El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) abonó en agosto prestaciones a 2.942.301 personas con un desembolso de 2.876,2 millones de euros, lo que supuso que el 82% de los desempleados en agosto tuviera algún tipo de protección.
Lo más importante: según los datos proporcionados este viernes por el Ministerio de Trabajo, de este importe, 867 millones fue destinado al pago de las prestaciones derivadas de los ERTE, cifra que representa una cuarta parte de la dedicada a ello en de mayo, cuando esta partida alcanzó su máximo valor. Así, desde abril hasta agosto el gasto en prestaciones acumulado ascendió a 10.752 millones de euros.
Del total de beneficiarios a cierre de agosto, más de 1,8 millones de personas lo eran de la prestación contributiva, 895.482 del subsidio, 124.779 de la renta activa de inserción, 98.044 del subsidio para eventuales agrarios y ocho del extinto programa de activación para el empleo. El gasto medio mensual por beneficiario, sin incluir el subsidio agrario de Andalucía y Extremadura, este agosto fue de 994 euros, lo que supone un aumento sobre el mismo mes del año anterior de 111 euros.
La cuantía media bruta de la prestación contributiva percibida por beneficiario durante agosto de 2020 fue de 792,3 euros.