Florentino Pérez al ataque: historia de una asamblea donde el Madrid dijo basta
Más allá de injusticias, Florentino lo tiene claro: la Superliga sigue adelante ya que los 12 clubs fundadores continúan dentro
El madridismo llevaba desde mayo esperando algo parecido. Después de que Florentino Pérez diera a conocer el proyecto de la Superliga nadie ha tenido piedad con el Madrid. Seis meses de ataques furibundos contra el presidente, la institución e incluso sus aficionados, a los que nadie parecía querer escuchar o «directamente su opinión les daba igual» lamentan en Castellana.
Casi mejor dicho, lamentaban, porque la asamblea de socios compromisarios del sábado se convirtió en la oportunidad perfecta para escuchar a todos los damnificados. Florentino (en versión ‘Killer’ pero pausado) no se calló ni una. Tuvo palos para la UEFA y su presidente Ceferin, para Tebas y el fondo CVC e incluso para las retransmisiones de Movistar. Repartió con la diestra y la siniestra hasta que no quedaba nadie más por atizar. Han sido meses duros para el máximo mandatario blanco que se ha sentido «atacado e injustamente tratado». Nada nuevo bajo el sol porque, como bien saben en el Madrid, «esto ya le pasó a Bernabéu».
Florentino al ataque por la Superliga
Florentino dio el pistoletazo de salida asambleario con lo que parecía su habitual discurso, pero pronto nos dimos cuenta de que no sería así: «Igual hay que recordarle a la UEFA quien es el Real Madrid», soltó de primeras. Ovación atronadora que interrumpe el speech presidencial, cánticos de «reyes de Europa, somos los reyes de Europa» y nueva ovación que se alarga en el tiempo. Delirio blanco.
Si hay algo que molesta profundamente al presidente merengue es que no se tenga en cuenta lo que la institución ha hecho por este deporte desde su fundación: «Fuimos el único club fundador de la FIFA en 1904 y los impulsores de la Copa de Europa junto a L’Équipe en 1955″. Y aun más que se olvide que el club también fue machacado y vilipendiado por ello entonces.
Más allá de injusticias, Florentino lo tiene claro: la Superliga sigue adelante. Los 12 clubs fundadores continúan dentro, ya que «firmaron un contrato vinculante», y será la justicia (y no Ceferin, ni sus amenazas y altavoces mediáticos) quien dé viabilidad al proyecto o no. En Concha Espina tienen «muchas esperanzas» en la resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea para acabar con el «monopolio del fútbol que ostenta la UEFA». Hasta la fecha, los tribunales les están dando la razón y ya están hartos de «jugarse su patrimonio» mientras que la UEFA «arriesga poco o nada».
Tebas y el fondo CVC
Florentino se mueve especialmente bien entre números y finanzas. Quizás por eso Javier Tebas trató de que conociera en su mínima expresión los detalles sobre el polémico fondo CVC: «Me enteré por la prensa que la Liga quería quitarnos el 11% de nuestros derechos de televisión que son propiedad de los clubes. El fondo CVC trató de entrar en las ligas francesa y alemana y fracasó».
Desde Valdebebas consideran esta operación de «altísimo riesgo» ya que lo grave de este fondo concurre en hipotecar ese once por ciento de los derechos televisivos durante 50 años. Y aquí los blancos no están solos. FC Barcelona y Athletic de Bilbao se unen a la causa. Curioso, los únicos tres clubes que siempre militaron en la máxima categoría. FP finiquitó sus referencias a CVC con un ejemplo muy gráfico: «¿Se imaginan a Santiago Bernabéu firmando un acuerdo por 50 años? Hoy seguiría en vigor. Nunca lo habría hecho». Lógica aplastante que no comparten Tebas ni otros 17 clubs de primera.
Las retransmisiones de Movistar
Los que nos movemos en la órbita merengue sabemos que hace años que el club se siente molesto con las retransmisiones de Movistar. En la asamblea una pregunta de un socio sirvió para que Florentino lo reconociera públicamente: «Es verdad que Movistar no nos trata muy bien». Ya les aviso de que la cosa no va tanto de los comentarios vertidos, más bien de las repeticiones ofrecidas según el color de la camiseta.
Y de esta forma se ajustaron las cuentas –todas, las verbales y las económicas–. Entre agradecimientos a mitos como Zidane, Ramos y Varane, el madridismo se vio saciado con los avances de un nuevo estadio que casi tocan con los dedos, pero sobre todo con la respuesta contundente que reclamaban hace tiempo a su presidente. Porque de vez en cuando enorgullece recordar, no solo a la UEFA sino al mundo del deporte, quién es el Real Madrid.