Los huevos frescos deben guardarse directamente en la nevera, según la OCU
La fecha de consumo preferente de los huevos suele ser de 28 días a partir de la fecha de puesta
Los huevos son un alimento básico en la dieta de muchas personas, aportando proteínas, vitaminas y minerales esenciales. Sin embargo, como cualquier producto perecedero, es importante conocer su frescura y fecha de caducidad para garantizar su seguridad y calidad.
En principio, los huevos no tienen una fecha de caducidad, sino una fecha de consumo preferente. Esto significa que, si se almacenan adecuadamente, pueden consumirse de forma segura incluso después de la fecha indicada en el envase. La fecha de consumo preferente de los huevos suele ser de 28 días a partir de la fecha de puesta. Sin embargo, si se guardan en la nevera a una temperatura constante entre 4°C y 8°C, pueden durar hasta 5 semanas sin perder su calidad.
Qué significan los números de la cáscara
Los números impresos en la cáscara de un huevo te dan información importante sobre su origen y las condiciones en que las gallinas fueron criadas. El código se compone de dos partes:
El primer dígito:
- 0: huevos ecológicos: las gallinas han sido criadas en libertad y alimentadas con piensos ecológicos.
- 1: huevos camperos: las gallinas han tenido acceso al aire libre y a un espacio exterior para moverse.
- 2: huevos de gallinas criadas en suelo: las gallinas han vivido en un espacio interior, pero con mayor espacio que las gallinas en jaulas.
- 3: huevos de gallinas en jaulas: las gallinas han estado confinadas en jaulas pequeñas con poco espacio para moverse.
El resto del código:
- Los siguientes dígitos: identifican el país de origen (ES para España) y la granja de procedencia.
- La letra al final: indica el tipo de producción (E para ecológico).
Ejemplo:
Si un huevo tiene el código ES12345E, significa que proviene de una granja española (ES), las gallinas fueron criadas al aire libre (1), la granja tiene el número de identificación 2345, y los huevos son ecológicos (E).
Comparación de marcas de huevos
En un análisis exhaustivo, la OCU ha puesto bajo la lupa la calidad de 30 marcas de huevos frescos, provenientes de gallinas criadas en diferentes sistemas: suelo, camperas y ecológicas. Nuestro objetivo era desentrañar las diferencias entre estas categorías y descubrir qué marcas sobresalen en cada una de ellas.
Gallinas criadas en suelo: opción más económica
Si buscas la mejor relación calidad-precio, los huevos de gallinas criadas en suelo son tu elección ideal. Su precio medio por unidad es de 0,20 euros, y vienen en prácticos estuches de 12 unidades, todos ellos de tamaño L (grandes).
Huevos camperos: variedad de precios y calibres
En el caso de los huevos camperos, encontramos mayor variedad tanto en precios como en calibres. La mayoría de los envases son de docena, con un precio medio de 0,27 euros por unidad. Sin embargo, los precios oscilan entre los 0,19 euros de las marcas blancas y los 0,34 euros de las marcas más exclusivas.
Huevos ecológicos: la opción más costosa
Si la producción ecológica es tu prioridad, prepárate para pagar un poco más. Los huevos ecológicos tienen un precio medio de 0,42 euros por unidad, con precios que van desde los 0,38 euros hasta los 0,57 euros.
¿Cuáles son los mejores huevos del mercado?
Hay algunas marcas se distinguen por calidad y precio por encima de las demás.
- Huevos de suelo: Alipende de Ahorramás (0,18 €/unidad) y Lidl (0,18€/unidad).
- Huevos camperos: Pazo de Vilane (0,26 €/unidad) y Huevos Guillén de Mercadona (0,22 €/unidad).
- Huevos ecológicos: Rujamar (0,41 €/unidad) y Carrefour Bio (0,39 €/unidad).
Pierden frescura y peso de día en día
Desde que sale del nido, el huevo emprende una carrera contra el tiempo, perdiendo frescura con cada día que pasa. Aunque la ley establece un límite de 28 días a partir de la puesta, disfrutar del mejor sabor y calidad implica consumirlo lo más fresco posible.
Sin embargo, no hay que preocuparse si no podemos hacerlo justo después de su puesta. Los consumidores tenemos la garantía de que, hasta la fecha de consumo preferente, los huevos son perfectamente comestibles y conservan un grado de frescura aceptable.
Cómo comprobar si están frescos
- Prueba del agua: sumerge el huevo en un recipiente con agua fría. Si se hunde y se queda en el fondo, está fresco. Si se levanta un poco, aún está bueno, pero su frescura disminuye. Si flota, mejor desecharlo.
- Observación: la cáscara debe estar intacta, sin grietas. La yema, firme y centrada en la clara. La clara, espesa y transparente.
El peso va disminuyendo
Los huevos L, grandes y generosos, con un peso que oscila entre los 63 y 73 gramos, reinan en las cocinas. Les siguen de cerca los M, medianos y versátiles, que se sitúan entre los 53 y 63 gramos.
Sin embargo, en algunos estuches, encontramos una mezcla de calibres, una diversidad que refleja la riqueza del mundo avícola. Todos los huevos, sin importar su tamaño, cumplen con lo que prometen en su etiqueta.
Pero la naturaleza, con su sabiduría y ritmo pausado, nos recuerda que el tiempo no se detiene. Desde que los huevos son cuidadosamente pesados, clasificados y etiquetados en el centro de embalaje, comienza una danza sutil de intercambio de gases y agua a través de su cáscara porosa.