comunidad desde el museo. Realizar actividades que cohesionan e impliquen a la ciudadanía. Es por ello que durante la pandemia el CCCC -y ya desde el año 2016- las políticas de gestión del museo se han volcado en la mediación cultural y su profesionalización, además de la digitalización del centro a través de redes sociales más poderosas, que sirvieron para combatir el confinamiento en 2020.

Para Paula Cabaleiro, artista y gestora cultural, su trabajo en el MAC Florencio de la Fuente en Huete, un pequeño museo dentro de un pueblo de unos 1.500 habitantes en la provincia de Cuenca, logró romper con una exposición permanente expuesta de forma anacrónica que solo visitaban turistas, y vincular al patronato para recuperar el nexo entre el museo y los ciudadanos del pueblo, en su mayoría personas muy mayores. Es a partir de esa ruptura que Cabaleiro comenta las nuevas propuestas artísticas del MAC que fusionan desde talleres, residencias, exposiciones temporales hasta ciclos de reflexión, propuestas que el fundador y el coleccionista del museo «Florencio de la Fuente, siempre había soñado».

En 2020 Cabaleiro empezó a colaborar con la Diputación de Pontevedra y con todos los centros artísticos que dependen de esta, a partir de un plan de acción que promete varios ejes de trabajo fundamentales como la promoción de recursos culturales, mayor oferta cultural, promoción del patrimonio intangible y el apoyo a la producción cultural contemporánea. Para la gestora, tanto el MAC de Huete, como los centros asociados a la Diputación de Pontevedra o el mismo CCCC,  innovan al respirar una «museología social», al converger prácticas artísticas vanguardistas con la participación ciudadana. No es de extrañar que su ensayo cierre con la afirmación: «porque los museos si no son sociales, no son museos».

La innovación en los museos post covid-19

Magda Polo Pujadas sentencia que la situación de los museos después del covid y el confinamiento acentuará de manera irrefrenable la experiencia y la interacción, además de poner en duda la necesidad de colecciones permanentes. «En esta nueva etapa lo presencial será no tan solo importante sino necesario, pero habrá otros recursos que deberemos contemplar y que debemos ubicar bajo la etiqueta de la ‘gamificación’ como son la realidad virtual o la realidad aumentada, que harán más sostenibles determinados museos»; además de darle poder al visitante, «‘el espectador activo’, quien será el que entrará en la obra de arte y formará parte de la misma». Esta última premisa de Polo Pujadas ratifica la idea de Carrión al entender y expandir la experiencia de los visitantes como co-creadores de una pieza artística.

Para concluir, Salanova comenta en conversación con THE OBJECTIVE que las crisis no son necesarias para los museos, porque «para algunos museos y centros de arte la crisis lo que consigue es que se evidencie el trabajo que ya andaban haciendo en cuanto a innovación. Porque los que no innovaban, simplemente se quedan atrás».

***

Puede conseguir el libro Innovación desde el museo. Ensayos sobre emergencia cultural en este enlace.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D