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Cultura

Belén Junco, una novelista amamantada en el '¡Hola!'

La sobrina de los fundadores y actual directora adjunta de la revista del corazón debuta en la literatura con una historia de amor, ‘La reina de Nairobi’

Belén Junco, una novelista amamantada en el ‘¡Hola!’

Belén Junco

Retratar «la espuma» de la vida. Ese era el objetivo principal de la revista ¡Hola! cuando el periodista Antonio Sánchez y su esposa Mercedes Junco la pusieron en marcha en Barcelona, allá por septiembre de 1944. Según decían, la suya era «una publicación para soñar, para distraer, siempre elegante, siempre de buen gusto, sin peso ni densidad de contenido». Desde luego, cumplió perfectamente su función de entretenimiento en una sociedad, la española, que entonces vivía sumida en la miseria y necesitada de evasión y consuelo.

Belén Junco, sobrina de los fundadores de ¡Hola!, tenía diecisiete años y estudiaba segundo curso de Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense cuando le ofrecieron entrar a trabajar en la mesa de dirección de la revista. «Por las mañanas iba a la facultad y luego, por la tarde, iba a la redacción», comenta a THE OBJECTIVE. «Me ponía al lado de mis tíos y, como una esponja, iba absorbiendo todo de ellos, que para mí y para mucha gente del periodismo han sido los más grandes». Durante décadas, Belén trabajó codo con codo con sus tíos (a los que primero sucedería su hijo Eduardo Sánchez Junco, y luego Eduardo Sánchez Pérez, actual director y presidente), quienes, en su opinión, «crearon una forma de hacer el periodismo muy bonita y amable, un periodismo muy entretenido e informativo». 

A lo largo de sus 75 años de vida, la revista española ha llenado sus páginas con reportajes de casas espectaculares, entrevistas exclusivas a celebridades nacionales e internacionales, y cotilleos en torno a personajes de la aristocracia. También ha recibido críticas por parte de quienes la acusan de ser una publicación demasiado exclusiva y tradicional. «Evidentemente, ¡Hola! es una revista conservadora en su forma de retratar la realidad, pero no creo que lo sea más que otros medios que no se dedican al género rosa», opina el periodista de investigación David González. «También ha sabido adaptarse a los gustos del público, llevando a sus páginas a gente que no pertenece a la alta sociedad pero que, sin embargo, interesa muchísimo, como Belén Esteban o Isabel Pantoja». 

Portada del libro

Por otro lado, González apunta que «hay ciertas realidades» que no aparecen en la revista, porque en ella «impera la frivolidad, en el mejor y en el peor sentido. La homosexualidad, por ejemplo, ha estado vetada en ¡Hola!, pero yo creo que más por un tema comercial. Quizás ellos entienden que en algunos de los países donde la revista tiene éxito esa realidad puede llegar a molestar. No creo que detrás de esa decisión haya una vocación ideológica, porque en sus páginas han sido retratadas personas de ideologías muy distintas». El periodista también considera que sería interesante analizar el verdadero potencial de ¡Hola! como artefacto político. «En los años setenta, ochenta y noventa, los políticos utilizaron mucho la revista. Cuando en 1977 Adolfo Suárez aparece en la portada de ¡Hola!, está mandando un mensaje concreto. Cuando cinco años después lo hace un líder de izquierdas como Felipe González, también está lanzando un mensaje muy concreto. Que su primera entrevista dentro de la Moncloa fuese con esta revista es un hecho que quiere decir algo».

La revista rehúye hacerse eco de rumores y, según sus responsables, dedica bastante tiempo a «comprobar» que la información que recibe la redacción es cierta. Pese a ello, el pasado mes de agosto ¡Hola! se vio en un apuro después de que la viuda del marqués de Griñón, Esther Doña, les concediera una entrevista para anunciar su compromiso de boda con el juez Santiago Pedraz. La misma mañana que salió a la venta el número, Pedraz se puso en contacto con la redacción para informar de que la relación entre ambos llevaba ya días rota. «Esto es un reflejo de la velocidad a la que van ahora las noticias, o lo mismo fue algo que sucedió antes y que no se nos comunicó», asegura Belén. «No voy a entrar a valorar quién fue el culpable, pero ¡Hola! reaccionó explicando en su página web lo que había sucedido. A la semana siguiente, volvimos a preguntarles, porque nosotros no habíamos hecho nada que no debiéramos. Ellos no se justificaron, pero sí hablaron de la situación que habían vivido y por qué había pasado».

