Carlos Sainz ficha por la escudería Williams para al menos las dos próximas temporadas
Si quiere ganar carreras, ahora será más difícil que en Ferrari, pero se entrega a un proyecto que le resulta ilusionante
Carlos Sainz. | Williams
El piloto madrileño Carlos Sainz, hijo del bicampeón del mundo de rallyes, correrá para el equipo Williams las dos próximas temporadas. El corredor saldrá del equipo Ferrari al finalizar la presente temporada y recalará en el histórico equipo de Grove.
De manera sorpresiva, y en plenas negociaciones de renovación con Ferrari, el 1 de febrero el equipo italiano anunció la contratación de Lewis Hamilton para 2025. A pesar de que había algunos rumores, esto cogió a todos por sorpresa, incluido Sainz y su entorno; nadie esperaba esta noticia. Con Hamilton a bordo, y un Charles Leclerc recién renovado, tendría que buscar equipo si quería dar continuidad a su carrera deportiva.
Valía reconocida
Con una década de experiencia a sus espaldas, acumula 199 carreras disputadas —en las que tomó la salida en 196—, tres victorias, cinco pole positions, y 1.144,5 puntos. Su bagaje le hace acreedor de ser un piloto serio, solvente, profesional y trabajador. No da problemas, no hace ruido, es discreto, y uno de los valores que merecen estar en equipos punteros.
El problema es que este año se han dado circunstancias en el mercado de pilotos que le han ayudado poco. De Toro Rosso pasó a Renault, de allí a McLaren, y su etapa más prolífica y exitosa llegó cuando en 2021 fue contratado por Ferrari. De mano de los de Maranello llegaron sus tres victorias. Su carrera ha ido en ascenso, siempre de la mano de proyectos que le han permitido crecer.
Carlos Sainz se ha hecho un poco el remolón para decidir su destino, a la espera de que ocurrieran cosas en otros equipos punteros. Diferencias entre Max Verstappen y Red Bull apuntaban a una posible salida del neerlandés hacia Mercedes; salida que no se ha materializado. En el equipo que abandona Hamilton quedaba un hueco libre, pero sus responsables parecen entregados a Andrea Kimi Antonelli, un prometedor italiano que llega desde la Fórmula 2. Sainz se encontró sin las opciones más deseables y ha tirado hacia uno de los pocos asientos libres que quedaban en el mercado.
La opción Audi, también en el horizonte, no pareció de su apetencia ante la cascada de incógnitas que rodean a un proyecto que acaba de cambiar de director, incluso antes de haber adquirido su nombre. Su cúpula directiva ha sido desplazada hace unos días por el exdirector de Ferrari, Mattia Binotto.
Esta es la primera vez que el piloto no da un salto ascendente, y pasará de una escudería ganadora a otra que se encuentra en un proceso de reestructuración interna. Si quiere ganar carreras, con Williams le será más difícil que en Ferrari, pero se entrega a un proyecto que, según afirma, le resulta ilusionante.
Entre otras cosas, Sainz ha dejado clara su postura: «Confío plenamente en que Williams es el lugar adecuado para continuar mi andadura en la F1 y estoy extremadamente orgulloso de unirme a un equipo tan histórico y exitoso, donde muchos de mis héroes de la infancia pilotaron en el pasado y dejaron su huella en nuestro deporte. El objetivo final de devolver a Williams al lugar que le corresponde, al frente de la parrilla, es un reto que acepto con entusiasmo y positividad. Estoy convencido de que este equipo tiene todos los ingredientes necesarios para volver a hacer historia y, a partir del 1 de enero, daré lo mejor de mí mismo para llevar a Williams hacia delante junto a todos y cada uno de los miembros del equipo».
¿Qué se va a encontrar en Williams?
En esencia un equipo con un enorme pasado, de hecho es el segundo equipo en número de títulos de constructores, pero que en estos tiempos se encuentra a medio construir. La llegada desde Mercedes de James Vowles cambió muchas cosas, y la primera fue llamar a las cosas por su nombre. Procesos, mecanismos y departamentos estaban a todas luces desfasados, y muchas cosas están cambiando.
Williams está ahora mismo como estaba McLaren, que hoy gana carreras. Entonces se intentaba sacar de encima el agujero negro en el que se metió cuando estuvo asociada al motorista Honda. La propiedad, Dorilton Capital, ha inyectado enormes cantidades de dinero, y está revitalizando un equipo que cerraba a parrilla hace un par de años, y ahora se encuentran novenos, pero estuvieron séptimos hace no mucho.
La situación es vagamente parecida a la que vivió Fernando Alonso hace un par de años cuando llegó a Aston Martin. Equipo con nombre —da marca de deportivos, en el caso del asturiano—, que estuvo subfinanciado durante mucho tiempo, con procesos anticuados, y al que llegan dinero e ideas frescas.
Equipo en expansión
A nivel técnico, el problema esencial es que sus procesos de mejora evolución de sus coches son lentos. Tienen buen personal, pero les falta maquinaria de última generación y recortar los plazos de desarrollo. Según fuentes internas consultadas, su grado de mejora suele ser el esperado, del calibre de los equipos grandes, pero llegan tarde a las pistas.
Otro elemento que muestra el avance a nivel interno de Williams es la llegada de mucho personal nuevo. Desde que aterrizó Vowles, se ha contratado a más de cien personas, sobre todo cazadas a lazo a otras formaciones. Huelga decir que nadie va a un equipo al que no le ve futuro, y, sin embargo, desde el cambio de aires, todo ha adquirido otro color para los que en otro tiempo no entendían que era una buena opción.
Aun así, un equipo que cierra parrillas, no gana carreras de un día para otro. El proceso de crecimiento suele llevar años, y Carlos tendrá que echarle la paciencia suficiente como para ver como su nueva escudería, la quinta en su carrera deportiva, avanza.
Un nuevo líder de equipo
El corredor madrileño desplaza al norteamericano Logan Sargeant, que no renovará para el año próximo y que ha mostrado un rendimiento poco satisfactorio. Carlos acompañará al anglotailandés Alex Albon.
Se va a topar con un equipo humilde, muy humano, sin guerras políticas en su seno, sin rivalidades internas, y que saben que no aspiran a ganar sino a crecer. Es un lugar agradable, donde corrieron campeones como Ayrton Senna, Keke Rosberg, Nelson Piquet, Nigel Mansell, Alain Prost, Damon Hill y Jacques Villeneuve.
Carlos Sainz lo va a tener algo más complicado, pero mucho más frío hace cuando no tienes equipo, y en Williams le van a recibir como uno de los mejores pilotos que ha pasado por allí en años. Buena suerte.
