El Real Madrid pincha frente al Betis pese a la cotidiana brillantez de Bellingham
Un golazo de media distancia de Ruibal empató el tanto inicial del jugador inglés
El Real Madrid empató (1-1) este sábado en su visita al Real Betis Balompié, con goles de Jude Bellingham para los madrileños y de Aitor Ruibal para los sevillanos, en un partido correspondiente a la jornada 16 de LaLiga EA Sports y en el que la segunda parte vivió un desenlace intenso pero que no contentó a ninguno de ambos equipos.
Visitaban los merengues el estadio Benito Villamarín en gran estado de forma, sin acusar la retahíla de lesionados que tiene en su enfermería. Y pese a un tiro raso de Marc Roca en los primeros compases, centrado y bien atrapado por Andriy Lunin, el Real Madrid mostró rápido su poderío. Lo hizo volcado al extremo izquierdo, cayendo Rodrygo Goes a esa zona para inquietar una y otra vez a Aitor Ruibal, reconvertido a lateral. En el minuto 6, avisó el ’11’ madridista con un centro tenso al corazón del área y que Luka Modric rozó con la cabeza; en tromba llegó el talentoso centrocampista croata, pero su cinta del pelo solamente besó el balón.
Poco después, Rodrygo reclamó penalti tras un regate suyo a Ruibal, igualmente en el lado izquierdo del ataque visitante. Y superado el cuarto de hora, Rodrygo tiró un caño a Germán Pezzella sobre la línea de fondo; apareció raudo Ruibal para despejar, pero con la mala suerte de que le pelota rebotase en el mismo Rodrygo y acabase mansa a los pies de Brahim Díaz, que empujó a placer al fondo de las mallas. Sin embargo, un fuera de juego señalado a Rodrygo en la asistencia previa de Jude Bellingham hizo que todo fuese anulado. Había empezado a carburar el atacante inglés, asentado en la punta del ataque, aunque con querencia a moverse por todos los espacios mientras sus compañeros lo buscasen.
Cada gesto de Bellingham despertaba zozobra en el equipo local, que durante la primera mitad tuvo su ocasión más clara en el minuto 31. Fue en realidad una doble oportunidad, a raíz de un contragolpe en el que la pelota llegó a Ayoze Pérez por la banda derecha; el ’10 bético controló el esférico, se metió en el área y pasó a Willian José, cuyo tiro fue repelido. El rechace de Antonio Rüdiger llegó de nuevo a pies de Ayoze, que disparó escorado y Lunin hizo una buena intervención, mandado el balón a saque de esquina. Respondió el Real Madrid en el 40′, mediante un derechazo lejano de Modric que iba muy cercano a la cepa del poste, y que el guardameta verdiblanco desvió a córner en semifallo.
Al regreso de vestuarios, Isco Alarcón avisó de un mayor peligro bético con un remate de soslayo en un pase filtrado, bien contestado por un Lunin que está respondiendo bien ante la misión de sustituir al aún renqueante Kepa Arrizabalaga. Pero aparte de eso, el Betis se frenó.
Culpa de ello tuvo Bellingham, fabricándose un gol casi de la nada cuando corría el minuto 53. En un balón suelto junto a la línea lateral, en zona de tres cuartos y aparentemente sin peligro, el joven inglés domó esa pelota y arrancó la moto hasta en paralelo a la frontal; pasó a Brahim, quien se la devolvió entre la zaga a la altura del pecho. Ahí Bellingham lució habilidad y velocidad para controlar con el pecho y rematar raso según cayó el balón, sorprendiendo al portero Rui Silva. Con dinámica a favor, el conjunto dirigido por Carlo Ancelotti merodeó el segundo gol gracias a la insistencia de Rodrygo, que no halló premio.
Y lo pagó caro el Real Madrid, sin sentenciar a un oponente que se despertó de golpe por obra de Ruibal. Tras recibir la pelota de Willian José en campo medridista, Ruibal avanzó unos metros y ejecutó un derechazo tremendo, que hizo algo de folha seca y se coló sin remedio, cerca de la escuadra, en el arco defendido por Lunin.
Se le fundieron los plomos al equipo merengue, incapaz de generar peligro en la última media hora salvo en un tiro de Joselu Mato, con la zurda y en los compases finales, habiendo reemplazado a Brahim en el minuto 79. Los cambios de Ancelotti no surtieron efecto, pero al menos el Betis tampoco encontró la manera de apretar y contentar a su afición. El ahínco de las gradas del Villamarín no obtuvo recompensa, a pesar de que el central Chadi Riad hizo un remate envenenado en la ultimísima jugada. El zaguero marroquí cabeceó bien una falta lateral botada por Isco, ya en el alargue definitivo, pero Lunin desvió con destreza por encima del larguero y el árbitro no dio tiempo para más.
Este empate dejó al Real Madrid con 39 puntos, aún en la cúspide de Primera División, pero con la opción de ser adelantado por el Girona FC (38 ptos.) si vence al FC Barcelona (34 ptos.) durante la sesión dominical de partidos. Mientras, el Betis permanece con 26 puntos justo por detrás de las posiciones que dan acceso a competición europea.