Las ventas minoristas en China aumentaron en agosto un 0,5% interanual, su primera subida este año desde que estalló la pandemia de COVID-19[contexto id=»460724″], ha anunciado este martes la oficina nacional de estadísticas (BNS).
Los datos: este indicador clave del consumo se hundió a principios de año, en el momento álgido de la pandemia, un 20,5% interanual en enero y febrero. Desde entonces, siempre había estado a la baja, ante unos consumidores temerosos de retomar una vida normal, pese a que la situación pandémica del país presentara claras mejorías.
Este martes, el gigante asiático ha informado de ocho nuevos casos de COVID-19 en todo su territorio.
Para animar el consumo y, en definitiva, apoyar el empleo, muchas provincias o municipios han lanzado en los últimos meses operaciones comerciales con bonos de compra o rebajas. China, donde la COVID-19 apareció en diciembre antes de propagarse por el resto del mundo, fue el primer país que relanzó su actividad, por lo que es percibido como un barómetro de la esperada recuperación de la economía mundial.
Por su parte, la producción industrial ha registrado una subida de un 5,6% interanual, tras la de un 4,8% de julio. Los analistas de la agencia de información financiera Bloomberg apostaban por un incremento menos pronunciado (concretamente, de un 5,1%).
En cuanto a las inversiones de capital fijo, su evolución presentaba una bajada de un 0,3% en los ocho primeros meses del año, según la oficina nacional de estadísticas.
La tasa de desempleo, que en China solo se mide en zonas urbanas, era del 5,6% en agosto, frente al 5,7% el mes anterior. No obstante, esta cifra no incluye a los millones de trabajadores migrantes, muy debilitados por la pandemia. En febrero, la tasa de paro alcanzó el récord absoluto de un 6,2% de la población activa urbana.