El 'efecto Alonso': se agotan las camisetas de Aston Martin mientras se hunden las de Alpine
Las exiguas ventas de productos de Aston Martin, un equipo que va penúltimo, se han disparado hasta casi agotar el escaso material que había almacenado en España
Cayó como un mazazo en las oficinas de MasterLap, la mayor distribuidora de merchandising relacionada con la Fórmula 1 en España. Fernando Alonso se marchaba de Alpine, y no era una buena noticia; o no al menos para ellos. Nada más enterarse, supusieron lo que ha acabado ocurriendo: que tienen un cargamento de camisetas, gorras, polos y sudaderas metidos en cajas y que su clientela no va a querer. Sus compradores no siguen la F1. Tampoco a Alpine. Siguen al bicampeón y acabarán comprando lo que les asocie a él.
Por eso las exiguas ventas de productos de Aston Martin, un equipo situado a día de hoy penúltimo, se han disparado hasta casi agotar el escaso material que tenían almacenado. Los de Silverstone no son un equipo particularmente popular, con escasa historia reciente en la categoría, sin pilotos ganadores, sin triunfos, ni títulos. Es por ello que cuando se hizo acopio de material al inicio de la temporada se solicitó poco. Ahora han tenido que pedir más y barajan solicitar ediciones especiales con el nombre del asturiano y su dorsal, el 14, serigrafiado en la espalda.
El acceso al merchandising de las carreras tiene varias vías de acceso para los que deseen ir vestido de su piloto favorito en nuestro país: las webs de las escuderías, la de la Fórmula 1, algunas tiendas de corte internacional, y las carpas que instala la organización en los circuitos. La tienda online de mayor facturación en el mercado natural del bicampeón, España, es MasterLap, que vende de manera indistinta merchandising de F1 y MotoGP, y lo remiten a donde se lo pidan.
En el caso de las motos, la caída de ventas ha sido en picado, con un descenso que bien puede rondar el 70 y 80%. Con la marcha de Valentino Rossi, la gallina de los huevos de oro, y las continuas lesiones de Marc Márquez, los aficionados han quedado algo huérfanos sin encontrar un referente claro al que querer emular en su uniformidad. En la Fórmula 1 tampoco es lo que era, pero la presencia de Alonso y Carlos Sainz sujetan las cifras alrededor del millón de euros de facturación en esta sección del negociado por parte de la citada distribuidora (era del doble hace unos años).
En el apartado de equipos, Red Bull es el líder destacado de la tabla clasificatoria comercial de forma paralela a sus triunfos sobre el asfalto. Su ropa alberga un especial atractivo, es de muy buena calidad, y su gama de accesorios es excelente. A pesar de ello, se avecinan cambios de diseño y fabricante para la próxima temporada. El segundo equipo que más vende es Mercedes; el tercero, y es una caída extraña, Ferrari. Los italianos tienen una gama espectacular de productos asociados, por norma general bastante caros, pero de un tiempo a esta parte y sin títulos y pocas victorias, ha decaído bastante su atractivo. Ferrari estalló a principios de temporada con sus tres triunfos seguidos, de hecho casi se quedaron sin producto, pero poco a poco el interés ha ido decayendo según Max Verstappen ha ido imponiendo su ley.
Alonso supone un tercio de las ventas en España
De vuelta a Alonso, su presencia supone aproximadamente un tercio de las ventas totales del merchandising relacionado con la categoría, con especial incidencia en las camisetas. La venta de gorras ha bajado bastante porque el corredor de Alpine no usa las de su equipo, sino que se pone de manera habitual las de la marca Kimoa, que promovió a título personal durante años. Hace poco vendió un paquete accionarial a una compañía norteamericana de patinetes eléctricos y en el acuerdo se conoce que sigue siendo el eje de su promoción. Es por ello que los alonsistas no quieren gorras de Alpine, sino de Kimoa.
