Los mejores libros de 2023, según Daniel Capó
El escritor ofrece una selección de sus lecturas favoritas a lo largo de este año
Peter Englund, Noviembre 1942 (Debate)
La intrahistoria del mes más importante de la Segunda Guerra Mundial, contada exclusivamente a partir de los diarios, las cartas y las memorias de las personas que lo vivieron.
A primeros de noviembre de 1942, parecía que las potencias del Eje todavía podían ganar la Segunda guerra mundial; antes de terminar ese mes era obviamente una cuestión de tiempo que fueran derrotadas. Entremedias había pasado el-Alamein, Guadalcanal, los desembarcos aliados en el norte de África, la retirada japonesa de Nueva Guinea y el avance soviético que rodeaba al Sexto Ejército alemán en Estalingrado. Puede que hayan sido los 30 días más importantes del siglo XX. En esta innovadora y fascinante obra, el sueco Peter Englund ha concentrado un momento histórico clave en su componente fundamental: la experiencia humana.
Erik Varden, Castidad (Encuentro)
¿Todavía hay gente que crea en la castidad? ¿Puede un representante de una Iglesia puesta en jaque por los escándalos de abuso tener algo sensato que decir sobre el tema? Erik Varden ha dado una respuesta positiva al ofrecernos este libro honesto y hospitalario, que es sabio sin ser moralista. La castidad no niega el sexo, en cambio orienta nuestro instinto vital hacia su fin sobrenatural. Una visión verdaderamente cristiana de la castidad abraza al ser humano en su integridad, comprende su anhelo de plenitud, libertad y fecundidad. Con frecuencia intuimos que nuestro cuerpo apunta hacia algo que lo trasciende.
Toda aparente satisfacción de un deseo es dolorosamente provisional. ¿Cómo podemos alcanzar la plenitud? Esta es la pregunta que está en el corazón de este libro que propone pistas insospechadas —y hermosas— para encontrar la respuesta.
José Carlos Llop, Gomila 70’s (Camper)
En estas páginas, el autor rememora la animada escena de la plaza Gomila en los años 70, donde actores y músicos se entrelazaban con la vida cotidiana de residentes locales, turistas y marineros estadounidenses en icónicos establecimientos de la zona. Cada trozo de la plaza o cada bar que describe Llop forma parte de una educación sentimental.
Según el escritor existen dos ciudades que se encierran en la natal: la heredada o tradicional, que es la mostrada por los padres y abuelos y la ciudad de años después, ya alejada de la niñez, la que uno experimenta por sí mismo.
Rebecca Donner, La frecuente oscuridad de nuestros días (Libros del Asteroide)
Nacida y criada en Estados Unidos, Mildred Harnack estudiaba un doctorado en Alemania cuando asistió al meteórico ascenso del Partido Nazi. En 1932, junto a su marido Arvid Harnack, impulsó la creación de un grupo clandestino que en 1940 se había convertido en el mayor grupo de resistencia antinazi de Berlín. Mildred reclutaba a nuevos miembros, ayudaba a escapar a judíos, planeaba actos de sabotaje y, tras el estallido de la segunda guerra mundial, espió para los aliados hasta que fue descubierta; fue condenada a seis años de internamiento en un campo de concentración, pero finalmente Hitler ordenó que fuera ejecutada.
En este apasionante libro basado en una historia real, una de las obras de no ficción más premiadas y aplaudidas de los últimos años, Rebecca Donner, descendiente de Mildred Harnack, combina magistralmente elementos de la novela, la biografía y el thriller.
Evgueni Vodolazkin, Historia de una isla (Armaenia Editorial)
Esta maravillosa novela de Evgueni Vodolazkin, descrita por la crítica como la coda de su bestseller Laurus, se presenta como una crónica de una isla desde la época medieval hasta la moderna. La isla no está en el mapa, no se puede encontrar en los libros de Historia, pero los acontecimientos son dolorosamente reconocibles.
Los cronistas monásticos narran los hechos de los que son testigos: búsquedas de poder, traiciones, guerras civiles, pandemias, sequías, invasiones, innovaciones y revoluciones. Todo aparentemente objetivo, pero al menos uno de los monjes redacta y oculta simultáneamente una historia «verdadera», que será descubierta siglos después. Estas crónicas reciben los comentarios de una pareja de ancianos que fueron los antiguos gobernantes de la isla.
