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Cultura

Nora Krug: «Un lenguaje cruel es siempre el comienzo de la violencia»

La escritora e ilustradora germano-estadounidense colabora con Timothy Snyder en la edición visual del existosísimo ensayo ‘Sobre la tiranía’

Nora Krug. | Nina Subin

En el año 2017 el historiador Timothy Snyder publicó Sobre la tiranía. Veinte lecciones que aprender del siglo XX (Galaxia Gutenberg), un ensayo en el que reúne 20 consejos para resistir al giro de Estados Unidos hacia el autoritarismo. Desde su publicación, este volumen se ha mantenido en la lista de libros más vendidos del periódico The New York Times y ha recibido los halagos de la crítica. Un año más tarde, Nora Krug publicó Heimat. Lejos de mi hogar, una novela gráfica en la que vuelca las memorias de la Segunda Guerra Mundial y la historia de su familia alemana para abordar el impacto que tiene la guerra en la mente humana.

El tema interesó a Snyder y cuando acabó su lectura se puso en contacto con Krug para plantearle la posibilidad de colaborar en una nueva edición visual de Sobre la tiranía que en España publica Salamandra Graphic «Lo sentí como una continuación natural de mi trabajo anterior en torno a la guerra y el conflicto político», apunta Krug. Así, las 20 lecciones de Snyder han sido adaptadas al mundo visual a través de una mirada que radiografía las estructuras de regímenes totalitarios como el comunismo o el nazismo en un intento de arrojar luz sobre el autoritarismo del presente. 

Por supuesto, el proyecto no estaba exento de desafíos. Para Krug, que responde a nuestras preguntas por correo electrónico, uno de los mayores retos fue que si bien Heimat «se centraba en un arco narrativo, el texto de Snyder es un libro sobre conceptos, ideas y sistemas». Para ello, la ilustradora tuvo que abordar el trabajo desde «un ángulo más conceptual y menos emocional para generar conceptos». El resultado es un  volumen que en unas pocas páginas transmite «ideas en lugar de momentos».  

Algunas de esas lecciones incluyen ideas como no obedecer de antemano, la primera advertencia de Snyder, recelar del Estado de partido único, prestar atención a palabras peligrosas o ser lo más valientes posible. Para Krug los capítulos más complicados de ilustrar fueron aquellos que hablan sobre el estalinismo y la Rusia contemporánea pues son áreas que le resultan menos familiares que la historia del nazismo alemán y la Segunda Guerra Mundial. 

Por el contrario, el capítulo que más disfrutó fue el que lleva como título ‘Cree en la verdad’, una lección que profundiza en nuestra disposición natural a ser engañados. «Debido a que el texto de este capítulo habla de nuestra tendencia a aceptar exageraciones y creer mentiras, me tomé la libertad de crear imágenes que en sí mismas son exageradas o engañosas. Al mostrar elementos que se transforman gradualmente y al hacer que algunas de las imágenes parezcan juegos con los que se invita al lector a interactuar, traté de transmitir la idea de que todos somos cómplices del cambio gradual de la democracia a la dictadura, y que la democracia misma debe verse como un trabajo en progreso interminable en el que todos debemos participar activamente», explica.

En este sentido, al crear imágenes que incorporan visualmente el proceso creativo en sí mismo y que muestran las huellas físicas de cómo se hicieron, Krug pretende «subrayar el hecho de que dejamos huellas, que no existimos en un vacío histórico, que la historia sigue viviendo en nosotros y que sólo podemos vivir en relación con ella». En definitiva, «que nuestro futuro está profundamente enraizado en el pasado».

Atracción por la historia

Nora Krug confiesa que como autora e ilustradora le atrae la historia porque «tenemos la responsabilidad de enfrentarnos a ella». Para la ganadora del National Book Critics Circle Award por Heimat, esto significa revivir historias olvidadas y aunque estas revisiones no siempre resultan cómodas, Krug espera «agregar capas de emoción que puedan proporcionar al lector un acceso más directo al pasado y transmitir la idea de que, a diferencia de los meros hechos, la historia también puede verse como una acumulación de momentos experimentados individualmente».

Sobre la historia existe una frase muy utilizada que dice aquello de que «el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla». En realidad, esta no se repite aunque Krug atisba «muchos paralelismos entre la historia europea del siglo XX y lo que está sucediendo en muchos países hoy, incluso en los Estados Unidos”. Para la autora la explicación es sencilla: «Si un presidente intenta tomar el control de la prensa, por ejemplo; si califica puntos de vista diferentes a los suyos como ‘antipatrióticos’ o si utiliza un lenguaje brutal como herramienta para excluir a las minorías. El lenguaje brutal es siempre el comienzo de la violencia». 

Portada de la versión ilustrada de ‘Sobre la tiranía’. | Imagen: Literatura Random House

Evitar las tiranías

En realidad, el texto de Snyder nos proporciona claves  para no caer en una sociedad tiránica en un momento en el que la extrema derecha, como vemos con frecuencia en las noticias, escala posiciones. Esta situación también la han vivido en Estados Unidos con el mandato de Donald Trump. «Como en muchos otros países del mundo la sociedad cada vez está más dividida. Obviamente, Donald Trump amplió esa brecha y dio voz a personas que antes se sentían privadas de sus derechos. Pero, como muchos otros han señalado antes, en lugar de su creador, Donald Trump es el síntoma de un problema mayor que existe mucho antes de que se convirtiera en presidente», reflexiona Krug.

