Nueve detenidos en Bilbao en una jornada marcada por la muerte de un ertzaina
Nueve personas, cinco radicales vascos seguidores del Athletic de Bilbao, tres aficionados rusos del Spartak de Moscú, y un ciudadanos polaco, fueron detenidos por la Ertzaintza durante los incidentes que se registraron antes del partido de la Europa League, marcado por la muerte de un ertzaina a consecuencia de un infarto, según ha informado esta madrugada una portavoz del Departamento de Seguridad del Gobierno vasco a la agencia EFE.
Nueve personas, cinco radicales vascos seguidores del Athletic de Bilbao, tres aficionados rusos del Spartak de Moscú, y un ciudadanos polaco, fueron detenidos por la Ertzaintza durante los incidentes que se registraron antes del partido de la Europa League, marcado por la muerte de un ertzaina a consecuencia de un infarto, según ha informado esta madrugada una portavoz del Departamento de Seguridad del Gobierno vasco a la agencia EFE.
Los detenidos continúan en dependencias policiales acusados de presuntos delitos de desórdenes públicos y riña tumultuaria. Los extranjeros detenidos también están arrestados por un delito de atentado a agentes de la autoridad. Los detenidos del País Vasco tienen entre 20 y 25 años, los rusos entre 27 y 37 y el polaco 30.
El Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco y la Ertzaintza han expresado su «consternación» y «profunda indignación» por la muerte del agente de la Brigada Móvil, Inocencio Alonso García, durante los enfrentamientos entre hinchas del Athletic de Bilbao y el Spartak de Moscú en las inmediaciones del estadio de San Mamés.
Al mismo tiempo, la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, ha pedido en un comunicado «la máxima serenidad al afrontar este trance tan difícil para el conjunto de la familia policial vasca».
Desde el presidente del Gobierno hasta el lehendakari pasando por numerosos aficionados y clubes de fútbol expresaron sus condolencias por la muerte del ertzaina al tiempo que coincidieron en condenar la violencia desatada por los aficionados radicales.
El presidente del Gobierno vasco, Íñigo Urkullu expresó en nombre del gobierno vasco «la condena más absoluta por la provocación y los actos violentos cometidos, así como la solidaridad con la Ertzaintza y el respaldo a su actuación proporcionada», y lamentó la muerte del agente.
Hemos de lamentar el fallecimiento de un ertzaina en acto de servicio en el entorno del estadio de San Mamés en Bilbao con motivo del encuentro de fútbol entre el Athletic Club y el Spartak de Moscú.
— Iñigo Urkullu (@iurkullu) 22 de febrero de 2018
Según el Departamento de Seguridad, el agente falleció tras sentirse súbitamente indispuesto durante los graves incidentes ocurridos en las proximidades de San Mamés.
«El informe preliminar emitido por el Servicio Vasco de Salud – Osakidetza – establece que el agente ha ingresado en el hospital de Basurto con parada cardiorrespiratoria, no relacionada con ningún tipo de traumatismo, y ha fallecido tras más de una hora de intento de reanimación», refiere el Departamento de Seguridad en una nota.
La Real Federación Española de Fútbol lamentó en un comunicado lo sucedido y expresó sus condolencias por la muerte del agente de la Policía Vasca, además de pedir que se guarde un minuto de silencio en todos los partidos de liga que se celebren en España este fin de semana.
COMUNICADO | La RFEF recomienda que se guarde un minuto de silencio en todos los campos de España https://t.co/H79CVTMU1b pic.twitter.com/O1TUdhgE6A
— RFEF (@rfef) 22 de febrero de 2018
También el club Athletic de Bilbao emitió un comunicado expresando su más «absoluto rechazo» a los actos violentos previos al partido y lamentó la muerte del policía Inocencia Alonso.
Nuestro más sentido pésame a la familia y compañeros del agente fallecido hoy.
El Athletic Club muestra su más firme rechazo a la violencia generada en torno al fútbol. #athlive #UEL— Athletic Club (@AthleticClub) 22 de febrero de 2018
Los altercados comenzaron cuando se esperaba la llegada de los seguidores moscovitas, alrededor de 300, convocados por el club ruso en Moyua, céntrica plaza bilbaína donde se reunieron de manera pacífica.
En pocos segundos aparecieron desde calles aledañas a la explanada exterior del estadio decenas de seguidores de ambos equipos, algunos de ellos con bengalas, que lanzaron a los agentes sucediéndose carreras, vuelcos de contenedores y cargas policiales sobre los alborotadores.
La Ertzaintza había establecido un dispositivo de gran envergadura para garantizar la seguridad pública en torno al partido, declarado de alto riesgo.
Pese a «la complejidad» de la situación, el dispositivo permitió, según el Gobierno Vasco, que todo estuviera discurriendo con normalidad hasta el momento del suceso y que se atajaran de forma inmediata los incidentes, en los que participaron hinchas violentos de ambos equipos.
Antes de los incidentes habían sido identificadas varias personas por posesión de objetos preparados para los altercados, como porras extensibles, puños americanos, bolsas con piedras y navajas.
El Gobierno Vasco ha destacado la profesional de los ertzainas integrantes del dispositivo, que a pesar del fallecimiento de su compañero han seguido trabajando para garantizar la seguridad.