Philipsen se impone en el esprint de Carcasona en el Tour de Francia en un día difícil para Jumbo
Philipsen, con un tiempo de cuatro horas, 27 minutos y 27 segundos, confirmó su estatus de velocista al superar a Wout van Aert (Jumbo-Visma)
El ciclista belga Jasper Philipsen. | EP
El ciclista belga Jasper Philipsen(Alpecin-Deceuninck) se ha adjudicado este domingo la decimoquinta etapa del Tour de Francia al esprint, una jornada llana de 202,5 kilómetros entre Rodez y Carcassonne sin cambios en la general, por lo que el danés Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma) retiene un día más el maillot amarillo.
Philipsen, con un tiempo de cuatro horas, 27 minutos y 27 segundos, confirmó su estatus de velocista al superar al maillot verde de la clasificación por puntos Wout van Aert (Jumbo-Visma), quien se quedó a las puertas de su tercera victoria parcial, del mismo modo que el danés Mads Pedersen (Trek-Segafredo), que luchó por ganar su segunda etapa.
El belga estrenó su casillero y obtuvo su merecida recompensa después de marcar nada menos que ocho puestos ‘Top3’ en las dos últimas ‘Grande Boucle’. Además, Philipsen consiguió redimirse de su mal trago en la cuarta etapa al llegar a meta pensando que había ganado. Precisamente, Van Aert le arrebató en aquella jornada el triunfo y esta vez el de Alpecin consiguió superar a su compatriota.
La fuga del día corrió a cuenta de Nils Politt (Bora-Hansgrohe) y Mikkel Honoré (Quick-Step Alpha Vinyl). Junto a ellos, Van Aert estuvo presente en los kilómetros iniciales, aunque el belga recibió instrucciones de cesar su esfuerzo y regresar al pelotón.
Hubo demarrajes en el pelotón que buscaban unirse al trío de escapados. Sin embargo, Alpecin-Deceuninck, BikeExchange-Jayco y Trek-Segafredo se aplicaron en que no prosperaran. Finalmente, los franceses Benjamin Thomas (Cofidis) y Alexis Gougeard (B&B Hotels-KTM) se lanzaron a la ofensiva.
La indecisión de los perseguidores hizo soñar a Thomas con la etapa, quien consiguió zafarse de Gougeard, aunque a 500 metros de meta fue neutralizado por un masivo pelotón que luchó al esprint por la victoria y cayó a Philipsen por centímetros.
La jornada marchó tranquila para los hombres de la general, aunque el gran damnificado no fue otro que el líder Vingegaard. En cuestión de horas perdió a dos compañeros, entre ellos el esloveno Primoz Roglic, al no tomar la salida con problemas físicos y abandonar por segundo año consecutivo el Tour, y Steven Kruijswijk, quien salió en ambulancia tras caerse.
Junto a Kruijswik, también cayeron Wout van Aert, Jakob Fuglsang y Martijn Tusveld, aunque con mayor fortuna que el neerlandés. Por ello, el Jumbo-Visma consiguió sacar adelante un día complicado en el que redujeron sus efectivos a seis corredores y en el que su líder también tocó el suelo a 58 kilómetros de meta, aunque se repuso sin mayor problema.
Así, la lucha con Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) se iguala después de que el dos veces campeón de la ronda francesa perdiese anteriormente a sus gregarios Vegard Stake Laengen y George Bennett.
La baja de Primoz Roglic evidencia su frustración con el Tour, al abandonar tras su caída en la quinta etapa. De hecho, el esloveno había cedido 33 minutos y 39 segundo en la clasificación general. También, el coronavirus ha vuelto a afectar a los ciclistas y esta vez los perjudicados han sido Magnus Cort (EF Education-EasyPost) y Simon Clarke (Israel-Premier Tech), ambos ganadores de etapa y positivos en COVID-19.
Este lunes, la carrera se tomará un descanso antes de afrontar la semana final, que arrancará con una etapa de media montaña entre Carcassone y Foix sobre 178,5 kilómetros, propicia para los atacantes que hayan reservado fuerzas para la tercera semana en la toma de contacto con los Pirineos.
