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Sin "gordos" o "feas": el lenguaje "inclusivo" reescribe las obras de Roald Dahl como 'Matilda' o 'Charlie y la fábrica de chocolate'

La editorial Puffin Books confirmó los cambios que ha llevado una revisión de estos clásicos para asegurar que sean aptos «para los tiempos de hoy»

Sin «gordos» o «feas»: el lenguaje «inclusivo» reescribe las obras de Roald Dahl como ‘Matilda’ o ‘Charlie y la fábrica de chocolate’

La editorial Puffin Books confirmó los cambios que ha llevado una revisión de estos clásicos para asegurar que sean aptos «para los tiempos de hoy»

Charlie y la fábrica de chocolateLas brujasMatilda o James y el melocotón gigante son algunas de las obras más conocidas del autor británico de literatura infantil Roald Dahl. Pero a partir de ahora, el contenido de estos libros va a cambiar, y mucho.

La editorial Puffin Books confirmó que ha llevado a cabo una revisión de los clásicos de Dahl para asegurar que los libros son aptos «para el disfrute de todos los menores», eliminando referencias consideradas polémicas en torno al peso o la apariencia física de los personajes (erradicando adjetivos como «gordo» o «feo»), a la salud mental, a la violencia, al género y la raza.

Estos son algunos de los cambios más llamativos:

  • Charlie y la fábrica de chocolate. Un personaje que antes era descrito como «gordo», ahora es «enorme», y también se han eliminado adjetivos como «feo». Además, se aplica el género neutro con los Oompa Loompas, que ya no son «hombres pequeños» sino «personas pequeñas».
  • Las brujas. En un pasaje del libro, el protagonista afirma que va a tirar del pelo a las mujeres para así saber si llevan pelucas y ver si son brujas, y su abuela contesta lo siguiente: «No puedes ir tirándole el pelo a cada chica que conoces». Sin embargo, ahora en vez de eso dice que «hay muchos otros motivos por las que las mujeres podrían usar pelucas y lo cierto es que no hay nada de malo en ello».
  • James y el melocotón gigante. La canción que canta el ciempiés ha sido cambiada por completo, para sustituir palabras como «gorda» y «flácida».
  • Matilda. Han sido sustituidas las referencias a los escritores Joseph Conrad (El corazón de las tinieblas) y Rudyard Kipling (El libro de la selva). En su lugar, se nombra a John Steinbeck y a Jane Austen (también es una forma de incluir una escritora femenina). Además, para evitar la sexualización de las mujeres, Miss Trunchbull ya no es «una hembra formidable» sino «una mujer formidable».
  • Los cretinos. La señora ya no es «fea y bestial», sino simplemente «bestial».

Indignación global

El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha criticado los retoques después de que las nuevas ediciones hayan eliminado o alterado expresiones consideradas potencialmente ofensivas.

El líder conservador se ha unido a la controversia generada a raíz de que algunos párrafos de las novelas infantiles escritas por el popular autor británico, fallecido en 1990, hayan sido modificadas para no herir sensibilidades.

Desde Downing Street, oficina y residencia oficial del primer ministro británico, un portavoz oficial de Sunak señaló que «es importante que las obras de literatura y los trabajos de ficción se preserven y no se editen». «Siempre hemos defendido el derecho al libre discurso y expresión», observó.

Por otro lado, el escrito iraní, Salman Rushdie, amenazado por los ayatollahs por algunas de sus obras, ha expresado vía Twitter que “Roald Dahl no era ningún ángel, pero esto es una censura absurda”. A este crítica, se han sumado miles de lectores, usuarios de redes sociales o columnistas.

Aunque Dahl falleció en 1990 con 74 años, ha figurado con regularidad en lo alto de los autores favoritos del país. 

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