'Cocina con química': Brie Larson brilla en la adaptación de la novela de Bonnie Garmus
El fenómeno literario del año pasado ya está en la pequeña pantalla gracias a una miniserie de Apple TV+
Lecciones de química, el debut literario de Bonnie Garmus, fue en 2022 el mejor libro del año para numerosas publicaciones, entre ellas The Guardian, The Times, Newsweek, The New York Times y The Washington Post. Ahí es nada. Traducida a casi 40 idiomas, supuso todo un fenómeno literario e inmediato cuando se lanzó, hace ahora algo más de un año. Su adaptación a la televisión –Cocina con química, el título en español de la serie adaptada– va camino de lo mismo. La miniserie puede verse en Apple TV+.
Cocina con química cuenta la historia de Elizabeth Zott (Brie Larson), una madre soltera y estrella a su pesar del programa de cocina de televisión más seguido de Estados Unidos. El enfoque inusual de Elizabeth para cocinar –combinar una cucharada de ácido acético con una pizca de cloruro de sodio– resulta revolucionario. Elizabeth no es un ama de casa al uso de mediados de siglo XX en Estados Unidos, también es una excelente química, aunque –eso sí– frustrada. A medida que su éxito aumenta lo hacen también sus enemigos, porque esta mujer no sólo está enseñando a las mujeres a cocinar, sino también a alterar el orden establecido.
Para no cerrar los ojos
Lo de Cocina con química es para no cerrar los ojos. Ni un momento. Pasan cosas constantemente, algo que en una etapa en la que la capacidad de atención está en caída libre es de agradecer. Hay de todo, incluso un episodio narrado por un perro. Sí, por un perro, y esta ha sido una de las cosas más comentadas sobre la serie. Sin embargo, esta concatenación de eventos –en una sola temporada se abarcan más de siete años– puede resultar confusa. Y, sobre todo, una oportunidad perdida para profundizar en los personajes.
La ambientación –la serie arranca en los años 50 y termina en los 60– es buena, propia del sello Apple, que acostumbra a ofrecer a sus clientes series y películas con un sello de autor. Los personajes son todos verosímiles, y el elenco escogido da el pego. Un cóctel compuesto por cocina –poca, para qué engañarnos, a pesar de que el título en español de la serie la ponga de relevancia–, ciencia, una bonita historia de amor y una buena dosis de feminismo. Un feminismo que tiene su mayor expresión en el personaje de Elizabeth Zott, protagonista absoluta de esta historia, y que tiene en la actriz que la interpreta a su mejor aliada.
La verdadera joya de Cocina con química
Cuando leemos un libro, tendemos a ponerle cara a los personajes. A veces son personas que conocemos, otras rostros totalmente imaginados, y otras muchas, incluso, caras de actores y actrices famosos. Brie Larson es, sin duda, el rostro que le habríamos puesto a Elizabeth Zott leyendo Lecciones de química. Es la auténtica joya de la serie que adapta la novela, Cocina con química.
Larson, que despuntó internacionalmente por su papel en La habitación en 2015 –rol que le valió un Oscar– es, para muchos, la capitana Marvel. Algunos la han encasillado en aquel universo, pero su versatilidad le permite salirse de esa casilla cuando considera. Lo mejor de Cocina con química es ella, que consigue darle verosimilitud a un personaje totalmente inverosímil en la época en la que está ambientada esta serie. No es que hubiera pocas mujeres científicas en los 50, es que las que había estaban silenciadas y, de ninguna de las maneras, presentaban un exitoso programa televisivo de cocina.
La transición del personaje de Elizabeth Zott de científica que no puede prosperar en un mundo repleto de hombres –con su consiguiente frustración– a presentadora de éxito que empodera a su audiencia a ser algo más que un ama de casa es espectacular. En eso hay cierto paralelismo con la capitana Marvel, aunque con colores pastel.