El Valladolid de Ronaldo: de prometer jugar la Champions a dirigir un 'equipo ascensor'
El equipo del brasileño es colista en La Liga y cosecha la peor racha de su historia en la máxima competición nacional
Cuesta abajo y sin frenos, así es como se puede definir el Real Valladolid de Ronaldo Nazario. El equipo es el colista de La Liga, con nueve puntos, solo ha ganado dos partidos esta temporada y es el conjunto menos goleador, con 10 tantos a favor, pero también el más goleado del campeonato, con 27 goles en contra. A la mala situación deportiva hay que añadir la deficiente gestión institucional: una venta que no se pudo llevar a cabo por el descenso a segunda división, un cambio de escudo y una guerra entre el brasileño y la afición, con Paulo Pezzolano, el entrenador, de por medio.
La última derrota del conjunto blanquivioleta esta jornada -2-0 en Getafe- ha terminado por caldear los ánimos, aún más, de la afición. Los vallisoletanos se han hundido en el pozo de la clasificación en la maratón por no descender, otro año más, a Segunda División. La cosa no queda ahí. Los pucelanos ni siquiera pudieron pedir explicaciones al doble ganador del Balón de Oro, ya que no acudió al estadio a presenciar el encuentro.
Mientras el Real Valladolid volvía a caer derrotado, el mayor accionista del club, Ronaldo Nazario, estaba jugando al tenis. Una imagen que, en lugar de esconderla, la difundió sin ambages en sus redes sociales del Galácticos Open publicando fotos y vídeos y, para más inri, su partido se retransmitió en Twitch.
Getafe, otra piedra en el camino de la desesperación
«No tenía ni fuerzas de animar la gente», esto es lo que sintió Emilio Rodríguez, aficionado vallisoletano de toda vida, y sus tres amigos viendo el partido en el Coliseum Alfonso Pérez. Y seguramente muchos más aficionados, tanto presentes en el estadio como los que lo siguieron por televisión el pasado viernes.
Tras solo ganar dos partidos, empatar tres y perder nueve, la afición pucelana sigue viajando, pero la gente «daba la sensación de haber bajado los brazos. Nadie tenía fuerzas, ni de animar, ni de nada», aseguró Emilio en declaraciones a THE OBJECTIVE.
También habló del buen trato de la afición azulona, tanto dentro como fuera del campo, asegurando que «los propios aficionados del Getafe nos daban ánimos, pero estaban de acuerdo en que teníamos muy mala pinta. Varias veces los aficionados del Getafe nos cantaron: ‘El año que viene, Pucela – Getafe’. Hasta el guardia de seguridad nos dijo que había sido de los desplazamientos más grandes de este año a Getafe con diferencia». Para finalizar, Rodríguez, que sigue el equipo, haya donde puede, declara que «es algo agridulce, porque ves una afición tan buena con un equipo tan malo… se te queda un sentimiento raro».
Ante esta situación, la Federación de Peñas del Real Valladolid ha lanzado un mensaje en la red social X anunciando que, de cara al próximo partido, el sábado 30 de noviembre a las 21 horas frente al Atlético de Madrid; se realizarán protestas «ante la actual situación insostenible en la que está sumido nuestro club».
El peor Real Valladolid de los últimos años
La dura y cruda realidad. El Real Valladolid está construyendo su peor historia en La Liga. Mientras O Fenômeno estaba jugando al tenis, su equipo volvía a perder otro encuentro contra un rival directo para alcanzar su primer récord: nunca el Pucela perdió tantos partidos en las 14 primeras jornadas como el de Pezzolano.
La novena derrota de la temporada en Liga ha permitido superar los ocho partidos perdidos de las temporadas 1952-53, 1963-64 y 1991-92, de las cuales solo la del primer año acabó en salvación. Pero lo peor no ha acabado, ya que hay más datos negativos. Además, Pezzolano ha logrado solo tres victorias en los últimos 22 partidos que ha dirigido al equipo en Primera División y en total ha logrado 37 victorias en 166 partidos.
Solo dos veces, en las temporadas 1982-83 y 1990-91, ganó menos encuentros que los dos en los que se ha impuesto hasta ahora, mientras que con posterioridad, en la 1995-96, igualó el actual y muy pobre guarismo. Con la única sorpresa que el club se libró del descenso esos años, cosa que cualquier aficionado daría lo que fuese porque esta temporada fuese igual.
«En cinco años pelearemos por ir a la Champions»
El 3 de septiembre de 2018, Ronaldo asumió la presidencia del Real Valladolid, abonando 30 millones de euros para hacerse con el 51% de las acciones del club, aunque ahora tiene el 82,7%, y sustituir a Carlos Suárez en el cargo. En dicha temporada, los pucelanos acababan de ascender a Primera División tras jugar el playoff, y esa temporada, la 18/19, el equipo consiguió el objetivo de mantenerse en La Liga, finalizando decimosexto con 41 puntos.
Fue al finalizar esa campaña, cuando Ronaldo pronunció las palabras que el tiempo ha demostrado que eran fantasiosas: «El objetivo los próximos años es mantenerse en Primera División, y en cinco años, una vez que logremos permanecer, reestructurar el club y hacer todas las inversiones que estamos planeando, lo normal es que peleemos por un puesto en Champions League. Ahora asusta, pero por qué no pensar en grande».
Justo esa campaña, 19/20, en la mitad de año, sin afición en el campo por el COVID, que el equipo finalizó decimotercero y se instaló la ilusión en la ciudad ante el buen resultado y las palabras de Ronaldo, aunque fue ahí cuando empezó el verdadero sufrimiento de los pucelanos.
La temporada 20/21 se veía como ilusionante, pero dio el pistoletazo de salida para que el Valladolid se convirtiese en el equipo ascensor de España. El equipo descendió con Sergio González como entrenador, en casa, sin afición, en un último partido que hacía falta un milagro que nunca llegó. En la 21/22 se contrató a José Rojo Martín, más conocido como Pacheta, para ascender a Primera y que fuese un año de transición y lo logró.
Aunque lo que nadie se esperaba es que en la temporada 22/23 se abriese un nuevo capítulo en esta historia. Tras una abultada derrota del Real Valladolid frente al Real Madrid en el Bernabéu, el club decidió despedir a Pacheta y contratar los servicios del actual entrenador, Paulo Pezzolano, que aunque no consiguió el objetivo de mantenerse en Primera, el club lo mantuvo en Segunda División. Otro año de transición, que aparte de ascender de nuevo, sirvió para crear la guerra civil que hay instaurada entre Ronaldo, el míster y la afición.
Temporada donde además, el club decidió cambiar el escudo, para muchos, «de los más bonitos de España». Esto generó aún más revuelo entre la afición, ya que quería de vuelta el que había. Cosa que al final lograron en referdum, primero mal hecho y ya luego bien realizado, para justo recuperar el escudo en su vuelta esta temporada a Primera División y dejar atrás un escudo al que los aficionados denominaron «logo o bellota».
En la afición se ha pasado del «Pezzolano, dimisión» a crear pancartas con fondo amarillo y con la cara del presidente con el mensaje de «Ronaldo Go Home». Estas banderas y pancartas se han multiplicado en el José Zorrilla y en cada desplazamiento, que aún hace la afición. La campaña, que ha comenzado a coger fuerza, se están empezando a ocultar en las redes sociales del club.