¡De mayor quiero ser como tú!
La Selección Española Femenina de Fútbol se ha proclamado hoy campeona del mundo. Estas jugadoras ya son un referente para miles de niñas
La historia de la selección española femenina de fútbol en los Mundiales ha sido fulgurante. El 13 de septiembre de 2014, y con un triunfo por 0-2 frente a Rumanía, sellaba el equipo nacional el pase directo para el primer Mundial de su historia, que se habría de celebrar en Canadá en 2015. Venía ya la selección con el lema (que acabaría siendo premonitorio) de #SoñarEnGrande, utilizado en la Eurocopa de 2013. El resultado de su participación en este primer Mundial fueron dos partidos perdidos (contra Brasil y Corea del Sur) y un empate a 1 contra Costa Rica. En el siguiente mundial, en la Copa Mundial de Francia 2019 ganaría su primer partido mundialístico por 3-1 frente a Sudáfrica, cayendo finalmente en los octavos de final frente a Estados Unidos por 1-2. En el presente mundial, de Australia-Nueva Zelanda, está ya en la final y puede que este mediodía sea campeona.
Así, la popularidad del fútbol femenino no ha dejado de crecer en los últimos años. En este mundial, por primera vez, además todas las jugadoras cobran un sueldo (de treinta mil dólares) y, a pesar de los problemas que hubo hasta casi dos meses antes del comienzo del torneo por la adjudicación de los derechos de retransmisión (y que obligó a la acción conjunta de los Ministros de Deportes de España, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido), se están batiendo récords de audiencia: la semifinal frente a Suecia fue vista en La 1 de Televisión Española por casi cuatro millones de personas. Además, el Mundial está siendo narrado, por primera vez, por una mujer: Alicia Arévalo. Y las entradas para ver los partidos en los estadios han batido récords (se espera que la cifra total alcance los dos millones de entradas vendidas, con un promedio de unos 36 mil espectadores por partido).
Las cosas no han sido siempre así
Fue precisamente en el Mundial de Canadá, en 2015, cuando la periodista Mamen Hidalgo se da cuenta de «lo infravaloradas que estaban las mujeres en los medios de comunicación». Nos cuenta al teléfono que «me sorprendía muchísimo que fuera el primer Mundial de España y no se le diera tanta atención como merecía». Y es ahí, pues, en ese momento, cuando cambia un poco la mentalidad de la periodista y comienza a realizar reportajes sobre las jugadoras y las pioneras del fútbol español, en el periódico 20 minutos. «Empiezo a introducir contenido que veía que no se estaba dando hasta ese momento, y sobre todo, utilizo las redes sociales, que es lo que he hecho durante muchos años, para darle esta visibilidad al fútbol femenino», dice Hidalgo. Con el tiempo las cosas han cambiado (especialmente en los últimos cinco años), y ya en el Mundial de 2019 estuvo destacada in situ con El Periódico de Catalunya para cubrirlo y «en estos últimos cuatro años en Newtral hemos creado una sección titulada «Mujeres en el deporte» para darles ese lugar que no tenían», nos comenta.
De esa misma necesidad de dar visibilidad a las protagonistas del fútbol femenino, desde un punto de vista cultural, surge hace tres años el libro Compartiendo la Gloria (La Calle, 2020), el testimonio inspirador de siete mujeres futbolistas (Vicky Losada, Vero Boquete, Irene Ferreras, Alba Mellado, Laura del Río, Aitana Bonmatí y Alba Palacios). En él, Hidalgo se propone realizar un arco histórico en el que se comienza con las pioneras, jugadoras que tuvieron muchas dificultades para poder jugar al fútbol en España en condiciones dignas, y con sueldos respetables (como Losada y Boquete) y que tuvieron que marcharse al extranjero, hasta llegar a las más jóvenes, Aitana Bonmatí, y Alba Palacios, la primera futbolista trans federada en España. En ese momento, pensó Hidalgo que se necesitaba un libro que hablase de la trayectoria de las pioneras, para que no se perdiera la consciencia de saber de dónde se venía, de tener presente que había habido todo un esfuerzo para llegar a llenar estadios o tener posibilidades para ganar grandes torneos.
Lo destaca en el prólogo de Compartiendo la gloria la medallista olímpica y mejor jugadora del mundo de waterpolo Jennifer Pareja, titulado «De mayor quiero ser como tú», al decir que el deporte necesita referentes, más mujeres que sean el espejo de las nuevas generaciones. Y ello para que la sociedad pueda mirarse e identificarse con los valores del deporte. Así, entiende Pareja que cada una de las historias integradas en el libro es una lección de vida, que ha de servir para «construir puentes que puedan ayudar a mejorar una sociedad, haciéndola más justa e igualitaria». Y precisamente esos valores asociados al deporte son muy visibles ahora en el fútbol femenino, y reclamados constantemente por las jugadoras en sus declaraciones públicas. En opinión de Mamen Hidalgo «no me sorprende que sea un mensaje reiterado, porque es algo muy importante que no se pierda, y es verdad que cuando algo crece muy rápidamente algo se pierde por el camino y hay ese riesgo». Sucedía hace unos días cuando, tras la derrota de Suecia, Aitana Bonmatí y Fridolina Rolfo intercambiaban camisetas, bromeaban y se hacían fotos. «Eso en el futbol masculino igual estaría mal visto, ya que si has perdido habrías de estar triste, ser más competitivo, mostrar tu cabrero, lo que quieras, pero estar cabreado con tu rival. Afortunadamente, el fútbol femenino, por el contrario, mantiene esos valores del deporte», comenta Mamen Hidalgo. Sucedió también con la jugadora Ana María Crnogorcevic y Mateo, el hijo de Irene Paredes, y sus cariñosos saludos tras la derrota de Suiza contra España. Un ejemplo de compañerismo y valores positivos.
