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Cultura

'Black Mirror': Netflix se mira al espejo en la sexta temporada de su distopía por excelencia

Es uno de los grandes buques insignia de Netflix, popularizado en plena expansión internacional de la plataforma. Ahora vuelve con nuevas historias para no dormir

Black Mirror está de vuelta. Su sexta temporada acaba de estrenarse y ya está entre lo más visto. No es para menos. Este es uno de los buques insignia de Netflix, la distopía por excelencia de la plataforma de streaming más popular del mundo. En total, cinco nuevos capítulos. Cinco nuevas historias, cinco nuevos terrores. Y algunos de ellos, dedicados a aquello que hace rico a Netflix: el algoritmo y los true crimes.

Esta serie es uno de los grandes buques insignia de Netflix, popularizada en plena expansión internacional de la plataforma. Ha sido galardonada con premios prestigiosos, incluyendo múltiples premios Emmy, Bafta y el premio Peabody, entre otros. Primero se estrenó en el canal británico Channel 4, hace ya 12 años. Después, con su paso a Netflix, llegó una fiebre que traspasó fronteras, como la propia producción.

Esta nueva entrega de Black Mirror viene cargada de historias en las que, como de costumbre, la tecnología implica un futuro catastrófico. Sin embargo, son –en general– situaciones más sutiles. No se van a muchas décadas vista, están en el presente e, incluso, en décadas pasadas. Cabe destacar, para quien no haya visto en su vida un capítulo de Black Mirror, que cada episodio es una suerte de cortometraje, no necesariamente relacionado con los demás. Aunque, a veces, hay guiños de unos episodios a otros.

De Salma Hayek al ‘true crime’

El primer capítulo de esta sexta temporada es el que más expectación ha suscitado, y el que más reacciones ha provocado. No es para menos. Cuenta entre su reparto con toda una estrella de Hollywood: Salma Hayek. Joan is awful (es el nombre de este episodio) relata la historia de una trabajadora de Streamberry –una suerte de Netflix en la ficción– que ve cómo su vida se convierte en una serie de éxito en la plataforma. De repente, ve cómo la mismísima Salma Hayek la interpreta en escenas que habían formado parte de ese mismo día en el que estaba viendo la serie. Todo esto, gracias a la inteligencia artificial, que transformaba su rostro en el de Hayek, y al espionaje de su vida gracias a los dispositivos electrónicos que nos rodean día a día.

Joan is awful se inspira en la miniserie The Dropout, creada por Elizabeth Meriwether. Según Charlie Brooker, creador de Black Mirror, la idea surgió al observar la gran cantidad de contenido relacionado con Elizabeth Holmes y el escándalo de Theranos. Un escándalo que ha inspirado libros, una serie de televisión, una película y casi 800 podcasts. Brooker reflexionó sobre lo extraño que debió haber sido para las personas ver cómo sus experiencias recientes eran retratadas por actores de Hollywood en situaciones que «parecen haber ocurrido hace apenas unos 10 minutos». Y trasladó eso a la pequeña pantalla con su serie. Todo un acierto, si nos atenemos a las críticas que ha recibido ese primer capítulo. Una forma de trasladar a Netflix a la pequeña pantalla en un futuro no muy lejano, en el que el algoritmo es el rey. Y una manera de recordar a todos que firmamos demasiadas cosas sin leer las condiciones cuando creamos perfiles en internet.

¿Volverá Black Mirror a nuestras pantallas?

Otro episodio muy comentado ha sido el segundo de la temporada, Loch Henry. En él, acompañamos a una pareja en un viaje hacia el tranquilo pueblo donde el chico creció, con la intención de grabar un documental sobre la naturaleza. Sin embargo, sus planes toman un giro inesperado cuando ella descubre una espeluznante historia ocurrida en este lugar hace muchos años. No contaremos mucho más para no caer en spoilers –o destripes–, pero básicamente todo torna en una crítica hacia la proliferación del true crime, de los documentales sobre crímenes que, día tras día, se sitúan entre lo más visto en Netflix y otras plataformas.

Fotograma de ‘Loch Henry’, el segundo episodio de la sexta temporada de ‘Black Mirror’. | Imagen: Netflix

Los otros tres episodios, igualmente brillantes, confirman también el buen estado de salud de una serie que ha tardado cuatro años en volver. Su creador sabe que no pasa nada, que los fieles a Black Mirror esperan lo que sea necesario. Y que, mientras más larga sea la espera, mayor será la calidad de la entrega.

Siempre que llega una nueva remesa de episodios a Netflix se confirma como uno de sus grandes éxitos. La pregunta ahora es: ¿volverá Black Mirror? No hay confirmación oficial al respecto, pero la respuesta da un poco igual. Black Mirror puede volver siempre para desafiarnos, para colocarnos ante el espejo. Para colocar a su plataforma frente a ese mismo espejo. Para decirnos: «¿Pero qué estáis haciendo?».

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