La escopeta de Patrimonio Nacional
El dedazo de Ana de la Cueva a Ignacio Manrique de Lara no deja de sorprender por las explicaciones que se han venido dando desde que trascendió
Ana de la Cueva, exsecretaria de Estado de Economía ha colocado al marido de la que fue su jefa, Nadia Calviño, en Patrimonio Nacional, la empresa que ahora preside desde que tuvo que abandonar el Gobierno por su imputación por el rescate de Plus Ultra. La noticia, conocida desde su publicación por el diario El Mundo, no deja de sorprender por las explicaciones que se han venido dando desde que trascendió el nombramiento. Vayamos por partes.
Ignacio Manrique de Lara, marido de la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha sido contratado como Coordinador de Estrategia Comercial y de Marketing gracias a la convocatoria de una plaza, publicada el 21 de septiembre. Pero resulta que esa misma convocatoria especificaba que «la aprobación de la selección del coordinador» la llevaba a cabo -como última responsable- la propia presidenta de Patrimonio Nacional. Por tanto, no hay ninguna duda sobre que la designación haya sido un dedazo de la propia Ana de la Cueva. Ella firma de hecho su nombramiento.
Naturalmente, las explicaciones de Patrimonio Nacional niegan la mayor y señalan que «convocatoria fue pública» y que en todo momento se siguió «el procedimiento habitual» establecido por Patrimonio Nacional, por lo que «se hizo una valoración de los méritos exigidos por la convocatoria y se le adjudicó porque obtuvo la máxima puntuación». Y tienen razón: fue pública, siguiendo el procedimiento y valorando los méritos. También explicaron que al proceso de selección se habían presentado ocho candidaturas y que la comisión para la valoración de las mismas estuvo formada por dos miembros de Patrimonio Nacional, otro del Ministerio de Cultura, otro del Museo Reina Sofía y otro más del Ministerio de Trabajo, es decir, cinco integrantes en total. Unos expertos, en fin, que nunca faltan aunque, como en otras ocasiones, nadie sepa quienes son y ni siquiera si finalmente existieron.
Lo más curioso de todo este nuevo episodio de la Escopeta Nacional es que, en el pasado mes de marzo, el mismo Ignacio Manrique de Lara, había sido ya denunciado en los tribunales por un contrato que publicó ESdiario. Según el periódico, la Seguridad Social, dependiente del ministro José Luis Escrivá, había fichado para mejorar su reputación online en 2019 y 2020 a la empresa de Manrique por un millón de euros a pesar de que tenía prohibido contratarla por tener deudas con las administraciones públicas. Y su empresa las tenía.
«Flaco favor hace Patrimonio Nacional a la Jefatura del Estado con este dedazo al marido de su exjefa»
Pero claro, eso tampoco es mucho si tenemos en cuenta que la propia contratadora, Ana de la Cueva, tuvo que dimitir en 2021 como Secretaria de Estado de Economía al haber sido imputada, junto con otros 14 altos cargos del Gobierno, por presuntos delitos de malversación y prevaricación, en el rescate de la Plus Ultra, aquella aerolínea venezolana a la que el Gobierno vía SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) inyectó 53 millones de euros que se perdieron en la noche de los tiempos. Una pasta para los amigos que aun sigue pendiente de recuperarse.
Y hablando de pasta, lo único que nos falta por saber de este nuevo capítulo es en cuanto se nos queda -como ahora se dice- el contrato de alta dirección del marino de la vice. Los expertos lo sitúan entre los 84.000 y los 120.000 euros, además de otras retribuciones «complementarias», «variables» o en «especie». Total: que Manrique cobrará más que su esposa, que en 2022 nos salió por 79.746 euros brutos.
Tiene razón Ana de la Cueva en su bienvenida a la web de Patrimonio Nacional: «Somos una institución histórico-cultural única en el mundo. Cuidamos de más de 1.000 inmuebles, 170.000 piezas artísticas y 18.000 hectáreas de espacios verdes de gran riqueza medioambiental. Y lo hacemos con una doble misión: preservar y dar a conocer este valiosísimo legado y facilitar a la jefatura del Estado la labor representativa que le otorga nuestra Constitución». Flaco favor hace a la Jefatura del Estado con este dedazo al marido de su exjefa. Le falta añadir que, a partir de ahora tendrá que cuidar de otra pieza artística de valía, a juzgar por su salario: su experto en estrategia comercial y de marketing Ignacio Manrique de Lara. Para que luego digan que, en el mundo de la cultura, no hay pelotazos.