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Cultura

El gran triunfo de Rosalía en Madrid: enamora a un Wizink abarrotado y loco (con susto incluido)

La cantante catalana demostró este martes, en su primera parada en Madrid, por qué es una de las artistas con más proyección y éxito internacional

El gran triunfo de Rosalía en Madrid: enamora a un Wizink abarrotado y loco (con susto incluido)

El arte no hay que entenderlo, hay que vivirlo, sentirlo y disfrutarlo. Y Rosalía es exactamente eso: puro arte. Este martes, la cantante catalana lo demostró una vez más en un Wizink abarrotado (15.000 personas), su primera parada en Madrid en el marco de su gira, Motomami World Tour.

Aunque este miércoles repite cita en la capital y ya ha pasado por cinco ciudades del sur de España, su primer concierto en Madrid era y ha sido el más importante. No sólo por la importancia de actuar en la capital, sino porque todas las miradas estaban puestas en ella. Y no ha defraudado, a pesar de que al comienzo ha tenido un percance técnico que ha amenazado con empañar el concierto.

Rosalía, en ‘mute’ al comienzo (pero quedó en un susto)

El concierto arrancó con el sonido de una moto y apareció Rosalía con su ejército de ocho bailarines cantando Saoko, uno de sus nuevos temas. El público, la mayoría millennial y generación Z, se volvió loco, y eso que de pronto su micrófono dejó de funcionar. Ella se dio cuenta y pidió otro al equipo técnico, y le dieron uno nuevo, pero tampoco iba. Al final, por suerte, todo quedó en un susto y el problema se solucionó en la siguiente canción.

Lo curioso y llamativo del asunto es que el show no paró ni un segundo, ni aunque a Rosalía, de 28 años, no se la escuchara nada. De hecho, ella no descansó desde que salió al escenario. Un tema tras otro, bailes y performances incluidos, durante una hora y media de pura energía y desfase.

Rosalia en su concierto de Madrid
Rosalia en su concierto de Madrid

Sólo ella puede hacer lo que hace

Toda estrella tiene sus haters, pero en el caso de Rosalía —quizá porque estamos en España—, hacen más ruido. Que si vaya letras, que si esto no es música, que si no se le entiende nada… Como decíamos al comienzo, el arte no hay que entenderlo, hay que disfrutarlo. Una obra te puede gustar o no (a saber qué dirían hoy de las creaciones de Pollock o Picasso…), pero al final es arte, y contra eso no hay reglas escritas ni nada se puede hacer.

Rosalía es justamente eso, tanto ella como todo lo que hace. Sólo ella es capaz de cantar «te quiero ride como mi bike» (esto es, te quiero montar como a mi bicicleta) vestida de cuero rojo, con un piano y sobre un fondo de prado verde rollo Heidi.

Sólo ella puede inventarse un abecedario y hacer que millones de personas se lo aprendan y lo coreen con ella en directo, extasiados; sólo ella puede sentarse en una silla de peluquería en medio del escenario y cortarse las trenzas en directo mientras se limpia el sudor y el maquillaje del rostro; y, en definitiva, sólo ella puede hacer y crear lo que hace. Y cuando uno la ve en directo entiende que haya ganado un Grammy, ocho Grammy Latinos y que sus dos álbumes (Motomami y El mar querer) sean un éxito internacional.

Un show muy visual y loco con un público entregado

No es lo mismo ver los videoclips de Rosalía que verla actuar en directo, a pesar de que la joven se mueve perfectamente en el terreno visual. De hecho, el concierto de este martes muchas veces pareció un videoclip, pues bailaba y cantaba a un cámara steadicam que retransmitía en directo en las pantallas grandes. Pero su espectáculo y energía en vivo son otra cosa, difícil de definir y explicar.

El público de Madrid así parecía sentirlo, pues estuvo en todo momento emocionado y entregado a la causa, especialmente cuando la artista se acercó a la primera fila y leyó algunos de los carteles que alzaban los fans. «Rosalía, ¡es mi motocumple!», le dijo un joven llamado Álvaro, que hacía 20 primaveras. A ella le hizo gracia, quiso saber más y finalmente le dedicó la siguiente canción, en la que intervinieron también algunos de los asistentes.

Rosalia en su concierto de Madrid
Rosalia en su concierto de Madrid

De Begoña Gómez a Georgina Rodríguez y Almodóvar: los famosos no se lo pierden

Saoko, Candy, Bizcochito, Malamente, La fama, Despechá (la nueva canción que aún no ha sacado), remixes de los hits Papi Chulo y Gasolina, combinado con baladas, zapateados, electrónica, luces hipnóticas, piano, baile… una locura que no quisieron perderse numerosos rostros conocidos de nuestro país.

Georgina Rodríguez fue la que causó más sensación, pues llegó al concierto con sus hijos y su equipo de Netflix (está grabando la segunda temporada de su reality).

El novio de Rosalía, Rauw Alejandro, la tertuliana Belén Esteban (con su marido, Miguel Marcos), el director de cine Pedro Almodóvar, la actriz Milena Smit, la artista Amanda Portillo, el deportista Marc Márquez, influencers como Pablo Castellano, Tomás Páramo o María García de Jaime y la política del PP Andrea Levy fueron algunos de los que no quisieron perderse el show.

Rosalía con Pedro Almodóvar y Belén Esteban tras el concierto
Rosalía con Pedro Almodóvar y Belén Esteban tras el concierto

La invitada VIP que más desapercibida pasó fue, sin embargo, Begoña Gómez, la mujer de Pedro Sánchez, que disfrutó del concierto con una de sus hijas y amigas. Tal y como pudo observar THE OBJECTIVE, no se movió mucho durante el espectáculo pero sí parecía gustarle.

Begoña Gómez en el concierto de Rosalía. THE OBJECTIVE
Begoña Gómez en el concierto de Rosalía. THE OBJECTIVE

Rosalía volverá a actuar este miércoles en el WiZink Center de Madrid, en el marco de su gira, que también la llevará, a lo largo de este mes, hasta Barcelona, Barakaldo, A Coruña o Mallorca. La gira mundial, con la que la joven recorrerá 16 países, empezó en la ciudad de Almería el pasado 6 de julio. Junto a la cantante trabajan un centenar de personas del equipo técnico que viajan con ocho camiones de materiales para montar el espectáculo.

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