La fusión entre CaixaBank y Bankia daría lugar al primer banco español con unos activos totales de 664.027 millones de euros, al sumar los 445.572 millones del banco catalán y los 218.455 millones de Bankia. Así consta en las últimas cuentas de las dos entidades, relativas al primer semestre del año.
Por qué es importante: la operación implica a dos de las cuatro principales entidades financieras del país, además de tener repercusiones en el fondo español de rescate (Frob), que mantiene aún el 61,8% de Bankia.
Además, esta concentración se aceleraría en un contexto complicado para la banca, marcado por los bajos tipos de interés y por la crisis de la COVID-19, pero a su vez en medio de constantes llamamientos de las autoridades financieras internacionales en favor de acelerar procesos de fusiones en Europa. En los últimos meses, CaixaBank había insistido en varias ocasiones en que no contemplaba entrar en escenarios de fusiones, pero finalmente la complejidad del escenario bancario ha hecho que ambas entidades estudien esta posibilidad.
Siempre según las cuentas del primer semestre de ambas entidades, CaixaBank sumaba 35.589 empleados y un total de 4.460 oficinas, mientras que Bankia tenía 15.947 empleados y 2.267 oficinas. Aunque todavía se desconoce cómo se repartiría el accionariado, está claro que La Caixa será el primer accionista, y que el Estado será el segundo, al controlar un 62% del capital de Bankia.
Bankia ganó 142 millones de euros en la primera mitad de 2020, un 64,4% menos que un año antes, tras dotar 310 millones de euros en provisiones para afrontar la crisis generada por la pandemia del coronavirus. Por su parte, CaixaBank ganó 205 millones de euros, un 67% menos que hace un año, tras realizar provisiones por importe de 1.155 millones.