Lo que se sabe de la película sobre Fórmula 1 de Brad Pitt… y Javier Bardem
El rodaje comenzó este fin de semana, en Silverstone, donde sus protagonistas se mezclaron con el resto de la parrilla
Si los pilotos de la Fórmula 1 tienen la posibilidad de pisar el pódium cada quince días, Brad Pitt solo tiene uno al año: el de los Oscars. A ellos y a la taquilla apunta su última producción, una película cuya trama se sitúa en la Fórmula 1. El rodaje de las escenas de acción comenzó este fin de semana, durante el Gran Premio de Silverstone, en el que sus protagonistas se mezclaron con el resto de la parrilla como un equipo más. La escudería imaginaria APXGP, con los dos pilotos ficticios encarnados por Brad Pitt y Damson Idris, acudieron a la parrilla de salida, estuvieron presentes en la ceremonia del himno, y hasta tuvieron un box situado entre los de Ferrari y Mercedes. A ojo del profano hubiera colado como un equipo más, pero había alguna diferencia. Entre ellas es que el director de la escudería, el Flavio Briatore del celuloide, era un impecablemente trajeado Javier Bardem, que ejercía de ‘el buen patrón’ de la velocidad de la escudería.
El argumento
Según ha detallado Brad Pitt en una entrevista con Sky Sports, el actor encarnará al piloto Sonny Hayes, retirado de la competición tras un grave accidente en los años 90. Este detalle del guion guarda cierto paralelismo con el terrible accidente que sufrió justo en Silverstone Michael Schumacher en 1999. Al mítico heptacampeón le fallaron los frenos cuando iba a 307 km/h y tardó meses en recuperarse. En la vida real, el germano sí volvió a correr, pero en la ficción será el propietario de un equipo en apuros, interpretado por Javier Bardem, el que rescate al personaje de Pitt. Su función en la historia es volver a las pistas como segundo piloto de su equipo, y servir de mentor a la joven promesa Joshua Pierce, interpretado por Damson Idris.
La trama guarda cierto paralelismo a lo que Sylvester Stallone intentó con poco éxito en su cinta Driven, de 2001. Encontró tantas dificultades en la Fórmula 1, donde lo intentó, que acabó rodando su historia en la Champ Car norteamericana (actual Indycar). Allí le pusieron más facilidades, pero la película fue una colección de tópicos, imágenes sintéticas muy rudimentarias, y que provocaron las sonrisas de los aficionados. No fue un exitazo, como si lo fue Días de trueno, protagonizada por Tom Cruise y enmarcada en la competición automovilística más popular de EEUU: la Nascar.
La línea que une a esta historia con Tom Cruise —uno de los pocos actores de la historia que ha pilotado un Fórmula 1 real en un circuito—, es que el equipo de rodaje será el mismo de Top Gun: Maverick. De hecho, el director de la cinta es el mismo, Joseph Kosinski, y tras todo el entramado técnico está el legendario Jerry Bruckheimer. Este último es uno de los productores más prolíficos de Hollywood, con decenas de películas a sus espaldas, y casi todas ellas de acción. Detrás de todos ellos, y aportando la mayor parte de los algo más de 100 millones de dólares que costará la película, está la compañía Apple. Como pequeños inversores también participan el propio Brad Pitt o Lewis Hamilton.
El piloto de Mercedes maneja una pequeña productora, Dawn Apollo Films, que da soporte técnico a la historia y asesora a la dirección para lograr un mayor índice de credibilidad. Hamilton sabe que el lenguaje del cine no tiene por qué ser el de un documental, o los programas informativos; se debe más a un dramatismo capaz de mantener viva la historia durante un par de horas. El corredor ha expresado que no quiere que se pierda el contacto con la realidad.
Para casar lo ficticio con lo tangible, todas estas escenas rodadas durante el fin de semana usaron a la Fórmula 1 más auténtica como telón de fondo. Con idea de proteger los derechos de imagen, y el efecto sorpresa, la realización oficial de la carrera ocultó imágenes del rodaje de forma pactada. A pesar de ello, sí que se pudieron ver los coches y a los actores, presentes en el evento como unos participantes más. Cuando llegó la hora de la ceremonia de los himnos, Pitt e Idris se presentaron en ella como el resto de pilotos inscritos. Aunque no se vieran por televisión, alguna foto hubo, tanto de ellos como de sus coches, situados al final de la parrilla para no entorpecer las operaciones deportivas en curso. No queda claro que los dos actores pilotasen en algún momento sus monoplazas durante el fin de semana, pero se sabe que si lo estuvieron haciendo días antes, y a puerta cerrada.
En realidad, los coches usados para la película no son verdaderos Fórmula 1, sino Fórmula 2 no utilizados en la actual temporada, modificados por el equipo Mercedes para adquirir el aspecto y detalles técnicos de los F1 vigentes. Pintados en color negro y dorado, recuerdan a los Haas F1 cuando eran patrocinados por Rich Energy, y muy vagamente al Lotus ‘John Player Special’ de Emerson Fittipaldi. La productora se ha sabido mover, y ha colocado sobre su epidermis publicidad tan real como la de cruceros MSC, relojes IWC, Mercedes AMG o Tommy Hilfiger.
El rodaje de Apex, que es como se cree que se llamará la película, continuará en platós y se verán equipos de rodaje en al menos otros seis grandes premios; sin ir más lejos estarán presentes en el próximo de Hungría, a disputarse el fin de semana del 21 al 23 de julio. Por todo ello se espera ver cameos de los pilotos actuales, escenas cotidianas de las que se viven en las pistas y mucha acción, real o generada por ordenador. Se espera que los primeros trailers estén listos para finales de año y la película se estrene poco después, seguramente a mediados de la temporada 2024, tanto en el cine como en la plataforma Apple TV.
La compañía de manzana mordida ha visto que para otros como Amazon o Netflix el contenido relacionado con la Fórmula 1 goza de gran aceptación. Debido a ello han querido añadir esta temática a su catálogo. Para que la Fórmula 1 vaya al cine, el cine ha tenido que ir a la Fórmula 1, y correr en ella. A ver cómo quedan en la tabla clasificatoria de su propio gran premio, el de la estatuilla dorada, y suben al pódium de los Oscars. De ser así, no dejará de ser curioso ver a Lewis Hamilton recoger el trofeo, pero vestido de etiqueta y no de piloto.