‘La dama roja’, la primera biografía de la política mejor valorada del actual Gobierno de coalición
«Yolanda Díaz transmite bien sus mensajes y eso es un valor innato que unos políticos tienen y otros no; se llama carisma»
Yolanda Díaz está en la cresta de la ola, y no son pocos los que consideran que la gallega es el personaje de la escena política española que más ilusiones recoge y al que más incertidumbres rodean. «Tras ser nombrada vicepresidenta segunda del Gobierno y designada por Pablo Iglesias como posible candidata de Unidas Podemos a la Presidencia del Gobierno en las próximas elecciones generales, el ‘ojo de Sauron’ político, mediático y social ha girado hacia ella. Díaz lo sabe, lo sufre y lo administra», reconocen los periodistas Manuel Sánchez y Alexis Romero en Yolanda Díaz. La dama roja (Penguin Random House), una biografía no autorizada donde ambos repasan la trayectoria de una mujer que ha llegado a lo más alto de la política española, contando para ello con información de primera mano obtenida a través de más de cincuenta testimonios de su entorno familiar, personal y político.
El ensayo periodístico retrata a Díaz como alguien luchador y comprometido con los valores de la izquierda, que tuvo que luchar contra lo imposible para sacar adelante la aprobación de la polémica reforma laboral. También aborda la complicada relación entre Díaz y Nadia Calviño (cuyas diferencias ideológicas son grandes), y repasa con objetividad la peripecia vital de una mujer que, desde muy pequeña, vivió en un ambiente político y activista, pues su padre, el histórico sindicalista Suso Díaz, ejerció como secretario nacional de Comisiones Obreras de Galicia durante más de 11 años. Con 14 años, Díaz se fue a vivir a Santiago de Compostela, donde cursó tanto sus estudios de bachillerato como su Licenciatura en Derecho. Fue durante la carrera cuando participó en su primer acto político tras acudir, animada por sus compañeros de universidad, a una asamblea en la que analizaría y compartiría su opinión acerca de los problemas que sufría la juventud gallega en los años noventa.
Los autores de La dama roja cuentan en el libro que, consciente de que las luchas obreras y la conflictividad laboral estaban al rojo vivo por la situación de crisis y decadencia que sufría Ferrol, Díaz decidió abrir su propio despacho de abogados en aquella localidad. Allí se inició también en la política activa en 1999 cuando, movida por la situación interna de su partido, aceptó convertirse en la candidata de EU-IU a la alcaldía (su candidatura municipalista no llegó ni al 5% de los votos). «Yolanda siempre estaba donde la ponían las decisiones democráticas de las organizaciones en las que militaba», comenta en el libro una persona que compartió filas con ella en esa época. El fracaso de la candidatura municipalista de Díaz en Ferrol no sería el único varapalo electoral que se llevó la mujer en su trayectoria política en Galicia, aunque bien es cierto que, en las elecciones municipales celebradas en 2003, la política logró entrar en el consistorio ferrolano (Esquerda Unida obtuvo dos concejales, y fue así como ella asumió por vez primera un cargo público).
Poco a poco, Díaz fue ganando peso y liderazgo dentro de su formación y, apenas dos años después, se haría con el control de la federación gallega de Izquierda Unida. El mismo año que fue elegida coordinadora general de Esquerda Unida, la de Ferrol se presentó por vez primera como candidata a las elecciones autonómicas en Galicia. Aquellas elecciones estuvieron bastante polarizadas entre PP y PSOE, y su formación, que apenas obtuvo el 0,75% de los votos, se quedó sin representación en el Parlamento gallego. Pero Díaz no tiró la toalla y, dos años después de esas elecciones gallegas se celebraron de nuevo las municipales, donde la política volvió a liderar la candidatura de su formación a la Alcaldía de Ferrol, y Esquerda Unida dobló sus anteriores resultados (obteniendo cuatro concejalías en el municipio).
Sánchez y Romero cuentan en el libro que es entonces «cuando la líder de EU logra por vez primera alcanzar un pacto de unidad para que en su ciudad haya un Gobierno progresista, una dinámica que más adelante volverá a poner en práctica en la autonomía, y por la que hoy en día está llamada a reconstruir la izquierda estatal». Según los periodistas, en los años siguientes, la líder de EU se preparó «para darle un vuelco histórico a la política gallega y para acometer lo que muchos consideran una ‘auténtica refundación’ de la izquierda en ese territorio a través de una alianza que sorprendió a propios y extraños, un pacto con el que ella y Xosé Manuel Beiras ayudaron a plantar, sin saberlo, la semilla de Podemos».
