Cinco películas que debes ver si te gustó 'Nowhere'
El survival como género ha sufrido una gran transformación a lo largo de la historia del cine
Escena de la película 'A Lonely Place to Die'. | TO
Sobrevivir con todo en contra es un tópico del cine. Aquí algunas recomendaciones que no son muy conocidas.
Nowhere es el nuevo exitazo de Netflix. La película de Albert Pintó (Malasaña 32) se ubica en el primer lugar de lo más visto en España y en diferente partes del mundo, según los números que maneja el servicio de streaming. ¿Las razones? Los espectadores se sumergen en la angustiante travesía de Mía (Ana del Castillo), una embarazada que queda atrapada en un contenedor.
La cinta, de rápido consumo (1 hora y 49 minutos), transita por lugares conocidos si ya has visto survivals en los que los personajes deben apañárselas con muy poco para sobrevivir en ambientes peligrosos o inhóspitos. De manera que la originalidad no es lo que brilla en la película española, sino la combinación de esos elementos conocidos y, sobre todo, la efectiva actuación de la protagonista.
La premisa del largometraje es la siguiente: embarazada, sola y a la deriva en el mar, una mujer encerrada en un contenedor de mercancías trata de sobrevivir tras escapar de un país totalitario devastado. Este es el tráiler:
El survival como género ha sufrido una gran transformación a lo largo de la historia del cine. En un momento parecía estar atado al terror (sobrevivir a asesinos o presencias extrañas es un subgénero de hecho), para luego abrirse a caminos más experimentales, como sucedió con la brillante 127 horas (Danny Boyle), nominada a 5 premios Oscar. Pero, independientemente de la corriente que represente, hay convergencias en estas producciones: seres aislados con un mínimo de posibilidades para salir airosos de la hostilidad.
En Nowhere, Mía trata de escapar de una ciudad distópica y autoritaria, que parece separar a los hijos de sus padres (o matarlos), y en el camino queda atrapada en un contenedor que, por cosas del destino, deambulará por el mar. Con pocos materiales a disposición, esta mujer no solo debe hacerse cargo de su destino sino también de la criatura que viene en camino.
El final de la cinta no está a la altura de su desarrollo y si bien todo lo que pasa suena a reciclaje, Pintó se las arregla para, con pocos recursos, ser efectivo. No es una película memorable, sin embargo cumple con su objetivo de entretener. Ahora, veamos otras obras de este tipo, poco conocidas, que te podrían interesar si disfrutaste Nowhere.
A Lonely Place to Die (2011)
Una de las películas más sorprendente de las últimas tres décadas, esta producción dirigida por Julian Gilbey (The ABCs of Death 2) no le da respiro al espectador. Es una cinta que combina diferente géneros, hasta que desemboca en un thriller policial. Sin embargo, mientas vamos entendiendo qué diablos está pasando, Melissa George se come la pantalla interpretando a una alpinista que debe sacar todos los trucos posibles en las intrincadas montañas escocesas para luchar por su vida.
Hasta que los pies me lleven (2001)
Hardy Martins dirige esta extraordinaria película, que fue un éxito en Alemania y está basada en el best seller de Josef Martin Bauer. La premisa es sencilla: un teniente alemán, Clemens Forell (Benhard Bettermann), es apresado por las tropas rusas y es enviado a un Gulag (campo de trabajo forzado), donde la mayoría de prisioneros mueren por el frío invierno y las terribles condiciones laborales en las minas. Pero, nada parece quebrantar el espíritu de Forell, quien le prometió a su hija y esposa que regresaría a casa con vida.
La cinta está basada en un hecho real, pero lo que más impresiona en esta producción germana es el detallado trabajo en las estepas rusas. En la trama, Forell no solo deberá lidiar con un medio ambiente difícil, también debe superar el maltrato del teniente coronel Kamenev, experto en quebrantar la voluntad de los detenidos hasta llevarlos a la muerte.
Tocando el vacío (2003)
Kevin Macdonald, quien dirigió a la laureada El último rey de Escocia, se encarga de esta adrenalítica película basada en un hecho real: la expedición de Joe Simpson y Simon Yates a la montaña Siula Grande, de la Cordillera Huayhuash, en los Andes. Se trata de un pico peruano de 21.000 pies de altura. Ambos escaladores tenían mucha experiencia, por eso hicieron caso omiso a las advertencias sobre la peligrosidad de la misión.
No obstante, cuando uno de los atletas se rompe una pierna, la cosa se pone realmente fea. Esto sucedió en 1985, pero Macdonald lo recrea, usando un curioso estilo de documental, echando mano de los propios protagonistas de la historia y a dobles de riesgo. Es una de las películas más emocionantes que verás en tu vida.
El oso (1988)
El polifacético director francés Jean-Jacques Annaud se embarcó en esta empresa que parecía imposible: relatar la odisea de un oso huérfano. La historia tiene a dos protagonistas: Youk, que se ve obligado a sobrevivir en un medio muy hostil luego de la muerte de su madre y Kaar, un oso Kodiak, que lo adopta. A partir de allí, veremos cómo estos dos compañeros deben sortear a los tramperos y al mismo bosque.
Si bien es una película inocente, a la vista de nuestra actualidad, la incluimos aquí por su rareza, por ser dirigida por un ganador del Oscar (Negros y blancos en color) y porque se puede disfrutar en familia.
Julianes Sturz in den Dschungel (1999)
Otro gran director se lanza a narrar una extraordinaria historia de supervivencia. El alemán Warner Herzog , nominado al Oscar por el documental Encuentros en el fin del mundo, recrea lo acontecido a Juliane Koepcke, una zoóloga y bibliotecaria, única sobreviviente a un accidente aéreo, ocurrido el 24 de diciembre de 1971.
Herzog se embarca en un viaje para encontrar los restos del avión de LANSA y con la sobreviviente, repasan los acontecimientos. La narración de Wings of hope, como se tradujo al mercado estadounidense, es simplemente escalofriante. Resulta increíble que esta mujer, con fracturas y sin ningún tipo de alimento, haya logrado salir airosa de la selva suramericana.
