Soy extremeña y estas son las 12 expresiones que uso a diario
Cada palabra encierra un recuerdo colectivo que continúa vivo en el lenguaje diario y nos enlaza con generaciones pasadas

Bandera de Extremadura | Canva pro
Soy extremeña y, desde que tengo memoria, he crecido rodeada de palabras que solo aquí se escuchan. Algunas vienen de la tradición familiar, otras de amigos del pueblo, y todas tienen un sabor propio que hace que hablar en mi tierra sea distinto a cualquier otro lugar de España.
Expresiones que solo se escuchan en Extremadura
Son expresiones que no solo sirven para comunicarnos, sino que reflejan nuestra manera de vivir, de sentir y de relacionarnos con los demás. Hoy quiero compartir las 12 que más uso a diario, esas que, aunque quizá suenen curiosas fuera de Extremadura, forman parte de mi lenguaje y de mi identidad.

- Convidar: posiblemente, esta palabra esté más extendida entre los extremeños más mayores, ya que para algunos es común “convidar” a sus nietos cuando les ven (es decir, darles la paga). El término está recogido por la Real Academia Española como ‘ofrecer algo a alguien’.
- Pirlao: este término sirve para indicar que tienes muchas ganas de algo, que estás antojado de algo. Por ejemplo: “Estoy pirlao por hacer un gazpacho”.
- Machao: esta palabra tiene múltiples acepciones. Por una parte, es sinónimo de estar harto o cansado de algo (“estoy machao de trabajar”), así como también es un término muy útil para expresar que te has pillado un dedo, por ejemplo, con una puerta.
- Acho: un término que puede expresar sorpresa, indignación o cariño según la entonación. Su flexibilidad hace que aparezca en conversaciones informales y en el día a día.
- Enrea: describe a quienes siempre se meten en líos o embrollos no demasiado graves. A veces se advierte: “aléjate de ese que es un enrea”, porque detrás de la simpatía suele esconderse un problema menor.
- Arrecío: se utiliza para indicar que alguien tiene frío. Es habitual escucharla al caer la noche o durante los primeros fríos del otoño, reflejando la manera directa de los extremeños para describir sensaciones cotidianas.
- Atrochar: significa elegir un atajo, especialmente en los caminos del campo, reflejando la relación cercana que tenemos con la naturaleza y nuestros paisajes.
- Golimbo: se emplea para señalar a quienes sienten debilidad por los dulces, mostrando una lengua que mezcla humor y precisión.
- Lambuzo: puede aplicarse tanto a golosos como a personas curiosas que siempre buscan enterarse de algo, complementando al término excusao, que describe a alguien con idéntica actitud de husmeo persistente.
- Entallarse: describe el momento incómodo en el que te quedas atrapado, ya sea con la mano o con un objeto, demostrando la precisión de nuestro vocabulario cotidiano.
- Farragua: alude a personas mal vestidas o con aspecto descuidado, recordándonos que incluso el humor y la crítica forman parte de nuestro léxico.
- Escarrancharse: describe la acción de despatarrarse, especialmente al sentarse, y refleja la comodidad hogareña y la vida familiar.
Estas expresiones son un reflejo de nuestra identidad. Ser extremeña significa hablar con palabras que llevan historia, tradiciones y una manera particular de ver el mundo que solo se encuentra en esta tierra. En cada término se esconde un pedazo de nuestra memoria colectiva, que sigue viva en la conversación cotidiana y que nos conecta con quienes nos precedieron.