Jon Fosse, Septología: obra completa (Conatus)
En esta edición se han recopilado los tres volúmenes que componen Septología, la gran obra de Jon Fosse: El otro nombre, Yo es otro y Un nuevo nombre. ¿Cómo llegamos a conocernos? ¿Qué significan los otros en nuestras vidas? Asle, un pintor viudo que vive solo en un fiordo noruego, observa su vida entera con la mirada fija en el flujo del mar. No se trata de la nostalgia de un recuerdo, se trata de una observación meticulosa que busca dónde ha fallado.
Ha sufrido la adicción, la incomprensión de una sociedad cerrada y su propia oscuridad como artista pero es el amor hacia Ales lo que le obliga a ir más allá del mundo más cercano. Septología es una apasionante novela sobre el sentido de la existencia escrita con una voz hipnótica y única. Un libro que pasará a la historia por dar un paso más en la representación de la consciencia.
Pascal Quignard, El amor el mar (Galaxia Gutenberg)
A mediados del siglo XVII, el reino de Francia se ve sacudido por las epidemias, las protestas de los hambrientos, las piras de los renegados y las revueltas contra el poder monárquico, mientras toda Europa malvive devastada por unas guerras de religión que duran ya décadas y parecen interminables.
Sobre este escenario dantesco, la música aparece como refugio de lo sublime. En el centro, Johann Jakob Froberger, organista, clavecinista y compositor alemán que estudió con Frescobaldi en Roma y a quien Bach reconocía como su maestro. Y junto a él Monsieur de Sainte-Colombe, que nunca quiso que su música se publicara; John Blow, que sería maestro de Henry Purcell; o la princesa Sibylle de Wurtemberg, alumna de Froberger, a quien invita a pasar sus últimos años retirado en su castillo.
Ignacio Martínez de Pisón, Castillos de fuego (Seix Barral)
Madrid, 1939-1945. Muchos luchan por salir adelante en una ciudad marcada por el hambre, la penuria y el estraperlo. Como Eloy, un joven tullido que trata de salvar de la pena de muerte a su hermano encarcelado; Alicia, taquillera en un cine que pierde su empleo por seguir su corazón; Basilio, profesor de universidad que afronta un proceso de depuración; el falangista Matías, que trafica con objetos requisados, o Valentín, capaz de cualquier vileza con tal de purgar su anterior militancia. Costureras, estudiantes, policías: vidas de personas comunes en tiempos extraordinarios.
Castillos de fuego es una novela que encierra más verdad que muchos libros de Historia y que transmite el pulso de un tiempo en el que el miedo casi arrasa con la esperanza que, de forma natural, se abre camino entre la devastación. Una época de reconstrucción en la que la guerra ha acabado solo para algunos pero en la que nadie está a salvo, ni los que se alzaron a los pies del dictador ni los que lucharon por derrocarlo.
Enrique García-Máiquez, Gracia de Cristo (Monóculo)
Los Evangelios dicen de Cristo que se entristece, que llora, ¡incluso que se enfurece y se indigna, pero no llegan a decir nunca que sonría. Es como si hubiera asumido todas las expresiones humanas salvo la risa, lo cual ha hecho pensar prolijamente a los teólogos: ¿cómo es posible que Cristo, perfecto hombre, no haga algo tan específicamente humano como (son)reírse? ¿No es ya eso una broma? G.K. Chesterton terció en este debate afirmando que Dios había ocultado su alegría al hombre porque era algo demasiado grande para mostrárselo.
En Gracia de Cristo, Enrique García-Máiquez, que es chestertoniano para todo salvo para esto, contradice al maestro y sostiene, primero, que basta una lectura atenta de los Evangelios para imaginar las (son)risas de Jesús y, segundo, que Éste no sólo reía sino que fue, además, lógicamente, el perfecto humorista: no dejó ni uno de los géneros sin cultivar, ni siquiera los humores marrón y negro.
Álvaro Petit, Lograr el amor es alcanzar a los muertos (Siltolá)
Álvaro Petit demuestra en este libro que la reflexión sobre los temas eternos, siempre que se hable desde la verdad, como en este caso, es la mejor guía para explorar las zonas desconocidas de nuestras almas.
Quizá, desde la posguerra española y algunas de sus obras más significativas, y ya ha pasado mucho tiempo, no se abordaba de manera tan absoluta el tema de la muerte.