¡Hola! también ha sido pionera de las exclusivas previo pago. El modelo lo inauguró en junio de 1977 la cantante Massiel, que fue bastante criticada por salir posando en la portada de la revista con su recién nacido hijo Aitor, fruto de su relación con el político socialista Carlos Zayas (Cinco años más tarde, ¡Hola! se encargó de publicar un comunicado, firmado por la tanqueta de Leganitos, donde se contaba que la pareja había decidido separarse). Famosos como Carmen Ordóñez, Isabel Pantoja o Isabel Preysler le cogieron pronto gustillo a eso de cobrar por presentar en sociedad a sus retoños, airear intimidades o vender las fotografías de su enlace matrimonial (Los primeros en hacerlo fueron Jimmy Giménez-Arnau y Merry Martínez-Bordiú, nieta del dictador Francisco Franco, que recibieron de la revista un millón de pesetas). 

«Somos muy entretenidos y aspiracionales, y casi siempre hemos tenido muchísimos amigos», dice la periodista. «Hasta el que nos puede dar una entrevista previo pago es también amigo. Existe un bulo sobre que todos cobran, y ya incluso los mismos personajes no entran a decir si han cobrado o no, porque les da igual. Tenemos la suerte de ser los elegidos, tanto de quien cobra como de quien no, para trasladar la información de su noticia, y para nosotros eso es un honor, siempre. También hay muchos que donan lo que cobran y no lo dicen. Cada uno hace lo que quiere».

El negocio de la venta de exclusivas movía millones en España y, como es lógico, todos los directores de revistas del corazón han querido su trozo del pastel. Eso dio lugar a episodios singulares, como el de aquellas polémicas fotos que dos fotógrafos españoles le tomaron en Málaga a Diana de Gales con el pecho desnudo. Era el año 1994 y la princesa, recién separada de Carlos de Inglaterra, había dejado clara su intención de abandonar la vida pública. ¡Hola! pagó un pastizal a Europa Press para adquirir los derechos mundiales de las instantáneas y salvar así a Diana, a la que también podrían haber puesto un altarcillo en la redacción por la cantidad de revistas que se vendieron siempre que su imagen aparecía en portada.

Las bodas, sobre todo reales, también han funcionado siempre como un tiro para ¡Hola!, que nunca ha escondido su simpatía por la monarquía española y, de hecho, ha mimado bastante su imagen (aunque la periodista asegure que Zarzuela jamás ha intentado censurar su trabajo). «Nosotros somos superrespetuosos con las personas que nos dan las noticias y, sobre todo, con aquellas que no nos las dan. La Casa Real española ha sido siempre muy amable con nosotros y todas las casas reales europeas nos han recibido en algún momento de nuestra vida. Son personas de carne y hueso, son grandes embajadores de sus países y casi todos ellos son personas dignas de admiración», apunta Belén, actual directora adjunta de la revista.

Desde su acceso a la realeza en 2004, la imagen y presencia de la reina Letizia también ha dado contenido y dinero a  la revista de actualidad más vendida del país (solo por detrás de Pronto). Aunque parece ser que, del mismo modo que no sintoniza con los miembros de la familia de su marido, Letizia es poco fan de ¡Hola!. «La reina no tiene demasiada relación con el mundo de la prensa, pero imagino que es por una norma que tienen, y que hay que respetar», afirma Belén Junco. «Los reyes eméritos sí que nos recibieron, pero ahora ya es distinto. Los reyes actuales no nos dan nada a nosotros, ni se lo dan a nadie. Date cuenta de cómo está la prensa hoy en día. Ellos son noticia cada día, y ahora es periodista casi cualquier persona con un teléfono. A ¡Hola! le encantaría tener una entrevista con Letizia. Para mí la familia real española es admirable. Los reyes son grandes embajadores de España, tienen una responsabilidad enorme y están siendo discretos a tope con todo lo que se dice de ellos». 

El hecho de que ¡Hola! es todo un fenómeno (hoy cuenta con 20 ediciones en papel en diez idiomas) es una realidad que admite poca discusión en la actualidad. De hecho, pese a la crisis de la prensa escrita (motivada sobre todo por la llegada de internet y el auge de las redes sociales), la revista sigue obteniendo importantes ingresos tanto por la venta de ejemplares como por la contratación publicitaria. Aunque evita dar cifras concretas, Belén asegura que ve «muy bonito» el futuro tanto de la revista en papel como la digital.

Lo que sí cuenta con pelos y señales la periodista es que se ha atrevido a trasladar esas historias de pasiones humanas presentes en ¡Hola! a su primera novela, La reina de Nairobi (La Esfera de los Libros), una historia de amor, traición y esperanza cuya protagonista se debate entre aspirar a un novio millonario que le permita «vivir fabulosamente» y buscar «el amor sin nada a cambio, el limpio pero pobre». ¿Se enfrentará Isabel Preysler a este mismo dilema? «No tengo ni idea», responde entre risas Belén. «Ella no necesita nada. Isabel es una mujer excelente a la que conozco y quiero. Es muy cariñosa, familiar y simpática, y no creo que se plantee nada de eso. Lo estará pasando como cualquier persona que tiene un cambio así en su vida. Para mí, Isabel es todo corazón, pero corazón de verdad».

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