A pesar de ser el principal motor del mercado y la fidelidad de sus seguidores, la facturación no es la que era de un tiempo a esta parte. La explosión llegó durante su paso por la McLaren-Mercedes de 2007, en la que supuso dos de cada tres ventas totales del material relacionado. Fue tal el interés desatado que McLaren, propietaria de los derechos de explotación, tuvo sus más y sus menos con los distribuidores porque quiso quedarse con todo el negocio y vender ellos todos los productos. Tras varios tiras y aflojas acabaron cediendo, pero con amplios retrasos sobre los plazos de entrega prometidos.
Este tipo de establecimiento suele poner a la venta lo almacenado y disponible de manera inmediata; sin embargo, ante el interés, en MasterLap decidieron hacer reservas y preventas. Fue un quebradero de cabeza porque a cuenta de la trifulca la entrega se retrasó meses. Había clientes que llamaban casi a diario preguntando por su camiseta de Alonso. Fueron más prudentes en su paso a McLaren-Honda con un cromatismo (blanco y negro) muy poco celebrado. A pesar de ello se vendió bien, aunque no tanto como en la etapa anterior. Cuando Fernando se marchó de la categoría a finales de 2018 sacó una camiseta celeste con un «Hasta luego» escrito, y volvió a ser un éxito de ventas.
El 8 de julio de 2020 fue un día de zozobra para esta tienda. Renault anunciaba que el compañero de clase de Melendi volvía a la categoría subido en uno de sus coches; aún no era público que la escudería iba a cambiar de nombre. En la cibertienda fueron rápidos y a los pocos días sacaron una camiseta con los colores de Renault (amarilla, negra y blanca), con el nombre y el dorsal del asturiano en la espalda. Fue un pelotazo, vendieron miles, y les dio tarea durante meses; las ventas de Navidad fueron una locura. El hijo pródigo de la Fórmula 1 volvía y había que celebrarlo por todo lo alto.
Precios al alza y fans acérrimos
Por eso, cuando se supo que la denominación del equipo, sus colores, logotipos, y diseño cambiarían, las ventas volvieron a dispararse pero ya con los nuevos colores y denominación. Alpine se asoció este 2022 con la firma Kappa, en sustitución de Le Coq Sportif. El cambio fue a mejor, y también a peor. La calidad del producto se incrementó, con unas fibras muy exclusivas, con líneas paralelas a las de los equipos de fútbol, pero el precio de cada camiseta rondaba los 80 euros; una barrera psicológica demasiado cercana a los cien. Se venía de una temporada anterior, con un precio a cambio de un producto afín de unos sesenta, o sea, ‘poco más de cincuenta’.
El coste provocó cierto rechazo; no está acostumbrado a pagar esos precios, en especial a sabiendas de que en 2021 estuvo disponible el modelo «fan», muy sencilla, pero que arrasó a cambio de 34,90 euros. Siempre que un piloto de este calibre cambia de equipo, el primer año suele ser muy agitado en este sentido; es algo más flojo el siguiente. El problema que tienen ahora es que tras el anuncio las ventas han casi desaparecido, y se han empezado a trasladar hacia su nuevo destino, Aston Martin. Su ropa es sobria, su tonalidad guardiacivilista no es especialmente atractiva, pero esto cambiará cuando los aficionados vean un 14 y su nombre escrito en la espalda. ¿El resto? Poco. Lando Norris tiene algo de salida y coloca alguna camiseta y polos, Ricciardo, y esto es muy curioso, siendo del mismo equipo lo que vende son gorras, y ausentes ilustres como Ayrton Senna o Michael Schumacher colocan más productos que la mayoría de corredores de la actual parrilla.
Lo que también llegan son las ediciones especiales, piezas conmemorativas, que se acaban convirtiendo en objeto de deseo de coleccionistas y fans muy acérrimos. Alonso ha sacado gorras especiales para el Gran Premio de España, de Francia, y ya está a la venta la de la carrera de Japón, a disputarse en octubre. En Ferrari contraatacan, y han sacado una edición especial de color amarillo, un cromatismo alejado del clásico rojo, pero siempre presente en el alma de los transalpinos. Si quieres una, mira antes tu cartera, porque baratas no van a ser.