Tanto Timothy Snyder como muchos otros estadounidenses «se sienten amenazados por la presencia de Donald Trump y la perspectiva de su posible regreso a la Casa Blanca. La mayoría de los estadounidenses no votaron por él en primer lugar, pero, por supuesto, todavía tiene muchos seguidores», se lamenta. En este sentido, para Krug «no hay duda de que Donald Trump representa la clásica personalidad tiránica: «indiferente a la difícil situación de los demás, vanidoso, engañado y profundamente inseguro».

En muchas ocasiones la cultura se convierte en una vía para sensibilizar y concienciar a la sociedad así que para Krug, un aspecto interesante del libro de Snyder es el énfasis que el historiador pone en el hecho de que «incluso los pequeños actos de resistencia pueden ayudar a generar un gran cambio político o social». Y entre todas las lecciones que nos proponen en Sobre la tiranía existe una que no requiere mucho esfuerzo individual y se trata de mostrar simpatía y compromiso mutuo a través de pequeños gestos cotidianos. Si bien esta sería la lección más fácil de implementar, la más complicada, reflexiona Krug, es la del capítulo ‘Sé tan valiente como puedas’, porque «requiere la forma más extrema de coraje: la de sacrificar la propia vida por la libertad de los demás»

Observar los detalles

Uno de los mensajes que lanza Snyder es que debemos observar y participar activamente. Para transmitir esta idea Krug decidió conscientemente hacer que los personajes de sus páginas miren directamente al lector para implicarle aún más en el relato. Uno de los claros ejemplos lo encontramos en el capítulo ‘Asumir la responsabilidad del aspecto del mundo’, donde presenta una fotografía histórica tomada en Viena en 1938 que muestra a dos soldados de asalto alemanes colocando un letrero enfrente de una tienda judía que reza «Ni un centavo para los judíos». 

Uno de los hombres de la instantánea mira directamente al espectador y en la página que confronta a esta imagen Krug reproduce un texto en el que «habla de la desaparición gradual de la vida judía en Alemania y Austria bajo el régimen nazi junto al dibujo de una mujer que mira directamente al espectador, rodeada por un grupo de espectadores pasivos. Mientras ambas figuras, el soldado de asalto a la izquierda y la mujer judía a la derecha, luchan por la atención de los lectores en la página, su mirada nos confronta con una elección: ¿eres un participante y un espectador, o eres lo suficientemente fuerte como para resistir los poderes de un régimen tiránico?», se plantea la autora. 

Sin embargo, Krug cree que al recordar la época del Tercer Reich «nos olvidamos de que la gente realmente tenía una opción». Y hoy, añade, también podemos escoger «entre aceptar pasivamente las presiones y expectativas de las difíciles realidades en las que nos encontramos y resistir las expresiones de injusticia con cualquier medio que tengamos disponible».

31 comentarios
  1. 23xtc

    modifico para que no me censuren

    Lambda Orienta, Fran Fernández, coordinador general de Lambda en la Comunidad Valenciana. Lambda recibe además 26.950 euros mensuales por coordinar la oficina de atención a personas LGTBI de Valencia: ‘Orienta’. 427.000 euros de la Generalitat Valenciana. Entre subvenciones y la oficina Orienta. Muchos dirigentes actuales de la coalición nacionalista empezaron su carrera y activismo en Lambda, y ahora dirigen las instituciones encargadas de subvencionar a la asociación.

  2. 23xtc

    modifico para que no me censuren

    Lambda Orienta, Fran Fernández, coordinador general de Lambda en la Comunidad Valenciana. Lambda recibe además 26.950 euros mensuales por coordinar la oficina de atención a personas LGTBI de Valencia: ‘Orienta’. 427.000 euros de la Generalitat Valenciana. Entre subvenciones y la oficina Orienta. Muchos dirigentes actuales de la coalición nacionalista empezaron su carrera y activismo en Lambda, y ahora dirigen las instituciones encargadas de subvencionar a la asociación.

  3. 23xtc

    modifico para que no me censuren

    el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha condenado a indemnizar con 60.000 euros a un padre de Huelva que pasó más de tres años en prisión preventiva, al considerar que el equipo psicosocial dependiente de la administración «dirigió» a su hijo de ocho años para que le acusara de unos abusos sexuales que posteriormente se demostraron falsos…. en 2013 fue condenado a 14 años de prisión por estos hechos, pero cuya sentencia fue anulada posteriormente por el Supremo, tras determinar que el tribunal que le juzgó estaba «contaminado». El juicio se repitió y el acusado quedó absuelto. Ahora, esta última sentencia termina de resarcir su imagen, pero no su mayor pérdida: un hijo que «ha interiorizado completamente unos abusos que no existieron
    «Resulta claro para este tribunal que la mala praxis de las profesionales que prestaron el servicio de evaluación y posterior tratamiento del menor fue determinante de todo lo padecido», concluye la sentencia. Entre otras cosas, que el acusado -ahora absuelto- llegase a pasar más de tres años en prisión preventiva. ..la Audiencia Provincial de Huelva, que determinó que las psicólogas habían utilizado una «técnica inadecuada» al no respetar el relato libre que debe primar en estos casos, «dirigiendo la declaración» del menor. No en vano, la propia Audiencia denunció ya en su día «graves carencias» en las entrevistas realizadas y un «escaso rigor, probable origen de desaciertos».

    ADIMA no se limitó a realizar la evaluación, sino que sometió al menor a «150 sesiones de terapia, que han afectado a la percepción sobre su padre y, por tanto, su relación».
    «innecesaria y yatrogénica», lo que significa que «el menor ha interiorizado completamente unos abusos que no existieron»

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