Carlos Sainz sube al pódium de la F1 en la carrera inaugural que ganó Max Verstappen

El fútbol son once contra once y al final siempre gana Max Verstappen. La adaptación carrerística del aserto atribuido a Gary Lineker podría definir el ciclo deportivo de la Fórmula 1 desde hace unos años. Echar la pata al neerlandés es inviable, así que la verdadera diversión no reside en saber quién gana, sino como queda el resto.

Y no, no es que no sea divertido seguir las andanzas del tricampeón, sino que quedó bastante claro el año pasado que también ganaría esta temporada. Es tal la calidad de su pilotaje, la eficiencia de su monoplaza, el acierto de su equipo con estrategias, cambios de neumáticos, mejoras en el bólido azul, que el resto de equipos se limita a reducir en lo posible el más que seguro descalabro.

Comienzo previsible

La carrera inaugural de la 75.ª edición del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 no comenzó un domingo cualquiera, sino un sábado. Los promotores locales solicitaron al organizador que no hubiera actividad en domingo, que es Ramadán, y en Bahréin, esto es un tema importante y de común interés. En la siguiente cita, Arabia Saudí, ocurrirá lo mismo.

Esa es la razón por la que Max Verstappen dormirá la noche del sábado —un día antes de lo natural— como líder. Todos indican que será el previsible campeón del mundo de este año; sería su cuarto título consecutivo. El neerlandés realizó una carrera perfecta, en la que se llevó 26 puntos; 25 por ganar y uno extra por la vuelta rápida en carrera. La Pole Position no puntúa, pero también se la llevó. Lideró la prueba de tal manera que las cámaras de televisión apenas le mostraron, porque no intervino en ninguna lucha, pelea, o disputa alguna contra otros monoplazas. Se marcó su quinto Grand Chelem de su historial deportivo. La carrera fue afín a esta circunstancia: no especialmente divertida.

En carrera nocturna, el más aburrido de todos fue el piloto del safety car, que ni asomó. Sin incidentes, banderas amarillas, golpes, sanciones dudosas o maniobras en los límites de la legalidad, uno de los momentos más atractivos fue la pésima parada de Valtteri Bottas, que duró casi un minuto. El 100 % de los pilotos finalizó la prueba inicial, y esto es algo que no había ocurrido nunca.

El que animó un poco la escena fue un magnífico Carlos Sainz, que casi parece otro. No es que de golpe haya crecido, sino que su actitud en pista es percibida por varios analistas como diferente. Hay quien dice que en Ferrari no hay órdenes de equipo, o que como es sabedor de que saldrá de Maranello a finales de año, se las pasará por la suela de sus botas ignífugas cuando las reciba. El resultado palpable es que ha elevado unos centímetros su nivel de agresividad, una característica que muchos echaron en falta en otros tiempos, pero en Baréin le llevó hasta la tercera plaza en el pódium.

Carlos Sainz dio color

Carlos no solo dio buena cuenta de George Russell, sino también de su compañero Charles Leclerc, y en dos ocasiones. El monegasco se quejaba por la radio de problemas en su frenada, pero Sainz lo dejó atrás con la facilidad que otros no encontraron. Si a una vuelta Leclerc es demoledor, en carrera el madrileño se muestra como más eficiente, avanza mejor, comete menos errores, y si tiene problemas, se adapta a ellos y se las apaña. Sainz suma 15 puntos, tras la primera prueba es tercero en el mundial, y se llevó el galardón virtual de ‘Piloto del Día’ en votación popular.

Peor le fue al otro español de la parrilla. Fernando Alonso se mostró cauto durante los test de pretemporada, en su equipo no había caras largas pero tampoco de satisfacción, y aunque muchos quisieron ver detalles, su Aston Martin apenas brilló. Dejó atisbos de que es un coche distinto, pero no mucho mejor que su predecesor, al menos en este inicio de temporada. Tanto es así que el ovetense acabó noveno y su compañero Lance Stroll décimo. Los dos dentro de la zona de puntos, pero más o menos como cerraron la temporada pasada. Técnicamente y a día de hoy, tienen el quinto coche.

En Aston Martin han dado un paso enorme como escudería, pero aún les queda mucho para desarrollarse por dentro. Primero se monta un equipo musculado y con posibilidades, del que sale un buen coche, y al final llegan los resultados. Ese es el orden natural de las cosas, y saltarse lecciones es poco viable. El AMR24 es distinto al AMR 23 del año pasado, sin embargo las cabezas visibles del equipo se entregaron a las mejoras y evoluciones venideras durante la temporada. Traducido: nuestro coche no es bueno, aunque puede serlo. No es que sea malo, pero el que quiera ver un bólido ganador, ha de quedarse en eso, en el deseo. Y disfrutar de cómo avanza durante el año, que seguramente mejore.

Tras una sola carrera y solo tres días de pruebas, el panorama no está muy definido; serán pasadas tres o cuatro carreras cuando todo esté más claro. A pesar de ello, el orden, de acuerdo con las capacidades observadas, bien podría ser Red Bull, Ferrari, Mercedes, McLaren, y Aston Martin; casi el mismo con que acabaron la temporada 2023. De ahí saldrán los coches que puedan alcanzar pódiums, victorias y títulos.

Ha nacido una estrella

De forma paralela a la categoría superior, los teloneros de la F1 son los chicos de la Fórmula 2. Con coches estándar, menor potencia, y un grado de sofisticación mucho más bajo, es la categoría telonera de la grande. Aunque de vez en cuando hay alguna excepción, todo piloto que quiera llegar a la Fórmula 1, ha de pasar por esta suerte de autoescuela de la velocidad.

Uno de los alumnos destacados, que viene avisando desde hace un par de años y que ha debutado este fin de semana en la categoría, es el catalán Pepe Martí. El espigado vecino de Sabadell merece una mención especial. Titular en Campos Racing, el equipo del desaparecido Adrián Campos, ha dado todo un recital en su estreno.

La F2 corre dos pruebas cada fin de semana, una corta al sprint, y otra más larga con parada obligatoria para cambio de neumáticos. La sorpresa llega cuando en las dos, partía desde la decimoprimera plaza en parrilla, y en ambas acabó en el pódium; tercero el sábado, y segundo domingo.

El espigado piloto intentará lograr su primera victoria la semana que viene, en el circuito urbano de Jeddah, donde también arrancará la F1 Academy, la categoría que solo disputan chicas, con la española Nerea Martí —que no es familiar— en la parrilla de salida. Esa cita, junto con la segunda carrera de la Fórmula 1, se disputará el sábado 9, con comienzo del evento el jueves día 7. Max sonríe y el resto, se miran de reojo, a ver quién es capaz de seguirle de cerca, aunque resoplando.