'Cuadernos de guerra': Marguerite Duras en carne viva
Tusquets publica un volumen con textos autobiográficos inéditos de la autora francesa escritos entre 1943 y 1949
Un cuaderno rosa, otro beige… El dolor, la guerra, la soledad, la ausencia del amado, todo lo que tenía dentro Marguerite Duras, ya fuera real o imaginario, lo estampaba en negro sobre blanco en una serie de cuadernos que hoy ven la luz, ampliando y dando contexto a su extensa obra.
Cuadernos de la guerra y otros textos, que Tusquets Editores acaba de publicar, está formada por una recopilación de notas autobiográficas y por seis textos inéditos hasta este momento. En más de 400 páginas la autora francesa se abre en canal: su intimidad, sus pasiones, sus alegrías o sus seres queridos desfilan por estas hojas en carne viva.
Los escritos que conforman el volumen fueron escritos entre 1943 y 1949, durante la Segunda Guerra Mundial y los primeros años de la posguerra, y fueron guardados durante décadas en su casa de Neauphle-le-Château. En 1995, poco antes de morir, los legó al Institut Mémoires de l’Édition Contemporaine.
Junto a los textos autobiográficos, donde abundan los momentos de su niñez y primera juventud en Indochina, y a partir de los cuales podemos conocer los momentos más dolorosos de su vida (la muerte de su hijo y de su hermano, la Resistencia, el nacimiento de su segundo hijo…) destacan esbozos de lo que luego serían novelas famosas como Un dique contra el Pacífico.
Como escriben Sophie Bogaert y Olivier Corpet, editores del volumen, no se trata de trabajos fragmentarios e inconexos, ya que todos están conectados de alguna manera y forman una única obra, ya no solo entre todos los textos del libro, sino con el resto de publicaciones de Duras. Personajes, lugares y motivos pasan de un escrito a otro, revelando de paso el proceso de creación y escritura a lo largo del tiempo.
Vida y literatura
Los cuatro cuadernos que forman el recopilatorio tienen títulos propios: Cuaderno rosa marmolado, Cuaderno Presses du XX Siècle, Cuaderno de cien páginas y Cuaderno beige. Este último está compuesto por 92 páginas, muchas de las cuales están desprendidas o rotas, mostrando una redacción a veces discontinua como prueba material del dolor moral que sufrió durante esos años.
Duras nació en la colonia francesa de Indochina, en la actual ciudad de Ho Chi Minh, donde vivió junto a su madre. A los 18 años dejaría el país asiático para estudiar derecho, matemáticas y ciencias políticas en Francia, donde se convertiría posteriormente en una escritora conocida por su estilo experimental y su enfoque revolucionario en temas como el amor y la soledad. Escribió 56 libros, 12 guiones cinematográficos, 19 películas y una serie de trabajos televisivos, una ingente obra que ahora se ve incrementada con estos textos, que no fueron escritos por ella pensando en constituir un volumen.
Mientras que las novelas que publica en las décadas de 1940 y 1950 poseen una forma claramente clásica, siendo pura ficción, los Cuadernos de la guerra destacan por abordar lo íntimo desde una perspectiva literaria, una mezcla de lo real con lo imaginario que culminaría en El amante, una de las novelas de más éxito de Duras (premio Goncourt 1984) y que fue llevada al cine por Jean-Jacques Annaud en 1991 .
En 1939 se casó con Robert Antelme, juntos militaron en la Resistencia y lucharon contra los invasores nazis. Su marido acabó recluido en un campo de concentración en junio de 1944. Cuando fue liberado, la escritora estaba en París y ya había conocido a Dionys Mascolo, que sería su amante.
«Cierro los ojos. Si él volviera nos iríamos al mar. Es lo que más me gustaría. Creo que de todos modos voy a morir. Si vuelve también moriré. Si tocaran el timbre: ‘¿Quién es?’ ‘Soy yo, Robert’. Lo único que podría hacer sería abrir y después morirme».
Esa espera del hombre amado y las reflexiones que Duras anotó esos días en su cuaderno fueron la génesis de otra de las novelas más destacadas de la escritora, El dolor, que se publicó en 1985, una novela cuya génesis podemos rastrear en Cuadernos de la guerra: una obra interesantísima para el admirador de la Duras, pero que es también una delicia para el que se acerque por primera vez a la escritora francesa.