El innovador truco de María Vivancos para desatascar tu lavabo de forma sencilla

En el mundo de la limpieza doméstica, los trucos ingeniosos suelen surgir de las fuentes más inesperadas. A veces, un simple objeto cotidiano se convierte en la clave para solucionar un problema recurrente. Este es el caso del dosificador de jabón: ese accesorio tan común junto al fregadero que, tal como revela la experta en limpieza María Vivancos, puede funcionar como una herramienta eficaz para desatascar lavabos.

Aunque a primera vista parezca poco probable, la idea resulta sorprendentemente efectiva. El truco está ganando popularidad entre quienes buscan soluciones sencillas, económicas y respetuosas con el medio ambiente. Y lo mejor de todo: no requiere productos químicos agresivos.

El truco para desatascar el lavabo

María Vivancos explica cómo un simple dosificador de jabón líquido puede servir para desatascar el lavabo de manera eficaz. Aquí la descripción paso a paso, tal como ella lo comparte:

• Vacía y enjuaga bien el dosificador de jabón, eliminando residuos de detergente o jabón anterior.

• Llena el dosificador con agua muy caliente, casi hirviendo. El objetivo es utilizar la presión del chorro para generar fuerza.

• Coloca la boquilla del dosificador dentro del desagüe. Asegúrate de que el ajuste sea lo más hermético posible.

• Aprieta con fuerza el dosificador. El agua caliente, impulsada por la presión, desaloja residuos de grasa, restos de pelo y otros desechos que puedan estar obstruyendo la tubería.

• Si el atasco persiste, vacía nuevamente el dosificador y repite el proceso hasta que el agua del desagüe fluya libremente.

Otros usos del dosificador de jabón

Además de destapar lavabos, el dosificador de jabón puede convertirse en un objeto multifuncional. María y otros expertos en limpieza han compartido usos alternativos muy creativos:

• Drenajes de ducha o bañera: de la misma forma que con el lavabo, puedes vaciar y rellenar el dosificador con agua caliente para aplicar presión en el desagüe de la ducha. Este método resulta útil cuando el pelo acumulado obstruye la salida, y evita tener que desmontar el tapón o usar químicos.

• Limpieza de estanterías y rincones estrechos: rellena el dosificador con agua y unas gotas de jabón neutro. Con la boquilla estrecha, puedes dirigir el chorro a las rendijas de muebles, ventanas o electrodomésticos. Pulsando el dosificador, expulsas una ligera bruma jabonosa que ayuda a desincrustar polvo y manchas en zonas de difícil acceso.

• Riego controlado de plantas: si necesitas regar plantas pequeñas o aquellas en macetas suspendidas, el dosificador permite administrar agua con precisión, evitando exceso de moho y encharcamientos. Solo tienes que llenarlo con agua fresca y apretar con delicadeza.

• Aplicación de vinagre descalcificador: mezcla vinagre blanco con agua y úsalo en el dosificador para dirigirte a grifos, juntas o zonas con cal y sarro. La punta del dispensador facilita aplicar la solución en lugares específicos sin salpicar.

• Proyección de aromatizantes caseros: otra idea es llenar el dosificador con agua y unas gotas de aceites esenciales (como lavanda o limón). Pulveriza en cortinas, tapicerías, almohadones o en el cuarto de baño. El dosificador permite un vapor fino y uniforme que refresca el entorno.

• Cepillado doméstico para pinceles y brochas: puedes usar agua jabonosa dentro del dosificador para enjuagar pinceles de maquillaje o de pintura. El chorro concentrado limpia las fibras sin necesidad de sumergir los utensilios en un recipiente, y evita mojar demasiado el mango, prolongando la vida del pincel.

Quizá este utensilio ha pasado desapercibido en tu baño, pero a partir de hoy puede convertirse en tu aliado para mantener tu casa impecable de forma sencilla, sostenible y económica. En definitiva, se trata de darle una nueva utilidad a una herramienta cotidiana, demostrando que muchas veces las mejores soluciones están a nuestro alcance. ¡Pon en práctica este truco y deja que el dosificador abra paso al ingenio en tu rutina de limpieza!