Los trabajadores españoles han perdido un 7% de poder adquisitivo en 25 años
Desde la crisis económica se ha producido una devaluación salarial con reducciones de plantilla o expedientes de regulación de empleo
Los trabajadores españoles han perdido de media un 7% de poder adquisitivo en los últimos 25 años, un periodo en el que ha habido ganancias, pero también descensos acusados, ya que con la crisis económica los salarios han perdido un 20% respecto a la inflación.
El estudio de la consultora Ceinsa refleja que los salarios suelen reaccionar con al menos un año de retraso a los cambios de ciclo económico, por lo que fue a partir de 2009 cuando los incrementos salariales dejaron de tener como referencia el IPC, una correlación que se podría recuperar aunque con menos intensidad que en el pasado.
La reducción nominal de los salarios no figuraba tradicionalmente en la agenda de las empresas españolas, pero «la realidad económica se acabó imponiendo» y provocó una devaluación salarial que se produjo por diferentes vías, según el estudio de la consultora Ceinsa.
La más grave vino por las reducciones de plantilla o de jornada a través de expedientes de regulación de empleo, pero además se produjo una congelación salarial de las plantillas estables. El informe señala que a partir de la reforma laboral de 2012 las bajadas salariales «han dejado de ser un suceso excepcional, pero sin llegar a convertirse todavía en una pauta generalizada».
Otras vías indirectas fueron aplicar salarios de entrada en las nuevas contrataciones muy inferiores a los que la empresa venía pagando anteriormente, eliminar complementos retributivos o reducir las cantidades abonadas como retribución variable.
En los años previos a la crisis (1994-2008) la evolución de los salarios mostraba una elevada correlación con el IPC y el PIB, y los salarios crecieron con más de un 9% de ganancia media respecto a la inflación.
«Desde 2008 el IPC ha dejado de ser, al menos temporalmente, la referencia básica para determinar los aumentos retributivos, con el resultado de que en el momento más álgido de la crisis los salarios bajan incluso cuando la inflación sube«, explica el consejero delegado de Ceinsa, Josep Capell, en declaraciones recogidas en una nota.