Sandra Lorenzano desvela el arte de sanar las heridas del exilio
La investigadora y escritora ha ganado el XV Premio Málaga de Ensayo por su obra ‘Herida Fecunda’
Sandra Lorenzano | Ángel Medina
La poeta y escritora Sandra Lorenzano, ganadora del XV Premio Málaga de Ensayo, comienza su encuentro con varios medios comentando que es una autora que se considera una ciudadana «argenmex»: de origen argentino que ha vivido desde la adolescencia en México.
Esta acotación no es en vano, en especial al hablarnos sobre su ensayo premiado, Herida fecunda (Páginas de Espuma, 2024), donde explora su propio exilio como un acto donde debe coserse una herida a partir de las experiencias vividas, algo como Frankenstein o, simplemente, una metáfora sobre el poder transformador del vacío en fertilidad.
El título de este ensayo está relacionado con la escritora brasileña Clarice Lispector, exiliada en Brasil de origen ucraniano, quien describía el exilio como una herida fértil, una fuente de luz y crecimiento que debe trabajarse, más allá del dolor.
Un mapa de exilios
Por la forma en que Lorenzano explica su exilio y los exilios de otros en este ensayo, no podía dejar de ser un libro con una estructura híbrida, un collage que se va zurciendo entre ensayo, autobiografía, poesía, cifras migratorias de Amnistía Internacional o referencias literarias de autores como Antonio Machado, María Zambrano, Sylvia Molloy, Walter Benjamin, Cristina Peri Rossi o Clara Obligado. Un ensayo como un mapa de exilios, caminos y búsquedas múltiples, que se encuentran y se desterritorializan, donde las formas de conexión son el deseo de no sentirse desconectado.
Sandra Lorenzano emigró con su familia, desde Buenos Aires a México, cuando tenía 16 años para escapar de la dictadura de Videla. En el escape dejó objetos, amigos, su arraigo y el acento de su lengua. Aunque no sabía qué contar como migrante por no poseer una historia con desaparecidos o violencias directas, el exilio no es una competencia de desgracias: «Seas un privilegiado o no, no se elimina el dolor que se pueda sentir en el proceso», afirma la autora. Esa reflexión llega gracias a un sentimiento que se describe al principio del ensayo: la vergüenza, porque ¿qué se puede contar si lo que se quiere es pertenecer, ser igual a los demás?
Hoy en su voz habitan y se hablan dos idiomas dentro del español, con los cuales moldea su expresión y su estado vital como exiliada, un concepto de no lugar que María Zambrano resumiría como «el exilio como patria». La influencia de la filósofa malagueña en Herida fecunda es notoria, ya que, según Lorenzano, fue su primer acercamiento a la literatura en clases, además de creer que ha sido una de las pensadoras más importantes que ha indagado sobre el exilio y sus reflexiones son de gran importancia para entender cómo, a pesar de lo doloroso y excluyente que pueda ser la migración o el exilio, se puede sacar provecho de ello.
La obra ganadora del XV Premio Málaga de Ensayo no solo aborda la travesía del destierro, también se sumerge en la fuerza del deseo, el eros vital y la creación como sostén frente a la adversidad o la falta de propósito. En nuestro encuentro, Lorenzano cita a la Premio Cervantes 2021, Cristina Peri Rossi, quien ha reflexionado sobre los «idiomas perdidos» como una forma de abrazar otras huellas y de conectarse con la esencia misma de la existencia, el eros. Para Lorenzano, el eros y la poesía son fundamentales, «dos talismanes que sostienen» y, en el caso del eros, puntualmente la libido, es conector porque «se puede sentir en casa en el cuerpo del otro» y no solo desde la sexualidad, como apunta en el ensayo, sino «una conexión profunda con la existencia toda, con el gozo, con la capacidad de sentir, de crear, de abrazar».
La autora de Herida fecunda en su entusiasmo ante los periodistas, nos confirma que cree en la literatura como una forma de confrontar el pasado, reclamar justicia y de darle voz a los miles de silencios que abundan en ella.
Lorenzano en coyuntura Milei
Al referirse al actual gobierno de Argentina, Lorenzano lamentó las acciones que desgastan los derechos fundamentales, entre ellos los vinculados a la cultura, los derechos humanos, la igualdad de género y el respeto a los ancianos.
La autora destacó el temor del gobierno de Milei hacia la cultura, recordando episodios históricos como la quema de libros a lo largo de la historia desde la antigua Biblioteca de Alejandría hasta las prohibiciones recientes en Estados Unidos bajo la administración de Trump.
Lorenzano también hizo hincapié en que las amenazas a los valores democráticos no se limitan a una sola figura política, y expresó su preocupación al encontrar un clima de angustia y ansiedad mayor en la sociedad cada vez que lee noticias o visita Argentina.
