Segunda oportunidad para 'Los asesinos de la luna', el wéstern redentor de Martin Scorsese
Apple TV+ ha decidido adelantar su estreno en abierto para suscriptores y aprovechar la ola que traerán los Óscar
En octubre llegaba a las salas de cine Los asesinos de la luna, la película dirigida por Martin Scorsese y protagonizada por Leonardo DiCaprio —comparte pantalla con Lily Gladstone, Robert De Niro y Jesse Plemons, entre otros—. Desde entonces ha sido considerada un fracaso comercial. Tal vez sea por sus casi tres horas y media de duración (algo cada vez más habitual) o por su discreta promoción, pero comercialmente ha sido, efectivamente, un fracaso. Por ponerlo en contexto: a pesar de contar con un presupuesto de 200 millones de dólares, la película solo ha logrado recaudar unos 156 millones. Por lo que se ha convertido en la producción menos exitosa en términos de taquilla de la colaboración entre Scorsese y DiCaprio.
Sin embargo, y desde hace apenas unos dos días, tiene su segunda oportunidad en streaming. Apple TV+ ha decidido adelantar su estreno en abierto (para suscriptores). Puede así aprovechar la ola que traerá consigo la lista de películas nominadas a los Óscar, que se conocerá el próximo 23 de enero. Si hacemos caso a las quinielas, Los asesinos de la luna debería ser una de las producciones con más nominaciones.
Los asesinos de la luna, película de que ya hemos hablado en las páginas de THE OBJECTIVE, está basada en un libro que, a su vez, está basado en una historia real. En los años 20 del pasado silo, la comunidad india de los Osage en Oklahoma se convirtió en la población de mayor renta per cápita del mundo. Fue gracias a la riqueza petrolera bajo sus tierras. Sin embargo, una serie de violentas muertes y desapariciones, especialmente en la familia de Mollie Burkhart, desencadenaron un espiral de violencia. Tres de las hermanas de Burkhart fueron asesinadas de manera misteriosa, y otros miembros de la tribu también murieron en circunstancias sospechosas. Ante la falta de avances en la investigación, el FBI intervino. Este se convirtió entonces en uno de los primeros grandes casos de homicidio resueltos por la oficina federal de investigación.
Otro tipo de wéstern
Los asesinos de la luna es un wéstern, aunque distinto a los que dirigía John Ford. Los crímenes que pone sobre la mesa son el retrato del auténtico Salvaje Oeste, aunque esta vez en pleno siglo XX. A sus 81 años, Martin Scorsese ha rodado todo tipo de películas, pero nunca había hecho un wéstern. Y no hay razón para no hacerlo. A fin de cuentas, lleva décadas reescribiendo el relato triunfal del sueño americano, llenándolo de matices, de aristas.
La historia de los asesinatos indiscriminados de la población Osage —asesinatos que responden, únicamente, a una codicia desmedida incluso para los States— son también historia de Estados Unidos. Una historia algo menos reciente que el asesinato de Martin Luther King Jr., pero igualmente cercana en el tiempo. Una historia que merece ser contada, que coloca a los estadounidenses frente a un espejo resquebrajado. Una película redentora, para algunas, aunque insuficiente para otros tantos.
¿Una perspectiva demasiado blanca?
Como en cualquier película que trate un conflicto racial, especialmente en Estados Unidos, con Los asesinos de la luna ha surgido, irremediablemente, la polémica. Al fin y al cabo, hablamos de un país con numerosas heridas abiertas en este sentido. Una nación todavía traumatizada. Mientras que algunos han alabado el espíritu de justicia de la película, que pone en el foco el tutelaje y el racismo hacia los pueblos nativos de Estados Unidos por parte de los blancos, hay quien no está de acuerdo.
Por ejemplo, la actriz nativa mohawk Devery Jacobs, conocida por su papel en Reservation Dogs, que expresó en sus redes sociales fuertes críticas, describiendo la experiencia de ver la película como «dolorosa, agotadora e innecesariamente gráfica». Jacobs lamentó entonces la falta de dignidad en la representación de las muertes reales de personas indígenas. Reconoció, eso sí, el interés cinéfilo de la película. Cómo no hacerlo, pero dice que no es suficiente. «No me puedo creer que haya que decir esto, pero la gente indígena existe más allá de nuestra pena, trauma y atrocidades», expresa, poniendo de relevancia lo único que, para ella, se salva: las interpretaciones de los nativos. «Muchos Wazhazhe han hecho un maravilloso trabajo en esta película, pero habría preferido ver una película de 200 millones de dólares de un cineasta Osage contando esta historia», aseveró.
¿Gozan los personajes blancos de la película de una mayor profundidad que los indígenas? Generalmente, sí. Ahí hay que darle la razón a Jacobs. La excepción es la de la gran protagonista, Mollie, interpretada magistralmente por Lily Gladstone. Es la gran revelación no solo de la película, sino de la temporada cinematográfica. Su Óscar —casi asegurado— no respondería a cuestiones meramente raciales, sino que sería el reconocimiento a una de las grandes interpretaciones del año. Y, si no, juzguen ustedes mismos. La película ya está disponible en streaming, es su segunda oportunidad. No perderán el tiempo —las casi tres horas y media—, es una de las películas del año, aunque no haya sido el mayor éxito comercial de Martin Scorsese.