No se puede obviar que la coalición electoral entre la Anova de Beiras y la Esquerda Unida de Yolanda Díaz fue un éxito sin precedentes en las elecciones al Parlamento gallego de 2012 —después de décadas de dominio institucional y electoral del BNG en el territorio, Alternativa Galega de Esquerda desbancó a los independentistas—. Por si eso fuera poco, la gallega fue designada como coportavoz del grupo de Alternativa Galega de Esquerda, una posición desde la que incrementó su popularidad entre la ciudadanía a raíz de los intensos cara a cara que mantenía con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
«El hecho de ser gallega y haber protagonizado alianzas como la de Alternativa Galega de Esquerda le da a Díaz una serie de claves sobre las que sentar las bases para una reconfiguración de la izquierda a nivel estatal»
Alexis Romero
Algunos de los entrevistados tienen claro que fue en esa etapa cuando la gallega dio el salto cualitativo que la proyectó a la escena pública. Sin embargo, la buena sintonía entre Beiras y Díaz se fue apagando durante aquella legislatura. «La evolución de AGE, que ensanchó su espacio y mejoró sus resultados electorales con la incorporación de las mareas sociales y de Podemos, y que terminó naufragando hasta su completa desaparición en 2020, tampoco es objeto de este libro, pero Yolanda Díaz no se entendería sin esta experiencia política que cambió Galicia… y a ella misma», apuntan en su ensayo los periodistas, para quienes «además de una escuela política imprescindible para forjarse como líder y reforzar su proyección pública, En Marea (nombre que adoptó AGE tras aliarse con Podemos y con las denominadas mareas sociales, que habían tenido un éxito importante en las elecciones municipales de 2015 en Galicia) fue la plataforma que llevó a Yolanda Díaz a Madrid». Ambos señalan también que hicieron falta muchas llamadas y conversaciones para que la política, que siempre se ha hecho de rogar, accediese a abandonar su tierra natal para ser parlamentaria en el Congreso de los Diputados.
¿Podría el mencionado experimento de reunificación de la izquierda en Galicia ser extrapolable al resto de España? «El hecho de ser gallega y haber protagonizado alianzas como la de Alternativa Galega de Esquerda le da a Díaz una serie de claves sobre las que sentar las bases para una reconfiguración de la izquierda a nivel estatal», comenta a THE OBJECTIVE Alexis Romero. «En este sentido, hay a mi juicio dos cuestiones fundamentales. La primera es si la ‘reconfiguración de la izquierda’ que quiere llevar a cabo la vicepresidenta segunda va a ser una recuperación de antiguas alianzas del Unidos Podemos más fuerte (el de 2015 y 2016) o va a ir más allá y va a suponer una refundación real de este espacio político. La segunda es si Díaz y sus compañeros, los que sean, van a ser capaces de mantener unido a ese espacio de forma estable. Prácticamente todas las alianzas políticas en Galicia terminaron de forma abrupta y dolorosa para la izquierda, y esa también es una experiencia de la que quizá hay que aprender».
«Prácticamente todas las alianzas políticas en Galicia terminaron de forma abrupta y dolorosa para la izquierda, y esa también es una experiencia de la que quizá hay que aprender»
Alexis Romero
Aunque Yolanda Díaz no ha confirmado oficialmente si va a ser candidata en las próximas elecciones generales, inicialmente previstas para 2023, la esfera política y mediática controla día a día cada uno de sus pasos, de sus palabras, de sus gestos y su imagen. «Hay y habrá ataques machistas contra Díaz y bulos, y el mensaje de comunista será permanente», opina Manuel Sánchez. «Pero a mí me da la impresión de que ella resistirá. En cuanto a su imagen, seguirá siendo objeto de ataques, pero tengo el convencimiento de que ni ella va a cambiar de imagen por motivos electorales, ni ella va a dejar de ser militante del Partido Comunista para ganar votos, como se ha insinuado».
Para el periodista y escritor cacereño, el hecho de que Díaz sea la política mejor valorada del actual Gobierno «está relacionado con su gestión» en el Ejecutivo. «Trece acuerdos alcanzados con los agentes sociales en unas circunstancias sociales tan difíciles por la pandemia le dan un rédito importante, y eso la ciudadanía lo percibe, porque aunque la decisión sea de todo el Gobierno a quien le ponen cara es a ella. Más allá de eso, Díaz transmite bien sus mensajes y eso es un valor innato que unos políticos tienen y otros no. Eso que llaman carisma. En mi opinión, Díaz lo tiene».