'The Mandalorian': la tercera temporada no es lo que esperábamos... y eso es bueno
Se revelan las cartas de la verdadera trama de la nueva entrega y hay muchas semejanzas con Andor
El tercer capítulo de la tercera temporada de The Mandalorian, o el número 19 de la serie en su orden cronológico, significa una ruptura en su historia. O al menos eso parece. El episodio, titulado «The Convert», juega precisamente con la idea del cambio. Es decir, con la posibilidad de pasar de un estado a otro; con las dificultades y esperanzas de convertirse en algo o alguien que, en esencia, no es. Pero podrías ser… o no.
¿Confuso? Sí, bastante. Y eso no es malo. Al contrario. El giro en el arco argumental de varios personajes incide en una relectura de la trama. Si creíamos que esto trataba solamente de la redención de Din Djarin (Pedro Pascal), nos hemos equivocado completamente. Sí, es importante el viaje del mandaloriano, pero también el de su ayudante circunstancial, Bo-Katan (Katee Sackhoff). No obstante, ahora se han sumado más caracteres, que debutan en la serie.
Para seguir explicando cómo se está moviendo este universo añadido de Star Wars, que parece conectar mucho más con las historias originales, debemos hacer spoilers. Por lo tanto, advertimos que en las siguientes líneas vamos a destripar el capítulo recién estrenado el pasado 15 de marzo y especularemos hacia dónde nos lleva su final.
This is the way
La frase «This is the Way» («Este es el camino») se repite en el credo mandaloriano y se refiere a que hay una forma de hacer las cosas. Para ellos, exactamente deben hacerse en comunidad. Es así como no hay cabida para los «Lobos solitarios». De hecho, el personaje que interpreta Pascal es desterrado o calificado como apóstata porque, en su afán de proteger a Grogu, rompe varias reglas. La más grave es la de haberse quitado el casco.
Bo-Katan, por su parte, coquetea con el nihilismo. Para ella, todo es un mito y le cuesta comprender que Din Djarin acepte las reglas del clan a ciegas. No es descabellado que esta otra apóstata vea a la comunidad como una secta. Todo lo escrito y los rituales que rodean a los de su estirpe encajan perfectamente en ese sentido. Sin embargo, cuando acompaña a Mando, en el baño que expiará sus pecados, ella tiene su revelación.
Todavía no podemos concluir por qué Bo-Katan no ha contado que vio a la bestia mitológica en el fondo del agua, de donde rescató a Djarin. Tampoco si ella está dispuesta a vivir con su antigua gente, como pareciera indicar el tercer capítulo. No obstante, lo que sí está claro es que su trama se ha vuelto tan importante como la del personaje principal. Supongamos que guarda el secreto porque esto le da una ventaja para domar al famoso Mythosaur, convirtiéndola a su vez en la líder de su tribu. ¿Realmente esto es lo que desea o es su destino? This is the way…
El Remanente Imperial
Después de las preguntas que ha dejado el nuevo camino de Bo-Katan, la audiencia ha sido sacudida por el destino de un personaje que parecía muy secundario y se ha llevado gran parte del metraje del tercer capítulo: el doctor Penn Pershing (Omid Abtahi), ahora supuestamente redimido aunque los fanáticos recordarán que fue quien estaba interesado en clonar a Grogu.
Exiliado de su laboratorio, Pershing lucha contra sus instintos de investigador. Quiere encajar en la Nueva República, pero está completamente fuera de lugar. Su conversión -aquí otro juego con el título del episodio- es incompleta. Está seguro que recrear partes del cuerpo puede ser una manera de salvar vidas, lo que no pudo hacer con su propia familia, según cuenta.
Esa debilidad de Pershing será útil para el nuevo e intrigante personaje de la serie: la oficial de la Nueva República, Elia Kane (Katy M. O’Brian). ¿Por qué esta saña? ¿Por qué quiere borrar la memoria de Pershing? Todo apunta al Remanente Imperial y a un giro en la historia de The Mandalorian, que le acerca -y mucho- a Andor.
Al presidir la acción del «desollador de cerebros» y aumentar la densidad de las descargas, Kane busca quebrar cualquier duda del doctor que conspire contra los planes de ese «lado oscuro» que actúa desde las tinieblas. Al ser reprogramado, el científico debe quedar a merced de lo que la oficial, y quienes están detrás de ella, planeen. Y no hay que explorar mucho para hacerse una idea de los beneficiados con tal decisión.
Si el proyecto de la clonación vuelve al primer plano, esto significaría que tendríamos al Remanente Imperial (los supervivientes del Imperio Galáctico) plenamente involucrado y, por ende, el posible regreso de su líder en esta etapa, Moff Gideon (Giancalo Espósito). Al mismo tiempo, este proyecto, como saben los fanáticos del universo Star Wars, está relacionado con Palpatine y Snoke; un puente argumental entre Return of the Jedi y Star Wars: The Force Awakens.
Si esto sucede tal cual pensamos – la integración de personajes e historias que conectan con las películas- la producción de Disney, que tiene a Jon Favreu como guionista, daría un paso gigantesco. Lo que empezó como un spin-off, que le daba su justo valor a un personaje muy querido por los fanáticos, podría terminar como conexión audiovisual entre cine (las películas) y televisión (la serie). Un reto complejo, al que estaremos atentos para analizar si se ejecuta.