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De Messi a Williams: las cortinas de humo más sonadas de Laporta

Las promesas sobre el fichaje de Nico Williams forman parte del ‘modus operandi’ habitual del presidente azulgrana

De Messi a Williams: las cortinas de humo más sonadas de Laporta

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta. | David Ramirez (Zuma Press)

El actual presidente del Barça es especialista en tapar sus fiascos de gestión inflando algunos globos de ilusión que hace volar la parte de la prensa que domina, aunque al poco tiempo se acaben pinchando. Durante la campaña electoral, aseguró que arreglaría la renovación de Messi «con un asado». En marzo de 2021, durante el acto de su toma de posesión como nuevo presidente, Laporta miró a los ojos a Messi y, micrófono en mano, le dijo «Leo, te vamos a hacer una oferta que no podrás rechazar».

A pesar de que el crack argentino la aceptó y el acuerdo para su continuidad era total según filtraban ambas partes, Laporta dejó tirado a última hora al mejor jugador de la historia del Barça, y en lugar de coger el teléfono para darle una explicación convincente, le dispensó una salida vergonzosa por la puerta de atrás, impropia de su legendaria trayectoria. No le engañó una, sino dos veces. Desde enero de 2023 hasta junio, Laporta estuvo ilusionando a la afición culé con la vuelta de Messi para un «last dance» tras acabar sus dos años amargos en París y filtró a su fanfarria mediática que su retorno estaba hecho para que colgara las botas de azulgrana. Nada más lejos de la realidad.

Al final resultó que Laporta incumplió su propio plan de viabilidad presentado en la liga y no tenía margen para inscribirlo. Ese verano en el que filtraba la vuelta de Messi y el fichaje de Kimmich, otro globo hinchado y esfumado, resulta que el Barça solo pudo invertir tres millones y medio para comprar a Oriol Romeu al Girona. Antes lo hizo con el jugador de la Real Sociedad, Zubimendi, que tenía una cláusula de rescisión de 60 millones de euros. El máximo mandatario contribuyó a generar el estadio de opinión que le ficharía para sustituir a Busquets.

El caso es que el futbolista donostiarra rechazó el ofrecimiento y le dijo no al Barça. Con Nico Wiliams puede repetirse la historia. Laporta, quién aseguró en Catalunya Radio que «me encanta y estamos en condiciones de afrontar operaciones económicas como ésta», ha utilizado a sus voceros mediáticos para ilusionar a la afición culé, día a día, dando por hecho su fichaje sin que hasta la fecha haya tenido nunca el acuerdo total del jugador, que es muy probable que se acabe quedando en Bilbao. En cambio, cuando el PSG se interesaba por Messi, el presidente azulgrana se mostró muy molesto porque el club parisino estaba «tocando» a un jugador con contrato en vigor.

Justo lo mismo que ha estado haciendo él ahora. Laporta ha utilizado a Nico Williams durante todo este mes de julio como cortina de humo para evitar que se hable de sus fracasos económicos, consistentes en el fiasco de la palanca de Barça Studios, sin haber encontrado un inversor que cubra los 40 millones impagados de la productora audiovisual del equipo azulgrana ni los 60 millones del nuevo plazo vencido el pasado 15 de junio, la no renovación del contrato de Nike y los resultados económicos del ejercicio 23-24 que sigue ocultando. En enero de 2022, Laporta no paró de asegurar en petit comité que: «Voy a fichar a Haaland el próximo verano», tal y como recogieron muchos medios de prensa.

Sin embargo, en mayo, fue el City el que anunció el fichaje del noruego por una inversión cercana a los 120 millones. Xavi, el entrenador de entonces, dijo lo que todos sabían y Laporta ocultaba: «Para nosotros ahora mismo es imposible competir con estas cifras económicas». El portugués del City, Bernardo Silva, es otro fichaje que el presidente azulgrana ha ido dando prácticamente por hecho, cuando el conjunto Blue se ha negado siempre a negociar. Laporta incluso intentó vender que el retorno de Neymar era posible.

Rac1 desveló que el presidente azulgrana envió dos emisarios a París en verano de 2021 para convencer al jugador, pero, supuestamente, una transferencia de 20 millones por parte de un jeque del PSG a la cuenta del padre de Ney lo paró todo. El extremo del Atlético de Madrid, Yannick Carrasco, representado por Pini Zahavi —el socio israelí de Laporta, que curiosamente también es el agente de Lewandowski y del actual entrenador, Hansi Flick—, ha sido otra de las incorporaciones que daba por hecha. Nunca se produjo. También ha sucedido con defensas, como el lateral derecho del Villarreal, Juan Foyth. Además de engañar a sus propios aficionados, esta manera prepotente y poco respetuosa de actuar de Laporta ha molestado a muchos clubes. Todo para desviar la atención y que no se hable de su inoperante gestión.

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