El mundo del teatro despide a Juan Diego
El actor falleció ayer tras una larga enfermedad que nunca le quitó las ganas de seguir sobre las tablas
Juan Diego estaba muy enfermo pero se resistía a dejar las tablas. Su última actuación en una obra fueron cuatro representaciones de El coronel no tiene quien le escriba en 2019. Este viernes, el mundo de la cultura le despide sobre otro escenario, el del madrileño Teatro Español.
Allí representó Sueños y visiones del rey Ricardo III, de William Shakespeare (2014) o La lengua madre, de Juan José Millás, dirigido por Emilio Hernández, en 2013.
Y en ese precioso espacio será despedido este viernes por sus amigos y sus admiradores en un acto de homenaje «a uno de los grandes intérpretes españoles y referente de la escena nacional«, fallecido a los 79 años, como ha destacado el Español en un comunicado.
Una vida dedicada a la actuación
Con más de cincuenta películas, veinte obras de teatro y numerosas producciones de televisión, a Juan Diego se le recordará siempre por dos papeles, tan opuestos entre ellos como alejados de la personalidad de uno de los actores más respetados de la profesión.
Su señorito Iván en Los santos inocentes (1984) de Mario Camus, fue un prodigio de «hijo de puta», como al actor le gustaba definirlo, y en la serie Los hombres de Paco fue el más absurdo comisario posible y con un tono chulesco marcado por su coletilla «por mis santos cojones».
Nada que ver con el Juan Diego real, que luchó en los setenta por los derechos laborales de los actores, que defendió su compromiso con la izquierda hasta el final y que siempre fue generoso con sus compañeros, como ayer destacaron el presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso, o su compañera y amiga Concha Velasco.
Por eso y tras una despedida íntima en el tanatorio de San Isidro, hoy llegará el homenaje de sus colegas y del público en uno de los teatros más emblemáticos de Madrid.