Mapi Hermida, gastrónoma: «14 gestos de los camareros que pueden arruinar tu negocio»
Corregir estos fallos no solo enriquece la experiencia del comensal, sino que además potencia la imagen del establecimiento

Camarero | Canva pro
Mapi Hermida, reconocida gastrónoma, asegura que, al final del día, un mal servicio puede arruinar incluso la mejor de las experiencias culinarias. Mientras muchos comensales conocen lo que no deberían hacer en un restaurante, pocos saben qué prácticas de los camareros son directamente responsables de arruinar la comida, el ambiente y la sensación general de satisfacción. A continuación, desde THE OBJECTIVE, repasamos los errores más garrafales que, según Hermida, los profesionales de sala deben evitar a toda costa.
No cometas estos fallos si quieres que tu negocio funcione
Mapi Hermida concluye que un buen servicio es tan importante como la calidad de la cocina. Evitar estos errores no solo mejora la experiencia del cliente, sino que también fortalece la reputación del restaurante y asegura que cada comida se convierta en un recuerdo agradable. La diferencia entre un servicio olvidable y uno excelente, muchas veces, está en los pequeños detalles.
1. Trabajar aseados
Aunque pueda parecer obvio, un camarero con lamparones en la camisa o con aspecto descuidado puede arruinar la percepción de limpieza y profesionalidad del restaurante. Según Hermida, la presentación personal no solo transmite higiene, sino también respeto hacia los clientes y el propio establecimiento. La falta de cuidado en la vestimenta genera desconfianza y puede condicionar negativamente toda la experiencia gastronómica.
2. Ignorar una mesa aunque la haya visto
Ese instante en el que un camarero te mira y luego desvía la mirada puede ser fatal. Ignorar a una mesa, aunque sea por un micro-segundo, transmite desinterés y falta de atención. Mapi Hermida destaca que este gesto, aunque parezca mínimo, es interpretado por los clientes como una falta de cortesía y profesionalidad, y puede marcar el inicio de una experiencia negativa.
3. Ofrecer fuera de carta o un vino caro sin informar del precio
Un clásico error que muchos comensales recuerdan con horror. Sugerir un plato fuera de carta o un vino de alto coste sin avisar previamente del precio puede provocar sorpresas desagradables al final de la comida. Hermida explica que el respeto al cliente pasa por la transparencia, y que un simple gesto de preguntar si el precio es aceptable evita incomodidades y malos ratos.
4. Tocar vasos o cubiertos en la parte que va a la boca
La higiene es un pilar fundamental del servicio. Según Hermida, tocar la parte del cubierto o del vaso que el cliente utilizará para beber o comer no solo es anti-higiénico, sino también una falta de profesionalidad. Los comensales esperan que el servicio cuide cada detalle y que la manipulación de la vajilla se haga de manera correcta.
5. Retirar platos sin preguntar si la persona ha terminado
Otro error que genera incomodidad es retirar los platos sin confirmar si el cliente ha acabado. Hermida apunta que esto genera presión y puede interrumpir el ritmo natural de la comida. Preguntar antes de retirar los platos no solo demuestra atención, sino que también respeta la experiencia del comensal.

6. Interrumpir la conversación
Las conversaciones íntimas o intensas deben ser respetadas. Interrumpir a los clientes para realizar preguntas innecesarias o comentarios irrelevantes es una de las quejas recurrentes en los restaurantes. Hermida subraya que un buen camarero sabe cuándo intervenir y cuándo permanecer en un segundo plano.
7. Discutir o contradecir frontalmente al cliente
Nada deteriora más la experiencia que un conflicto abierto con el cliente. Según Hermida, la manera correcta de manejar discrepancias es mediante frases conciliadoras como “Entiendo lo que comenta, déjeme revisarlo”, evitando confrontaciones que resulten incómodas o humillantes.
8. Criticar al restaurante delante del cliente
Los camareros forman parte de la propuesta de valor del restaurante. Hablar mal del local o de la cocina frente al cliente es un error grave, asegura Hermida. Esta actitud transmite falta de compromiso y desprestigia al establecimiento ante los ojos del comensal.
9. Decir “no hay” sin ofrecer alternativa
Un “no” seco puede arruinar la experiencia y la venta. Hermida indica que siempre es recomendable ofrecer alternativas viables, mostrando disposición y creatividad para satisfacer al cliente sin limitarlo. Sugerir opciones similares o preguntar por preferencias del comensal convierte un “no” en una oportunidad de fidelizar y mejorar la experiencia.
10. Hacer comentarios sobre cuánto come, bebe o pide alguien
Las observaciones sobre la cantidad consumida son incómodas y poco profesionales. Comentarios del tipo “¡Uy, qué poco ha comido!” o “¿Otra botella?” generan incomodidad y deben evitarse siempre, según Hermida. En su lugar, un buen camarero mantiene una actitud neutral y respetuosa, enfocándose en atender las necesidades del cliente sin juzgar ni intervenir en sus elecciones.
11. Meter prisa a la mesa para liberar el turno
Preguntar “¿Vais a tardar mucho?” puede percibirse como una falta de tacto y educación. Hermida recuerda que cada mesa tiene su ritmo y que la prisa del servicio no debe imponerse sobre la comodidad del cliente. Mantener la paciencia y adaptarse al tiempo que cada comensal necesita refuerza la sensación de bienestar y demuestra verdadero profesionalismo.
12. Servir bebidas ya abiertas y sin que el cliente vea la botella
Ver cómo se sirve una bebida es parte de la experiencia. No mostrar la botella o servir una bebida ya abierta puede generar desconfianza y la sensación de poca transparencia. Según Hermida, presentar la botella y servir frente al cliente no solo transmite honestidad, sino que también forma parte del ritual que hace que la experiencia gastronómica sea completa y memorable.
13. Poner malas caras, suspirar o mostrar cansancio al cliente
El lenguaje corporal habla más que las palabras. Suspirar o mostrar fatiga frente a los comensales transmite desinterés y cansancio, y puede arruinar la percepción del servicio. Hermida enfatiza que la actitud positiva es clave para la experiencia gastronómica.
14. Tratar de tú a personas mayores
Un poco de respeto nunca está de más. Según Hermida, tutear a personas mayores puede percibirse como una falta de educación, y la cortesía en el trato es fundamental para mantener la profesionalidad. Mantener un lenguaje formal y atento no solo refleja respeto, sino que también refuerza la confianza del cliente en el servicio y en el restaurante.