Un equipo de debutantes
Nos cuenta la periodista Mamen Hidalgo que, de la actual plantilla de jugadoras de la selección española, solo seis han jugado un Mundial previamente. Así, tenemos a 17 jugadoras que debutan en esta competición. «Es una locura, ya no ganar el mundial, sino estar en la final con una selección debutante a nivel de edad, es una brutalidad», comenta Hidalgo. Y añade, «esa generación, la de la horquilla entre 1998 / 2002 tienen toda la experiencia, el desparpajo y el carácter que les ha dado ser las mejores en las categorías inferiores. En los últimos años hemos visto a la sub17 y la sub19, en Eurocopas y Mundiales, ser ganadoras, finalistas o quedarse a las puertas de una final». Esta nueva generación tiene algo que no habían tenido las generaciones anteriores: creen que van a ganar y eso es importantísimo. «Las anteriores generaciones tenían un freno mental, una barrera, porque primero decían a ver cuántos nos caerán y luego ya dijeron vamos a luchar, pero creo que vamos a perder», nos cuenta Mamen Hidalgo. Ha explotado una nueva generación desde el anterior Mundial y la selección se ha llenado de talento, ha perdido el miedo que tenía. «A partir de ahora creo que es imparable, por supuesto habrá mejores y peores épocas dentro del equipo femenino, pero yo creo que es una selección que puede ser dominante en los próximos torneos, y que en los próximos años puede ser muy importante el papel que hagan. Creo realmente que este Mundial es como la Eurocopa que gana España en el 2008. Se abre un nuevo ciclo, ilusionante», sentencia Mamen Hidalgo.
Vicky Losada: la primera jugadora española en marcar en un Mundial
Era el 09 de junio de 2015, en el Estadio Olímpico de Montreal. La selección española femenina de fútbol jugaba el primer partido de su historia en esta competición, contra Costa Rica. En el minuto 12 de partido, Vicky Losada, entonces con veinticuatro años de edad y siendo jugadora del Arsenal, anotó después de una jugada que venía de un córner y desde el área, desconcertando a la defensa rival, el primer gol de España en un Mundial.
Acababa de pasar a la historia.
«Estoy muy contenta de ser la primera jugadora española que hace un gol en un Mundial. Pero me voy con un sabor agridulce porque no hemos conseguido ganar. Hemos tenido muchas ocasiones y debemos mejorar en la finalización de las jugadas», declaraba tras el partido a la prensa.
El periodista deportivo Andrés Corpas, que actualmente trabaja en la agenda de comunicación 6Pointer, tuvo claro que la historia de Vicky Losada merecía ser contada y de ahí nace el libro Vicky Losada. Capitana (Oberon, 2022). «Creo que su historia tiene todos los ingredientes que deben servir como ejemplo a seguir: superación, esfuerzo, resiliencia, valentía, optimismo e ilusión… Era un relato apasionante, además. Es un libro del que estoy muy orgulloso como autor al ser la primera biografía publicada de una jugadora del Barça. Es todo un hito», nos cuenta Corpas.
Para Andrés Corpas, si se ha de rescatar una imagen icónica de la trayectoria de Vicky Losada es la del Mundial en Francia en 2019, en el partido contra Estados Unidos, la gran campeona, «con el ojo morado, tras recibir un golpe. Ella quería seguir, y eso que no veía por ese ojo. Lloraba de dolor, pero no se dio por vencida. Ha sucedido igual con estas jugadoras ahora en la Copa Mundial: no se han venido abajo, ni se han amedrentado. Han seguido mejorando, creciendo y luchando hasta llegar aquí. No tienen límites y se encargan de demostrarlo. Tanto ellas como las jugadoras de las selecciones inferiores. Tiene muchísimo mérito». Esa valentía es precisamente el aspecto más destacado que encontrará el lector de Vicky Losada. Capitana, el «dejar de tener miedo. Es la clave en su carrera y es la cualidad que más me gusta de ella. No tuvo miedo en irse a Estados Unidos cuando nadie iba allí, encima sola y sin conocer a nadie, ni cuando firmó por el Arsenal y se convirtió en un referente, tampoco cuando le propusieron ser capitana del Barcelona y liderar el cambio, o cuando decide en el libro abrir su corazón y contar su historia personal. Es una gran lección: en esta vida, perder el miedo trae muchas alegrías. Es la recompensa ante la valentía», sentencia Andrés Corpas. Valentía que también les sobra a las actuales componentes de la selección absoluta femenina, que ha pasado del dolor y la derrota de ese doloroso ojo morado de Vicky Losada hace cuatro años a ser campeonas del mundo.