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'King of clones': ¿quién se acuerda de Hwang Woo-suk?

Un documental de Netflix trae de vuelta al polémico científico que fue bautizado como «el rey de los clones»

‘King of clones’: ¿quién se acuerda de Hwang Woo-suk?

Imagen promocional de 'King of clones'. | Netflix

Había olvidado el nombre hasta que por curiosidad hice clic en el documental King of clones. ¡Y allí estaba Hwang Woo-suk!, el famoso «doctor clon», un científico que, como se cuenta en el propio trabajo audiovisual, llegó a ser tan famoso como la agrupación de k-pop BTS. Luego, su caída fue proporcional a su ascenso. Ahora, el director Aditya Thayi presenta la historia del investigador, que funciona muy bien para comprender lo sucedido, aunque deja dudas sobre la neutralidad que escoge para narrar los hechos.

Contexto para entender este rompecabezas: Hwang Woo-suk era un investigador, licenciado en Veterinaria y fanático del nuevo mundo que ofrecía la clonación. Su nombre trascendió fronteras en marzo de 2004, cuando se anunció que había clonado células madre de origen humano. Algo que nadie había conseguido hasta el momento. La prestigiosa revista Science avaló la investigación. De inmediato, se convirtió en un héroe para Corea del Sur y un modelo para miles de científicos y estudiantes. 

Las palabras que aquí usamos se quedan cortas cuando vemos cómo las cámaras y los coreanos seguían a este hombre que prometía un mundo mejor, un mundo en el que no solo se podría recrear a una persona a raíz de un pedacito de piel (obviamente estamos reduciendo un proceso complejo), sino que enfermedades graves o lesiones crónicas serían solucionadas. Incluso prometió cura para las personas incapacitadas. 

Sí, Hwang Woo-suk era lo más parecido a un dios y así lo trataban. Sin embargo, como todo lo que sube tiene que bajar, todo colapsó cuando en diciembre de 2005 se comprobó que los estudios en clonación mediante células madre, publicados en la revista Science, se basaron en datos falsificados

A partir de allí, fue rodar cuesta abajo. Hwang, que desafió al propio presidente de Estados Unidos, George W. Bush, por cuestionar el trabajo con células madre, tuvo que dimitir como profesor del Departamento de Theriogenología y Biotecnología de la Universidad Nacional de Seúl y enfrentar cargos por malversación de fondos estatales y violación de leyes bioéticas.

Todo lo anterior que estamos contando no cae en la categoría de spoilers. Esa es la historia oficial, documentada y conocida. Lo que consigue Aditya Thayi, con bastante solvencia en la película, es seguir la actualidad del investigador, apelando a la curiosidad y el interés debido a que muchos le habíamos perdido la pista al tema.

Thayi es un realizador con mucha experiencia en el área de producción. Uno de sus productos más sólidos es Deciphering India with Anjan Sundaram, en el que, al lado del académico y periodista Anjan Sundaram, se adentra en los problemas de identidad y contradicciones de la India, desde las creencias religiosas y la explotación de la espiritualidad hasta el machismo y la discriminación por castas.

Pero la ironía y el humor que vemos en la serie de la India, gracias precisamente al presentador Sundaram, se echa de menos en King of clones. Presumimos que para conseguir que el veterinario se dejara grabar, debió de existir algún tipo de acuerdo sobre el tono de este trabajo. Porque tras la presentación del tema y del territorio conocido, el documental pierde mucha fuerza, incluso el norte.

El presente y el futuro

Paralelo a lo que sucede con Hwang Woo-suk, quien se reinventa trabajando con fondos privados para Rusia y países árabes (no hay sorpresa en ello dada la flexibilidad ética que le ofrecen), se muestran otras historias de clonación de animales para entender la dimensión de lo que se discute actualmente. Si clono a mi perro, ¿estoy con una réplica o con un animal que nunca muere?

Por otro lado, ¿cuáles son los beneficios de traer de vuelta a este mundo a un Tyrannosaurus rex si ya no existen las condiciones en las que este depredador puede ser? Es decir, la esencia de cualquier ser vivo está unida a su contexto: flores, población, clima y un largo etcétera. Recrearlo solo para observarlo parece más un capricho que una necesidad. Por otro lado, es cierto que solo errando, la ciencia ha encontrado soluciones a problemas complejos. De hecho, John Ioannidis, un polémico investigador, publicó el artículo con más descargas de PLoS Medicine, en el que afirmaba que un 90% de los estudios científicos no son verídicos o exageran sus resultados.

Tal vez lo más interesante que deja King of clones es la dificultad para discernir en un futuro qué se debe y qué no clonar. ¿Debo dejar un testamento en el que subrayo que no quiero ser ‘devuelto’ a la vida? El mayor ejemplo en el documental es el de un hombre que ha trabajado en la clonación de animales y afirma que le gustaría haber tenido esa opción debido que perdió a un hijo, recién nacido. Sin embargo, advierte que, ahora que es mayor, no le gustaría ser copiado.

Por otro lado, es cierto que la ciencia siempre está por delante de la ética. En consecuencia, los avances tecnológicos nos obligan a debatir sobre estos temas que resultan incómodos. El reto está en que la ciencia se nos haga más digerible. Eso nos obliga a estar atentos a estos temas que antes solo leíamos en los libros de Isaac Asimov.

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