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Olvídate de purgar los radiadores así: este truco con amoníaco es más rápido y eficiente

Hay que limpiarlos una vez al año antes de la temporada fría para disolver la grasas y los restos de sedimentos

Olvídate de purgar los radiadores así: este truco con amoníaco es más rápido y eficiente

Un radiador. | Canva

Mantener el sistema de calefacción en buen estado es fundamental para asegurar que los radiadores funcionen con eficiencia. Muchas veces escuchamos que la única forma de mantener nuestros radiadores es purgándolos uno a uno, un proceso que lleva tiempo. Por eso, hay un truco ideal para purgar los radiadores que se ha vuelto viral en Instagram.

Este truco es sencillo, ya que se aleja del proceso de purgado tradicional. Y permite hacer una limpieza interna más profunda que arrastre sedimentos, óxidos o restos que acumulan los radiadores con el paso del tiempo.

Radiador. Canva
Radiador. Canva

El truco de Mamen Martín

Según el truco que comparte Mamen Martín, en su perfil de Instagram, @la_reforma_de_mi_vida, con una mezcla casera d de agua caliente con amoníaco se puede limpiar el interior de los radiadores sin tener que purgarlos uno por uno.

¿Cómo hacerlo?

Este truco para purgar los radiadores permite aflojar los depósitos incrustados y facilitar que salgan con el drenaje, sin tener que depender exclusivamente del purgado tradicional. Para llevar a cabo el truco de Mamen Martín:

  • Primero, apaga la calefacción y deja que el sistema se enfríe.
  • Entonces cierra las llaves de entrada y salida del radiador.
  • A continuación, prepara una mezcla de agua caliente con una dosis moderada de amoníaco. No es necesaria una concentración excesiva —la idea es que actúe como “detergente alcalino suave” que disuelve grasas, depósitos y restos.
  • Después, introduce esa mezcla en el radiador y deja que circule o que repose unos minutos, agitándolo o moviéndolo levemente.
  • También hay que drenar la solución sucia por la salida.
  • Enjuagar con agua limpia varias veces, para eliminar restos de amoníaco.
  • Por último, hay que volver a abrir las válvulas de entrada y salida. Y encender la calefacción progresivamente.

Ventajas del truco

Es relativamente rápido comparado con purgar radiador por radiador varias veces. Además, limpia las zonas internas inaccesibles para el aire de purga. Y reduce la frecuencia con la que tendrás que intervenir en cada radiador individual.

Precauciones

Nunca aplicar este truco con la calefacción encendida. Tampoco mezclar con otros productos químicos como la lejía. Así evitamos reacciones peligrosas. Y asegúrate de enjuagar bien el radiador tras purgarlo para que no queden restos que puedan corroer el mismo internamente.

¿Por qué acumulan tanta suciedad?

Los radiadores especialmente en sistemas de calefacción con agua están sometidos a continuos cambios de temperatura. Lo que favorece la formación de óxido, sedimentos minerales, restos de cal y partículas microscópicas de metal.

Cuando ese agua circula, los residuos pueden desprenderse parcialmente, moverse y volver a adherirse en zonas con menos flujo. Con el tiempo, estos depósitos pueden reducir el diámetro útil por donde pasa el agua, ralentizar la circulación, generar zonas donde se forman bolsas de aire o provocar desequilibrios térmicos.

La importancia de limpiar los radiadores

Limpiar los radiadores no es solo una cuestión estética o de mantenimiento. Sino que se basa en Entre los principales beneficios están:

  • Mejora del rendimiento térmico: ya que si las paredes internas del radiador están más limpias, el intercambio de calor entre el agua caliente y el ambiente será más eficiente.
  • Menor consumo energético: al funcionar de forma óptima, la caldera o el sistema de calefacción no tiene que trabajar extra para compensar pérdidas de rendimiento.
  • Menos ruidos y golpes de ariete: cuando hay acumulación de residuos y bolsas de aire, pueden escucharse burbujas y gorgoteos.
  • Incremento de la vida útil del radiador: los depósitos pueden favorecer la corrosión interna, obstrucciones, desgaste prematuro de válvulas y juntas.

¿Y si el radiador está sucio?

No limpiar los radiadores, conlleva una pérdida de rendimiento térmico ya que, cuanto más obstruido esté el interior, menos calor transmite al ambiente, y más energía se desperdicia. En casos extremos, los radiadores pueden llegar a bloquearse, lo que obliga a repararlos. Las bolsas de aire pueden generar ruidos, vibraciones, y fatigar las tuberías, conexiones o elementos auxiliares. Para conseguir la misma temperatura en la vivienda, será necesario que la calefacción trabaje más y más tiempo, lo cual se traduce en facturas más elevadas.

Otros trucos para purgar los radiadores

Aquí tienes otros métodos o complementos que puedes usar, solo o combinados:

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1. Cebado inverso

En algunos sistemas se puede invertir temporalmente el sentido de la circulación del agua o usar una bomba auxiliar para empujar agua con cierta presión a través del radiador, de modo que los residuos se desprendan.

2. Limpiadores específicos

Existen productos comerciales diseñados para eliminar óxido, cal y lodo del circuito. Se introducen en el sistema, circulan durante un periodo y luego se drenan.

3. Detergente neutro

Similar al truco con amoníaco, pero más suave. Se mezcla agua caliente con un poco de detergente neutro, se hace circular o reposar, y se enjuaga bien.

4. Purgador automático

Algunos circuitos tienen filtros o purgadores automáticos instalados. Revisarlos contribuye a reducir la carga de sólidos en los radiadores.

5. Purga por el sistema completo

Algunos técnicos recomiendan vaciar la instalación). Y aplicar limpiador o agua a presión controlada en todo el circuito, y luego volver a llenar y purgar sistemáticamente.

6. Magnetita o separadores magnéticos

En instalaciones sofisticadas, puede instalarse un separador magnético que atraiga partículas ferrosas antes de que lleguen a los radiadores.

    Además de este truco, existen otros métodos —purgado manual, aditivos especializados, circulación inversa, limpiadores suaves, filtros y separadores magnéticos— que pueden combinarse según el tipo de instalación que tengas. Lo importante es no descuidar nunca este aspecto del cuidado del hogar: los radiadores limpios ofrecen mejor confort, reducen costes energéticos y minimizan averías.

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