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La Gran Novela Americana (de un ruso) sobre los superricos

«La mejor ocasión para conocer a los ricos es cuando ellos deciden conocer a los pobres»

La Gran Novela Americana (de un ruso) sobre los superricos

La mejor ocasión para conocer a los ricos es cuando ellos deciden conocer a los pobres. Es ese viaje por lo barato de la vida el que desprende toda enseñanza sobre el millonario que lo emprende. Pudimos comprobarlo en el clásico cinematográfico Los viajes de Sullivan (Preston Sturges, 1941), y una nueva oportunidad de enamorarnos de las clases altas nos la brinda la novela de este mismo curso En Lake Success (Alfaguara), de Gary Shteyngart, que en España no ha leído nadie.

La verdad es que el título no invita a darle una oportunidad. En Lake Success. Nadie leería una novela titulada En Cercedilla. O En Gandía. Hay ahí una pereza liminar que los editores, que la verdad es que no sirven prácticamente para nada, deberían haber luchado por disimular. No en vano, el ruso que firma esta gran novela americana, si algo sabe hacer, es titular publicitariamente, y ahí están marchamos como El manual del debutante ruso o Una super triste historia de amor verdadero.

Gary Shteyngart es un tipo curioso, ya decimos que es ruso. Emigró a Estados Unidos a los seis años, aunque esto de decir que los niños emigran siempre me ha parecido demasiado homérico: sus padres se lo llevaron a Estados Unidos sin preguntarle siquiera, sería más exacto. Y, nada, estudió, trabajó y se hizo escritor de novelas rusas americanas, cada vez menos rusas. La sátira y el humor han sido desde el principio sus señas de identidad. También es famoso en el entorno literario americano por dedicar elogios (blurbs) a cientos de novelas, al punto de que hay una web que los recoge y un documentalito sobre su manía de opinar por lo breve y lo melifluo sobre el trabajo de otros escritores. Un hombre simpático, en fin.

A pesar de ello, de ser simpático, es un gran escritor, y En Lake Success, quizá su mejor novela. Un resumen rápido sería: el American Psycho woke. Tenemos a un tipo detestable, maravilloso, que gestiona fondos de inversión. Yo no entiendo nada de esto, ni usted tampoco, pero es que el propio personaje tampoco entiende muy bien lo que hace. Hace poesía: «En realidad esto no va de números», dice sobre un fondo de más de mil millones de dólares. «Somos una historia. Los fondos de inversión son una historia sobre cómo vamos a ganar dinero. Esto va de ser listo, de saber posicionarse y asociarse con alguien grande. De ser tan listo que haces que los demás se sientan listos. Lo que ofrecemos a nuestros inversores es mucho más esquivo que las métricas. Les ofrecemos la historia de lo grandes que seremos juntos».

En Lake Success es toda así: brillantísima. Prosa excelente, vivaz, llena de humor, de provocación, de ritmo. La historia empieza con nuestro millonario hecho un guiñapo en una estación de autobús -como dijimos más arriba: un rico bajando al barro del pueblo-, pues planea reencontrarse con una ex novia que vive en otro estado. El viaje es misérrimo y pícaro, con momentos desternillantes como cuando llega a Baltimore y se mueve por la ciudad creyendo que la ciudad funciona como la serie The Wire la retrató.

Mientras viaja, diversos capítulos retrospectivos nos ilustran sobre su insólita vida. Leemos: «¿Cómo era posible que la gente que no vivía en un ático de Central Park West pudiera seguir creyendo en algo?», interrogante al que es difícil no darle la razón. Leemos: «Sabía que se le daba bien ganar y perder dinero, y que le pagaban estupendamente por las dos cosas».

Con ese sueldo estupendo, Barry, que así se llama nuestro hombre, compra todas esas cosas que las personas normales no sabemos siquiera que existen. Relojes, por ejemplo, carísimos relojes llamados Octa Automatique; y whisky, esta vez denominado Karuizawa, a 33.000 dólares la botella. Tardan página y media en bebérsela.

Como es obvio, van al gimnasio, se operan para estar más buenos, visten las marcas de ropa adecuadamente prohibitivas y frecuentan la gastronomía hakka (a mí no me pregunten; vayan a Wikipedia). Y así todo. El amor en esta novela interesaría a Eva Illouz (autora de El fin del amor): «Casarse con una mujer brillante y sacarla del mercado laboral era, entre los hombres como Barry, un modo de transmitir un mensaje de éxito». O esto: «Había visto a amigos suyos de la Bolsa menospreciados por sus mujeres en público, ridiculizados en presencia de cualquiera, y sabía que ese siempre era el primer paso hacia el divorcio. En su profesión, el orgullo no era negociable».

En fin, ya ven que me he leído En Lake Success con auténtica envidia. El actor Jake Gyllenhal iba a hacer una serie con la novela, pero parece que la cosa se ha torcido. Es una pena, porque sin serie a lo mejor no les queda a ustedes más remedio que leerla.

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