Destacados políticos probrexit presionan a May para cambiar la cláusula sobre la frontera irlandesa
La primera ministra británica, Theresa May, afronta este lunes nuevas presiones por parte de los propios conservadores, que le piden que logre cambios sobre la frontera con Irlanda en el pacto del Brexit para que este pueda ser finalmente aprobado en la Cámara de los Comunes, un día antes del debate sobre el plan alternativo para el Brexit.
La primera ministra británica, Theresa May, afronta este lunes nuevas presiones por parte de los propios conservadores, que le piden que logre cambios sobre la frontera con Irlanda en el pacto del Brexit para que este pueda ser finalmente aprobado en la Cámara de los Comunes, un día antes del debate sobre el plan alternativo para el Brexit.
El exministro de Exteriores y abanderado de la salida de la Unión Europea Boris Johnson insiste en que Reino Unido puede conseguir que la polémica cláusula para evitar una frontera física entre Irlanda e Irlanda del Norte sea temporal o incluso cancelable, ha dicho en un artículo de The Daily Telegraph.
“Si nos lo proponemos, si realmente lo intentamos, no tengo ninguna duda de que la Unión Europea nos dará la cláusula de libertad que necesitamos”, asegura Johnson, a pesar de que tanto Dublín como Bruselas han rechazado esta posibilidad.
Johnson asegura que si May obtiene esa concesión por parte de la Unión Europea, “todo el país la respaldará” en su plan para la salida del bloque.
El también conservador Graham Brady ha apoyado una enmienda para que se elimine la cláusula irlandesa y se sustituya por “una alternativa”. Por su parte, el diputado Andrew Murrison pide que esta salvaguarda caduque en diciembre del año 2021.
La primera ministra encara este martes otro debate sobre el Brexit en la Cámara de los Comunes. En esta ocasión, los diputados debatirán una moción gubernamental y las numerosas enmiendas presentadas que, aunque no son vinculantes, servirán para evidenciar dónde reside la mayoría parlamentaria y para definir los próximos pasos en el proceso de la salida de la Unión Europea.
Los sectores proeuropeos también han presentado varias enmiendas, encaminadas la mayoría a evitar la salida de la Unión Europea sin pacto el 29 de marzo y otras a promover un segundo referéndum.
Una de estas enmiendas, impulsada por la laborista Yvette Cooper, propone un proyecto de ley que postergaría el Brexit alrededor de nueve meses si May no consigue que se apruebe un pacto antes del 26 de febrero.
Otra enmienda presentada por la conservadora Caroline Spelman, con apoyo generalizado, rechaza dejar el bloque sin un acuerdo con la Unión Europea, algo a lo que no se quiere comprometer la primera ministra.
Se espera que, una vez queden claras las vías que cuentan con consenso parlamentario, May regrese a Bruselas para obtener nuevos gestos por parte de la Unión Europea, que se ha mostrado dispuesta a reabrir el diálogo solo si Londres cambia sus «líneas rojas», informa Efe.
Un 62% de los británicos, infelices por el Brexit
La presión de los conservadores llega el mismo día en que se ha dado a conocer un sondeo de YouGov que afirma que al 62% de los británicos le hace infeliz el Brexit. Además, un 11% considera que el Brexit ha tenido un fuerte impacto sobre su salud mental.
Un 10 % dijo estar feliz con la salida de Reino Unido de la Unión Europea, y un 19 % afirma que este proceso no le ha afectado a nivel emocional.
Por otra parte, un 69 % de unos 2.000 entrevistados entre los meses de diciembre y enero cree que el Reino Unido es un país «más enfadado» desde el referéndum sobre la salida de la Unión Europea del 23 de junio de 2016, según otra encuesta de la empresa de comunicación estadounidense Eldeman.
Este estudio muestra también que un 35 % confía en que la primera ministra, la conservadora Theresa May, hará lo correcto y un 26 % piensa lo mismo del líder laborista, Jeremy Corbyn.