Human Rights Watch denuncia el trabajo infantil en los campos de tabaco de Zimbabue
Muchos niños están obligados a trabajar en condiciones peligrosas en los campos de tabaco de Zimbabue para pagar sus gastos escolares o para mantener a sus familias, según el informe de Human Rights Watch denominado “Cosechas amargas”. Estos jóvenes, que no reciben el pago por las horas adicionales, están expuestos a la nicotina y a pesticidas tóxicos que causan náuseas y vómitos.
Muchos niños están obligados a trabajar en condiciones peligrosas en los campos de tabaco de Zimbabue para pagar sus gastos escolares o para mantener a sus familias, según el informe de Human Rights Watch denominado “Cosechas amargas”. Estos jóvenes, que no reciben el pago por las horas adicionales, están expuestos a la nicotina y a pesticidas tóxicos que causan náuseas y vómitos.
Todos los propietarios de cultivos entrevistados por Human Rights Watch tienen a niños trabajando para ellos. “Nosotros llevamos mochilas y rociamos los campos”, cuenta Mercy, una niña de 12 años que trabaja en estas explotaciones. “Sentía ganas de vomitar porque los productos olían muy mal”, añade.
Las exportaciones de tabaco, destinadas esencialmente a China y a Indonesia, son la segunda fuente de ingresos del país africano, por detrás del oro. La industria tabacalera aportó 900 millones de dólares en 2017, de acuerdo con los datos del sector.
Un maestro de la provincia de Mashonaland, identificado como Joseph, relata que sus alumnos faltan a sus clases para ir a trabajar. “En un trimestre de 63 días, algunos estudiantes vienen a clase solo entre 15 y 24 días”. Davidzo, un joven de 15 años, tuvo que dejar de ir a la escuela porque “tenía que pagar sus gastos de escolaridad” y sus maestros le golpearon cuando volvió.
Margaret Wurth, investigadora sobre los derechos de los niños de Human Rights Watch y coautora del informe, ha pedido que “el gobierno de Zimbabue debe tomar medidas de urgencia para proteger a los trabajadores del tabaco”. Algunos de los trabajadores temporales no reciben un salario.
Human Rights Watch ha exigido al presidente del país, Emmerson Mnangagwa, una “investigación profunda sobre el trabajo de menores y las violaciones de los derechos humanos” en el sector. Mnangagwa reemplazó en noviembre de 2017 a Robert Mugabe, que tuvo que renunciar después de 37 años en el poder porque perdió el apoyo del ejército, de su partido y de la sociedad.