'Reality', el filme que recrea el interrogatorio a la exmilitar que filtró la injerencia rusa en EEUU
El debut en el cine de Tina Satter traslada palabra por palabra la conversación del FBI con Reality Winner
Realidad y ficción son conceptos susceptibles a la confusión. Hay numerosos ejemplos de ello en el cine. El más destacable de los últimos tiempos es el de la película Reality, dirigida por Tina Satter, que debuta en la gran pantalla con ella. El título del thriller, «Realidad» en inglés, no se refiere solo al término «realidad». Nos lleva directamente al nombre de la protagonista de esta historia: Reality Winner. Una protagonista que existe en la vida real, y que en la pantalla vive de la mano de la actriz Sydney Sweeney. La película la podemos ver en España en Filmin, donde ha sido estrenada directamente, sin pasar por las salas.
Reality Winner fue una trabajadora de la Agencia de Seguridad Nacional norteamericana (NSA, por sus siglas en inglés) que saltó a la fama en 2017. Lo hizo por filtrar un documento clasificado sobre la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Fue condenada por violar la Ley de Espionaje y sentenciada a más de cinco años de prisión. Entonces se generó un debate sobre si era una denunciante que buscaba proteger la democracia norteamericana o, en su lugar, suponía una amenaza a la seguridad nacional. Un sábado 3 de junio de 2017, la joven de 25 años fue interrogada en su casa por el FBI. Ese es el momento al que nos traslada exactamente la película, que recrea palabra por palabra lo que se dijo en aquel interrogatorio. Comienza entonces una enigmática conversación y pronto la vida de Reality empieza a desentrañarse.
Una transcripción y una obra de teatro
Reality, que fue presentada en la sección Panorama de la Berlinale, se basa en la obra de teatro Is This a Room, escrita y dirigida por Tina Satter. En ella, la directora ya recreaba la conversación real entre los agentes del FBI y Reality Winner, una extraductora de la NSA, acusada de filtrar información clasificada sobre las injerencias rusas en las elecciones presidenciales de 2016, de las que salió victorioso y con polémica Donald Trump. Winner fue condenada a cinco años y tres meses de prisión, marcando un hito en las condenas por filtración no autorizada de información gubernamental. Una condena ejemplar para que a nadie se le ocurriera volver a filtrar nada del estilo a la prensa.
La película es un proyecto creativo significativo para Tina Satter, quien se puso en contacto con la familia de Winner después de su condena en 2018. Entonces tuvo la oportunidad de hablar con la protagonista después de su liberación en 2021. Reality destaca por utilizar la transcripción literal de la conversación del FBI con Winner como su guion, acompañada de elementos auténticos como documentos oficiales y publicaciones en redes sociales. Tanto en la obra de teatro como en la posterior película, Satter lo que hace es trasladar, palabra por palabra, lo que se dijo en aquel interrogatorio, incluidos los silencios del contenido censurado en la transcripción. Con eso, la directora logra un clima angustioso. Por momentos, incluso asfixiante. La joven al principio no sabe a lo que se enfrenta, y se va dando cuenta poco a poco del lío en el que se ha metido.
La reivindicación de Sydney Sweeney
El reparto de Reality no es demasiado extenso, pero los actores elegidos para esta pequeña película independiente son perfectos. Josh Hamilton (conocido por The Walking Dead) y Marchánt Davis (The Day Shall Come) interpretan a los dos agentes del FBI que más tiempo pasaron con la interrogada. La interpretación más sorprendente es sin duda la de Sydney Sweeney, que se pone en la piel de una Reality Winner que ve cómo su vida se derrumba en unas horas.
A la actriz de 26 años ya la habíamos visto antes en la grande y la pequeña pantalla. Muchos la recordarán por su paso por series como Euphoria o The White Lotus, y también por apariciones en películas como Érase una vez en Hollywood. Sin embargo, siempre había adoptado un papel más discreto, pero en Reality recae sobre ella todo el peso de la película. Coge una apuesta arriesgada, como es interpretar un diálogo que no fue escrito para una obra de ficción, sino que fue espontáneo, y la hace totalmente suya.
El nombre de Reality Winner pasará a la historia por revelar al mundo, precisamente, una realidad incómoda. Al menos, para la administración que había salido victoriosa de las elecciones presidenciales de 2016. Un documento clasificado que vio la luz por la valentía, para algunos, o irresponsabilidad, para otros, de una mujer que ha pagado con creces su osadía. La película de Tina Satter no es más que un documento más sobre esta historia que plantea más preguntas que respuestas. Eso y la reivindicación de una actriz que llama a la puerta para derribarla.