'Hat-trick' de Verstappen en Zandvoort y Alonso queda segundo bajo el chaparrón
El piloto neerlandés no dejó huecos para la esperanza asturiana, aunque firmó una salida de órdago
El piloto neerlandés Max Verstappen (Red Bull Racing) ganó este domingo el Gran Premio de Países Bajos, decimocuarta parada del Campeonato del Mundo de Fórmula 1, por delante del español Fernando Alonso (Aston Martin) en una carrera con numerosos percances debido a dos chaparrones en momentos clave, mientras que el también español Carlos Sainz (Ferrari) finalizó en la quinta posición.
Verstappen demostró por enésima vez que en su caso van juntas la suerte y la destreza, manteniendo el liderato sobre el sinuoso circuito de Zandvoort. Y lo hizo durante una tarde con vaivenes meteorológicos que pusieron a casi todos contra las cuerdas, tanto en la caótica salida como en el desenlace de apenas cinco vueltas, tras una bandera roja.
Delante de gradas llenas de compatriotas, el neerlandés fue testigo de cómo se ponía a llover justo en la vuelta de formación. Las gotas en su visera y en las del resto de pilotos presagiaban un arranque difícil y así ocurrió, donde Alonso volvió a ejercer de ‘Magic’ por momentos. Desde su quinta plaza en parrilla, firmó una salida de órdago.
Con ello, y valiente como el que más, el asturiano adelantó a dos bólidos en la curva 3 y se situó en posición de podio mientras escasos puestos por detrás estaba Carlos Sainz también luchando. En su caso era con los británicos Lando Norris (McLaren) y George Russell (Mercedes), además de con el tailandés Alexander Albon (Williams).
Excepto Guanyu Zhou, empezaron todos con neumáticos blandos de seco. Y aunque la lluvia seguía, el piloto chino de Alfa Romeo no aprovechó esa tesitura, menos incluso cuando el estadounidense Logan Sargeant (Williams) tuvo un accidente en la vuelta 16. Había programadas 72, pero ya las noticias se acumulaban en el garaje de cada escudería.
Cambio de neumáticos por el temporal
Ese percance de Sargeant provocó que saliera un ‘safety car’, que durante seis vueltas concedió una tregua a conductores, comisarios de circuito y aficionados. A su retirada, mientras el asfalto de Zandvoort había comenzado a secarse, el relanzamiento de carrera no trajo consigo demasiadas sorpresas y los coches de Red Bull mostraron poderío.
No en vano, el mexicano Sergio Pérez se colocó detrás de su compañero de equipo, que disfrutaba de una ventaja considerable en el liderato. A la vez, Sainz proseguía su batalla en la zona de puntos con el francés Pierre Gasly (Alpine) y con el británico Lewis Hamilton (Mercedes) como ‘invitados’, habiendo mejorado ambos su desempeño de la ‘qualy’ sabatina.
No obstante, la verdadera amenaza era el nublado cielo neerlandés. Los radares meteorológicos avisaban de otro chaparrón, con mayor intensidad si cabe, y la tormenta se desató a 11 vueltas de concluir. Alonso ‘tiro’ entonces con fuerza logrando la vuelta rápida del día en 1:13.862 y adelantando a Sainz, quien igualmente fue rebasado por Gasly.
Pero todo eso quedó en un segundo plano en cuanto los nubarrones descargaron su furia. Casi todas las escuderías eligieron montar neumático intermedio de lluvia; el francés Esteban Ocon (Alpine) fue el único que se arriesgó poniendo goma de lluvia extrema, lo cual le vino bien durante una vuelta, a pesar de haberlo lamentado por un instante.
Se sucedieron ahí dos lances fundamentales. Primero fue una salida de pista de ‘Checo’ Pérez a nueve vueltas del final, con Alonso poniéndose segundo tras Verstappen; y a la vuelta siguiente, Zhou estrelló su monoplaza contra las barreras, provocando una bandera roja a tan solo siete vueltas para la conclusión.
A raíz del segundo relanzamiento, después de media hora de parón, Alonso soñaba con la ’33’ si Verstappen cometía algún fallo. Pero el neerlandés no dejó huecos para la esperanza asturiana y amarró su victoria seguida, la undécima de este año y tercera en Zandvoort tras las de 2021 y 2022. Por su parte, Sainz sujetó los arreones de Hamilton.