Marta, Nerea y Neus, las españolas que están agitando los cimientos de la Fórmula 1

Neus nunca subirá al pódium. Participa en todas las carreras de la F1 Academy, pero jamás levantará un trofeo para los fotógrafos. Tampoco beberá champán subida en un cajón de madera. Está condenada a quedar en la sombra, pero tiene una ventaja: tampoco se jugará el tipo en las curvas, porque tampoco las disputa, sino que las dirige. Es la española que manda en los circuitos cuando la F1 Academy rueda.

Las mujeres avanzan a toda máquina en el automovilismo y empiezan a copar el espacio que durante décadas ha estado dominado por hombres. Marga Torres, ingeniera de motor en Mercedes desde hace diez temporadas, fue una de las primeras. Elisabeth de Sola lleva años en Sauber y antes vistió de verde en Caterham. A María Rubia la cazaron casi de manera instantánea en Alpine apenas mes y medio después de acabar un máster en la universidad de Oxford Brookes. En el mismo equipo ha recalado Nuria Castells, en el departamento de composites, o a Alfa Romeo fue a parar Laura Villadelprat tras realizar el grado de ingeniería y dos másters. No es que la Fórmula 1 hable en español, es que además lo hace con voz de mujer.

Más mujeres

Atrás quedó el tiempo en que la función de las féminas se limitaba al plano de las relaciones públicas o la atención a los medios, para pasar a decidir cosas. El Gobierno, a través de su Ministerio de Igualdad, se esfuerza en conducir a las jóvenes hacia las carreras STEM (Ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) pero les cuesta una barbaridad, porque no saben mostrarles la meta final. Hasta que ven la F1, y ahí fijan su mirada muchas.

El renacimiento de su popularidad de un tiempo a esta parte está llevando cada vez a más chicas a los caminos de la formación relacionada. No solo eso, sino que además las mujeres están brillando con luz propia en el plano más mediático: el de las piloto y puestos de cierta responsabilidad.

Los organizadores del Campeonato del Mundo Fórmula 1 se dieron cuenta de que había espacio para una categoría femenina en esto de las carreras. Le precedieron las fallidas W-Series, organizadas por una compañía británica. De sus rescoldos nació la llamada F1 Academy, una categoría de nivel medio-bajo en la que solo participan chicas.

Nació el año pasado, de manera algo precipitada, y ante la premura del montaje llegó al mundo de forma irregular. Muchos aficionados mostraron su interés, pero la categoría carecía de retransmisiones, tan solo se podía seguir a base de videoclips y grabaciones a posteriori. La explicación era sencilla: fue montada con tan poco tiempo, que en los fines de semana de la Fórmula 1 no había espacio en su programación para una categoría más.

La organización remitió estas pruebas a fines de semana ajena a su alcance, organizadas por promotores paralelos, y enmarcadas entre categorías sin la popularidad de la F1. Esto condenaría a las chicas a correr ante gradas vacías y sin apenas público. Esto ha cambiado este año. La F1 Academy acompañará en sus siete citas a la categoría reina, y disfrutará de la cadena de beneficios paralelos que ya reciben la Fórmula 2 y la Fórmula 3, básicamente en forma de impulso mediático.

Para buscar a Neus Santamaría entre la muchedumbre que se arremolina bajo los pódiums no hay que buscar su rostro. Basta con bajar la cabeza y localizar las zapatillas más llamativas, ruidosas y coloridas. Su uniforme de oficial FIA es impoluto, con camisa blanca y pantalones oscuros, pero sus deportivas de la marca Asics podrían iluminar un concierto de música electrónica.

Neus lleva esto de la velocidad muy dentro, no en vano su padre es el director del Circuito de Montmeló. Cuando la llamaron para dirigir las carreras de la F1 Academy ya ejercía de comisario en carreras internacionales. Profesora de formación, pedía permisos en el gabinete pedagógico en el que trabajaba para viajar a Monza, Silverstone, Hockenheim, o donde tocase. Los lunes solía aparecer en su despacho con la trolley directamente desde el aeropuerto.

La madre de todas

Santamaría aprovechó su experiencia docente en las reuniones de pilotos, porque hay mucho de didáctica en su tarea. Ya no le choca lo belicoso y agresivo de los hombres, cuando al acabar las pruebas, son citados a declarar. Todos le echan la culpa al de enfrente. Lo sorprendente es el comportamiento de las chicas, en las que todas llegan pidiendo disculpas a la contraria.

