‘Mujer, Vida, Libertad’, el cómic que conmemora la revolución del velo en Irán
Marjane Satrapi, autora de ‘Persépolis’, regresa con un libro colectivo en el que participan Paco Roca y Patricia Bolaños
Su historia dio la vuelta al mundo. El 13 de septiembre de 2022, mientras Mahsa Amini estaba de visita en Teherán con su hermano, la llamada policía de la moral la introdujo a la fuerza en una furgoneta, la golpeó varias veces y se la llevó al centro de detención de Vozara. ¿Su crimen? No llevar bien el velo y dejar que su pelo asomara por debajo. Tras una brutal paliza, Masha entró en coma y fue traslada en ambulancia al Hospital Kasra de la capital iraní. Murió, bajo custodia, tres días después de una fractura en la cabeza. Tenía tan solo 22 años. Su muerte, afirma Marjane Satrapi, «desató una oleada de protestas en todo el país que se transformó en una revolución feminista apoyada por los hombres».
Un año después, en homenaje a aquel movimiento feminista que se expandió a las principales ciudades del país en diversas protestas, que desencadenaron, a su vez, fuertes represiones con numerosas detenciones y ahorcamientos de sus participantes, Satrapi coordina Mujer, Vida, Libertad (Reservoir Books), un cómic colectivo para el que ha reunido a tres especialistas –el politólogo Farid Vahid, el periodista Jean-Pierre Perrin y el historiador Abbas Milani- junto a 17 de los mejores talentos del cómic iraní e internacional, entre los que se encuentran los españoles Patricia Bolaños y Paco Roca.
Con ambos, cuentan, contactó por mail la propia artista. «En un principio pensé que era un timo» –comenta Bolaños–. «Que una persona a la que admiro tanto y cuya obra ha significado tanto para mí, de repente me estuviera preguntando si quería participar en un proyecto tan importante, me pareció increíble». De hecho, Satrapi, que se dio a conocer en 2002 con la exitosa publicación de Persépolis, un cómic autobiográfico de su día a día en Irán, se había despedido de su carrera como historietista en 2004, enfocándose más en la dirección de cine con la adaptación homónima de aquel libro y de otros títulos como Las voces o Madame Curie.
Más allá del entretenimiento
Ahora, con el doble objetivo de devolver a la actualidad la realidad iraní y la vocación de transmitir a sus habitantes que no están solos, Satrapi consiguió reunir a todo un equipo de artistas talentosos. Uno a uno, fue ella la que se encargó de contactarles. A Roca la propuesta le pilló, no obstante, en un momento complicado. «Tenía que terminar un cómic, había tenido un desprendimiento de retina, era como la tormenta perfecta, pero son cosas que no puedes decir que no: por quién te lo pide y por el tema», comenta.
«Además» –continúa– «participar en un libro así, cuando empiezas a ver la cantidad de autores a los que siempre has admirado que fueron y siguen siendo una revolución dentro del cómic europeo y del cómic mundial, como Joann Sfar o Pascal Rabaté, es casi un regalo. Cuando yo estaba empezando si me hubiesen dicho que iba a trabajar en un equipo así no me lo habría creído».
Roca, que actualmente se encuentra de promoción por su último cómic, El abismo del olvido (Astiberri), y que en este libro firma dos de las historias, es de la opinión de que es muy necesario utilizar el cómic para otra cosa que no sea solo el entretenimiento. «Nunca sabes hasta que punto un libro puede cambiar las cosas. Pero los cambios sociales siempre vienen de abajo hacia arriba y es importante crear elementos que lleven a la reflexión a las personas, a plantearse cosas y a comprender otros puntos de vista. En ese sentido el cine, los libros, los cómics, las obras de arte, son las herramientas que consiguen un mayor cambio. A veces, de manera no paternalista y a través de las emociones, hacen que nos demos cuenta de determinados aspectos. Estamos ya vacunados de las malas noticias, todos los días hay grandes desgracias y casi que nos resbalan ya por encima, pero este tipo de libros consiguen que la gente reflexione».
«Hay tantos conflictos en el mundo que parece que se van diluyendo rápidamente y se nos olvidan muy pronto» –interviene Bolaños–. «Pasa con Ucrania y pasa con Irán. La revolución empezó hace un año y ya nadie se acuerda de esto. No sé cuánto impacto habrá tenido que hace un mes murió otra chica por lo mismo que Mahsa Amini, golpeada por la policía de la moral por no llevar bien puesto el velo. Afortunadamente, reconocimientos como el Premio Nobel de la Paz, que este año se le ha dado a la defensora de los derechos humanos iraní, Narges Mohammadi, ayuda a poner encima de la mesa esta revolución tan necesaria».
En busca de pequeñas victorias
Con 45.000 mil ejemplares ya vendidos en Francia, Mujer, Vida, Libertad funciona como un libro coral donde Satrapi, además de asumir su coordinación, participa de un modo más bien moderado, con varios dibujos, la cubierta, algunos textos y su intervención como protagonista en la última historieta, un interesante diálogo junto a Perrin y Vahid, sobre la situación actual del país. Entre medias, son muchos los temas que sus autores abordan, desde la muerte de Mahsa Amini, hasta nuestros días, pasando por las revueltas, la censura o la brutal represión. «Uno de los logros de este libro es que te da muchísima información de muchos de los temas para que te hagas una idea general de lo que está ocurriendo ahora, pero también de por qué y de dónde viene el conflicto con el régimen», señala Bolaños.
Historias como la de los hijos de los oligarcas iraníes, los conocidos como aga zadeh o «niños mimados» del régimen, a los que la artista española, afincada en Nueva York, da vida. «Tuve la duda de cómo aproximarme a esta historia sin frivolizarla, cómo conseguir que mostrase uno de los peores pecados que puede tener la sociedad iraní y que ellos detestan, que es la hipocresía» –dice–. «Me planteé, en medio de esta revolución feminista en la que se está matando a chicas jóvenes por no querer llevar el velo, cómo son las reacciones de estas chicas ricas que no cumplen las leyes mientras los padres forman parte de esta policía de la moral, qué les pasa a ellas por la cabeza».
O como las alumbradas por Roca, como las revueltas estudiantiles o el significado de los mártires en el régimen iraní. «Son historias de mujeres que tienen difícil acceso a la universidad, muy limitado, pero una vez dentro siguen siendo tratadas como en otra época» –comparte el autor de Arrugas–. «Uno de los ejemplos que me dieron fue esa segregación que hay a la hora de comer de separar a los estudiantes de las estudiantes. No ocurrió tal y como lo cuento, pero yo fui mezclando hechos que habían ocurrido. Siempre es complicado encontrar el enfoque. A veces es necesario contar algo muy sencillo pero que sea muy emotivo. Igual un enfoque más periodístico se te comería el espacio. A mí me gustan esas pequeñas victorias que representan mucho, y que, muchas veces, son la chispa que hacen que la batalla vaya creciendo hasta conseguir el objetivo». Por de pronto, en Irán, continúa la lucha por la libertad.