Adiós a las joyas sucias y sin brillo: prueba este truco que las deja como recién compradas
Lograrás que tus piezas reluzcan como nuevas sin necesidad de productos caros ni esfuerzos

Joyas de oro | Canva
Con el paso del tiempo, nuestras piezas favoritas —anillos, collares, pulseras— van perdiendo ese destello que las hizo irresistibles. Entre el polvo, el sudor y el contacto con productos de limpieza, el metal se apaga y las piedras pierden vida. Olvídate de los productos caros o de llevar tus piezas al joyero: con cosas que ya tienes en casa conseguirás un brillo de tienda en solo un ratito. Solo calienta un poco de agua, añade papel de aluminio y bicarbonato, deja tus joyas en remojo 15 minutos y, ¡listo! Redescubrirás su esplendor sin gastar ni sudar.
El truco estrella para todas tus joyas
Ingredientes y materiales
- Agua (suficiente para sumergir las piezas)
- Papel de aluminio (con el lado mate hacia adentro)
- Bicarbonato de sodio
- Recipiente resistente al calor
- Paño suave o gamuza para secar

Pasos
- Prepara el “baño”: forra el fondo y las paredes de un bol con papel de aluminio, asegurándote de que el lado mate quede en contacto con las joyas.
- Hierve el agua: calienta hasta ebullición la cantidad necesaria para cubrir las piezas.
- Activa la reacción: vierte el agua caliente en el recipiente y añade dos cucharadas soperas de bicarbonato. Observa cómo burbujea ligeramente.
- Sumerge: introduce las joyas y deja reposar 15 minutos sin frotar. La reacción entre el aluminio, el bicarbonato y el calor desprenderá la suciedad y el óxido.
- Aclara y seca: retira las piezas, enjuágalas bajo agua tibia y sécalas
¿Cómo limpiar el oro?
El oro macizo o bañado mantiene su tono y brillo con facilidad. Este método casero es perfecto para devolverle su esplendor. Evita este proceso en piezas con incrustaciones de resinas o detalles pintados para no dañarlos.
- Forra el bol con papel de aluminio (lado mate hacia dentro).
- Hierve agua y viértela en el recipiente.
- Disuelve dos cucharadas de bicarbonato en el agua caliente.
- Remoja las piezas de oro 15 minutos.
- Enjuaga y seca con un paño suave, puliendo en movimientos circulares para intensificar el brillo.
¿Cómo limpiar la plata con bicarbonato?
La plata tiende a oxidarse formando una capa oscura (tarnish). Con este sencillo truco, recuperarás su característico brillo blanco. El aluminio actúa como ánodo, transfiriendo electrones al óxido de plata y restaurando la superficie metálica, mientras el bicarbonato facilita la reacción.
- Forra el recipiente con papel de aluminio (lado mate hacia dentro).
- Hierve agua, viértela en el bol y añade dos cucharadas de bicarbonato.
- Sumerge anillos, colgantes y pulseras de plata durante 15 minutos.
- Refuerza las manchas persistentes con una pasta de bicarbonato y agua y frota suavemente con un paño o cepillo de cerdas suaves.
- Aclara y seca cuidadosamente para evitar nueva oxidación.
Si tienes dudas sobre la composición de alguna de tus joyas, es recomendable realizar una prueba en una pieza secundaria antes de aplicar el método, para asegurarte de que no se producirá ningún daño. Además, es crucial evitar aplicar calor directo sobre piedras preciosas, ya que pueden verse afectadas. En estos casos, lo mejor es retirarlas antes de sumergir las joyas en la solución. Una vez que las piezas estén limpias, guárdalas siempre en bolsas herméticas o estuches acolchados para preservar su brillo y protegerlas del polvo y la humedad. Con este sencillo truco casero, podrás decir adiós a las joyas opacas y devolverles su esplendor, como si fueran recién compradas, cada vez que lo desees.