«Son demasiado amigas, y a veces las tengo que enfrentar para que sepan defender sus intereses deportivos. Carecen de la picardía que a veces necesitan», afirma Neus sonriendo. «Es un puesto apacible, nada que ver con las cosas que se ven en otras categorías», remata (donde no es sorpresa que los pilotos sancionados salgan dando patadas a las puertas). A esta amistad entre rivales coopera la fórmula de gestión de la categoría. Comen juntas en una carpa común, en la que con frecuencia se sientan sus familias.

Marta aceleró en 2023

Una a la que ya no se puede ver es a la valenciana Marta García, que se coronó el año pasado en Austin, Texas, y que por normativa no puede repetir. Este año disputará el prestigioso FRECA, un certamen de monoplazas equiparable a la Fórmula 3 clásica, con coches más potentes y complejos que los Tatuus de 174 CV y motor Abarth de las F1 Academy.

García ha salido del regazo femenino para atacar el espacio donde apenas hay mujeres, pero escalan puestos hacia la cúspide. Hay quien critica a la F1 Academy por no ser mixta en un deporte que nunca hizo distingos entre hombres y mujeres. Sin embargo, la categoría sirve de plataforma en la que mujeres puedan fijarse e iniciar algo sin la aridez inicial; que exista es mejor que el que no haya nada.

… pero se quedó Nerea

La que sí está es la valenciana Nerea Martí, enclavada en la estructura de Campos Racing, la escudería del desaparecido Adrián Campos. Ahora es su hijo Adrián Jr. El que maneja la formación, y con Nerea no dudaron. Es muy trabajadora, muy seria, se somete a los duros entrenamientos que le recetan sin rechistar, y se deshace por devolver a sus patrocinadores las ayudas recibidas. Algo debe haber visto en ella la marca Tommy Hilfiger cuando su coche va pintado con sus característicos colores rojo, azul y blanco. Ya ganó una carrera en la temporada 2023.

¿Qué posibilidades tienen de llegar a la F1? Pocas, muy pocas. No por calidad, sino por ventanas de oportunidad y mera estadística. Si, por ejemplo, de cada 1.000 chicos que emprenden una carrera en el karting, o más tarde en monoplazas pequeños, llegan dos o tres, ¿cuántas chicas podrían llegar si apenas hay medio centenar? No es que no se las acepte, sino que los más brillantes sobresalen de entre una multitud. En el caso de las chicas, es más complicado porque no hay una multitud, sino aproximadamente lo mismo que en los eSports, los simuladores: un 5%.

De porcentajes tan bajos siempre es más complicado sacar valores, y para esto nació la F1 Academy, para catapultar a chicas como Nerea, Marta, u otras que lleven una trayectoria similar. Puede que ninguna llegue a la Fórmula 1, o puede que alguna. Pero con toda seguridad, más de una se labrará una carrera deportiva con apariciones en la F3 y F2 u otras categorías con turismos o prototipos. Así hicieron Carmen Jordá, María de Villota, la colombiana afincada durante años en España, Tatiana Calderón, o la barcelonesa Belén García Espinar, que disputa las European Le Mans Series.

Carreras deportivas en ciernes

Las mujeres no lo han tenido fácil en un deporte dominado por la testosterona masculina. Por eso parece un contrasentido que su segunda temporada —primera como teloneros de la F1— arranque en Arabia Saudí, un territorio donde la igualdad entre géneros no es un ejemplo. Tampoco fue fácil para Patrocinio Benito, la primera gran piloto española.

Su temporada de 1926 fue explosiva, con una tercera posición en la tabla final de las XII Horas del Guadarrama. Sí, carreras de doce horas en un circuito con salida en La Granja, y que pasaba por las cercanías de Segovia, los puertos de Guadarrama y Navacerrada, el Alto del León y las famosas ‘siete revueltas’. Cuando pasó tercera por meta, a pesar de haber perdido una hora por avería, se ganó el respeto de todos.

Las XXI Horas de Guadarrama de hoy es la F1 Academy. Las mejores de ahí saltarán a la leonera donde todos los demás, sin distingos de género, sueñan con ser Max Verstappen. Suerte a todas. Y todos, también, que fácil no es.