¿Es Breanna Stewart la mejor jugadora de baloncesto de todos los tiempos?
Su última gran actuación tuvo lugar en la pasada final de la Euroliga, donde logró 35 puntos, 10 de 17 en tiros de campo y cinco de cinco en triples
Breanna Stewart durante un partido con Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Tokio. | Europa Press
Hablar de «leyendas» cuando estas todavía están en activo no es tarea fácil. Pero a Breanna Stewart (North Syracuse, Nueva York, 1994) no le encaja otro calificativo. La actual jugadora de New York Liberty –donde recaló como agente libre–, y recientemente campeona de la Euroliga con Fenerbahçe, corrobora año tras año, estadística tras estadística, que es una gigante del baloncesto, una leyenda viva de este deporte. ¿La mejor de todos los tiempos?
Su última gran actuación tuvo lugar en la pasada Euroliga, la segunda que conseguía en su carrera. La antológica final que se marcó Breanna Stewart es ya historia del baloncesto: logró 35 puntos, 10 de 17 en tiros de campo y cinco de cinco en triples. Sus 35 puntos le valieron un nuevo récord. El anterior lo ostentaba otra ‘gigante’, su compatriota Diana Taurasi, que había logrado anotar 31 puntos en una final de Euroliga. Con su actuación en la final, Breanna le aseguraba el título a su equipo, y sellaba un hecho incontestable: es la mejor jugadora del mundo actualmente.
Contra la adversidad
Empecemos por el principio. Nacida el 27 de agosto de 1994 en Syracuse, la quinta ciudad más poblada del estado de Nueva York, Breanna Stewart destacó desde muy pequeña como una promesa incipiente del baloncesto, un deporte que para ella fue una suerte de salvavidas.
Con apenas nueve años sufrió abusos sexuales por parte de un familiar cercano, su tío. Dos años después, Breanna finalmente decidió compartir su historia con sus padres, que tomaron medidas inmediatas para protegerla de su abusador, que fue detenido. Unos episodios que conocemos porque la propia jugadora decidió hacer pública su experiencia.
Lo contó en un artículo titulado Me Too (Yo también), publicado en The Players Tribune, aprovechando la ola de sinceridad impulsada por aquel movimiento. «El baloncesto se convirtió en una especie de espacio seguro para mí. Pero ningún espacio se sentía completamente seguro», aseguró entonces.
Este trauma le acompañó durante su madurez, algo que no evitó que se convirtiera en la jugadora polivalente que es hoy. De hecho, la ayudó. Con unas cualidades físicas perfectas para el baloncesto, pero extraordinariamente alta, mejoró su juego de balón gracias a unos paseos diarios botando la pelota alrededor de la manzana de su casa, unos paseos que consiguieron evadir y aliviar, en parte, su dolor.
Rompiendo récords: del baloncesto universitario al profesional
Siguió creciendo y destacando. Durante su etapa en la Universidad de Connecticut, llevó a las Huskies a cuatro campeonatos consecutivos de la NCAA, un logro sin precedentes en el baloncesto femenino universitario. Además, fue nombrada Jugadora del Año de la NCAA en cuatro ocasiones, lo que muestra su dominio en la cancha y su importancia para su equipo. De hecho, Breanna Stewart es la única deportista, ya sea hombre o mujer, que ha ganado cuatro títulos consecutivos de la liga universitaria de baloncesto en Estados Unidos. Ahí fue forjando su leyenda, desde el principio.
Tras su notable paso por el baloncesto universitario, fue seleccionada la primera en el Draft de la WNBA de 2016 por el Seattle Storm, el equipo –hasta ahora– de su vida, con el que ha ganado dos veces el título de la WNBA, en 2018 y 2020, siendo elegida en ambas ocasiones MVP de las finales. En 2018, además, fue designada MVP de la temporada de la WNBA. A estos éxitos hay que sumarles los sucesivos que ha cosechado con su selección. Estados Unidos siempre juega en otra liga.
Una competitividad, la suya, que le lleva a jugar temporadas regulares en Estados Unidos, pero también a jugar en Europa. En junio de 2018, Stewart firmó con el Dynamo Kursk de la Premier League rusa donde compartió equipo con Sonja Vasic, Anna Cruz y Marta Xargay, su actual pareja y madre de su hija. Fue jugando con el Dynamo Kursk cuando sufrió una grave lesión que la mantuvo un largo periodo alejada de las canchas, pero de ese contratiempo también terminó saliendo, incluso mejor que antes. Incombustible.
Una jugadora única dentro y fuera de la cancha
Lo que distingue a Breanna Stewart baloncestísticamente hablando es su versatilidad en la cancha. Con una estatura de 1,93 metros, puede jugar en varias posiciones, desde el ala-pívot hasta el escolta, lo que la convierte en una amenaza constante para las defensas rivales. Su capacidad para manejar el balón con habilidad y su tiro preciso la convierten en una jugadora difícil de detener. Además, su agilidad y rapidez le permiten ser efectiva tanto en el juego interior como en el exterior.
Además de su talento en el baloncesto, Breanna ha utilizado su plataforma para abogar por la igualdad y la justicia social en muchas ocasiones. Es una voz activa en temas relacionados con la igualdad de género, abogando por mejores condiciones para las jugadoras de la WNBA. Fue una de las jugadoras que más activamente se manifestó por la liberación de su compañera Brittney Griner, encarcelada durante nueve meses en Rusia, en pleno estallido de la guerra de Ucrania.
También destaca en el plano académico. Breanna Stewart completó su licenciatura en Sports in society, una especialización centrada en el estudio de la influencia del deporte en la sociedad. Durante sus años universitarios, demostró excelencia tanto en los estudios como en el deporte, lo que la llevó a recibir el prestigioso premio Senior Class Award. Este reconocimiento se otorga a aquellos estudiantes destacados que demuestran un alto rendimiento académico, logros deportivos destacados y un compromiso notable con la comunidad.
Ha compartido vestuario con algunas de las más grandes jugadoras de baloncesto, como su amiga Sue Bird –retirada en 2o22–, que la ha acompañado en gran parte del camino. Sin embargo, Breanna Stewart es algo más. Seguiremos disfrutándola durante mucho tiempo, y si no es la mejor de todos los tiempos, por lo menos tendrá siempre un hueco entre las mejores.
