Las claves de la fusión de CaixaBank y Bankia: así será el principal banco de España
La nueva entidad tendrá más de 20 millones de clientes, unos 50.000 empleados y 6.700 sucursales
La nueva entidad tendrá más de 20 millones de clientes, unos 50.000 empleados y 6.700 sucursales
El proceso de fusión de CaixaBank y Bankia culmina este viernes con la inscripción de la escritura de integración en el registro mercantil de Valencia, dando lugar al primer banco en España, con más de 20 millones de clientes, más de 50.000 empleados y 6.700 sucursales.
Uno de los efectos que tendrá la fusión será un reajuste de plantilla, del que todavía no se han dado excesivos detalles. Se espera, eso sí, que se acometa según la antigüedad y el mérito, priorizando las prejubilaciones.
Este viernes será también el día que Bankia, que debutó en el mercado español en julio de 2011, deje de cotizar en Bolsa como entidad independiente, de manera que el lunes 29 ya comenzarían a cotizar los nuevos títulos emitidos por CaixaBank para atender la ecuación de canje de la fusión.
Para materializar la operación, CaixaBank emitirá 2.079 millones de acciones ordinarias, en cumplimiento del acuerdo sobre la ecuación de canje, fijada en 0,6845 títulos nuevos de CaixaBank por cada acción de Bankia.
Aunque la integración tecnológica de ambas entidades se llevará a cabo a finales de año, desde el punto de vista legal la fusión llega a su fin, una vez recibidas las pertinentes autorizaciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, que dirige Nadia Calviño.
La CNMC, eso sí, ha dado su visto bueno a la operación con algunos condicionantes, como el compromiso de que el nuevo grupo actuará para evitar la exclusión financiera y el posible endurecimiento de comisiones y condiciones comerciales.
Bankia, fruto de la unión de Caja Madrid, Bancaja, Caja de Canarias, Caixa Laietana y las de Ávila, Segovia y Rioja, se convirtió en la primera institución fruto de una fusión de cajas en debutar en el parqué.
El presidente de Bankia es José Ignacio Goirigolzarri, quien asumirá también la presidencia del banco surgido de la fusión, mientras que Gonzalo Gortázar ocupará el puesto de consejero delegado. Por su parte, Jordi Gual, que asumió en 2016 la presidencia de CaixaBank, retomará su actividad como docente en la escuela de negocios IESE, que abandonó en 2005 para incorporarse al grupo La Caixa.
Fueron la ministra de Economía, Nadia Calviño, e Isidre Fainé, el presidente de la Fundación La Caixa, primer accionista de la entidad catalana, quienes el pasado verano impulsaron este proceso de fusión. Las conversaciones entre ambos promovieron que los consejos de administración de CaixaBank y Bankia estudiaran en septiembre la fusión que creará el primer banco de España y en la que el Estado tendrá un 16,1%.
Avanzado septiembre se fijaron las condiciones de la operación y a mediados de octubre las dos entidades solicitaron el visto bueno del Ministerio de Asuntos Económicos.
Mientras tanto, a principios de diciembre, los accionistas de Bankia y CaixaBank, en sus respectivas juntas, apoyaron la fusión, que ahora recibe el beneplácito de Economía tras recibir informes sin objeciones del Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la Dirección General de Seguros y del Servicio Ejecutivo de la Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac).
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y el Ministerio de Asuntos Económicos también han autorizado en los últimos días la fusión por absorción.
La nueva CaixaBank será el banco líder en España, con un volumen de activos superior a 660.000 millones y cuotas de mercado cercanas al 25%. La fusión, además, permitirá obtener sinergias superiores a los 1.000 millones de euros anuales: 290 millones procedentes de mayores ingresos y 770 millones de ahorro de costes.
Los antiguos accionistas de CaixaBank tendrán el 74,2% del capital de la nueva entidad y los de Bankia, el 25,8%.
Los principales accionistas serán Criteria-Fundación la Caixa, que poseerá el 30%, y el Estado, a través del FROB, con un 16%. Los inversores institucionales representarán el 37%, y el 17% restante quedará en manos de más de 750.000 pequeños accionistas.
La nueva entidad tendrá un comité de dirección de 14 miembros, once de los cuales procedentes del banco catalán y tres de Bankia.